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NUEVO MAPA POLÍTICO

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  / columnista

Los comicios municipales modificaron –como se esperaba- el mapa político de Veracruz y, obviamente, la lectura también es de ganancias y pérdidas que impactarán a corto plazo. Es decir,  para el 2018, pues cada municipio ganado es, desde ya,  un territorio preparado para la promoción y el sustento electoral en la disputa por la gubernatura y el Congreso Local. Así, la nueva geopolítica veracruzana–de acuerdo a los datos que se tenían hasta los primeros minutos de este lunes- se puede resumir en los siguientes puntos:

 Uno, la elección fue plebiscitaria para el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares y no hubo voto de castigo como anticipan los agoreros rojos. A seis meses de Administración, el desempeño del gobernante fue un factor positivo para la alianza formada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) que habría triunfado en al menos 110 municipios, la mitad de todos los ayuntamientos.

 Dos, resurgieron los famosos “corredores azules” y son tres grandes franjas. En la zona centro es Yanga-Amatlán de los Reyes-Córdoba-Fortín de las Flores-Chocamán-Coscomatepec, mientras que en la franja costera se reestableció y agrandó el corredor costero Veracruz-Boca del Río-Medellín de Bravo. Alvarado al parecer no se incluiría en este corredor porque la candidata roja de la alianza PAN-PRD, María Elizabeth Platas, estaba abajo en el conteo, superada por el verde fidelista, Bogar Ruiz.

 En el Puerto de Veracruz,  Fernando Yunes Márquez, senador con licencia e hijo del gobernante estatal, será el próximo alcalde de la ciudad de Veracruz, la llamada ‘joya de la corona’. Lo anterior porque Veracruz es el municipio más importante desde el punto de vista político, económico y mediático –incluso más que Xalapa, la capital-. La victoria de Yunes Márquez rompe una década de gobiernos priistas en el Puerto de Veracruz. Los tres alcaldes rojos que pasaron por el Ayuntamiento porteño fueron verdaderas pesadillas: Jon Rementería Sempé, Carolina Gudiño Corro y el actual, Ramón Poo Gil.

 Y en el mismo municipio también se demostró que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no pudo vencer al yunismo azul, y arrasó al constructor rojo, Ricardo Exhome, cuyos corifeos  presumían supuestas ventajas demoscópicas que nunca existieron.  El panista le sacó 20 mil votos de diferencia.

 Por cierto, en esas cosas hilarantes de la jornada electoral, el candidato del PRI-PVEM en el puerto de Veracruz, Fidel Kuri Grajales ¡¡ votó en Orizaba!! ¿No es para destornillarse de risa? Acudió a sufragar en la casilla 2745 de la colonia Benito Juárez en La Pluviosilla. Es decir, nunca cambió de domicilio y su residencia está en Orizaba, no en el Puerto de Veracruz, lo que demuestra que si fue un candidato “cachirulo” y las autoridades electorales lo toleraron.  De poco le sirvió, pues el auto-llamado “Tiburón Mayor” se fue al tercer lugar y a duras penas pudo recaudar unos 15 mil votos.

 

MORENA, INCUMPLIDA EXPECTATIVA

Tres, Morena como partido emergente -pues es su primera participación en elecciones municipales- logró la victoria en municipios importantes. Su mayor lucimiento fue en Xalapa, donde triunfó el investigador universitario Hipólito Rodríguez, quien casi habría duplicado a la panista Ana Miriam Ferráez en la votación y cuadriplicado  al priista Alejandro Montano, quien apenas si pudo llegar a los 12 mil votos.

 En Xalapa también se rompieron 17 años de gobiernos priistas. En el 2004 llegó Reinaldo Escobar Pérez por Convergencia, pero se cambió al PRI, y de ahí lo sucedieron priistas-fidelistas: Ricardo Ahued, David Velasco Chedraui, Elizabeth Morales y ahora Américo Zúñiga, quien cargará con el epíteto de enterrar a su Partido en la capital del Estado. Y claro, también se esfuman sus posibilidades de ser nominado a una senaduría para el 2018.

 También habrá un “corredor moreno” en el Sur de la Entidad, la franja petrolera: Coatzacoalcos-Minatitlán-Agua Dulce-Chinameca-Jesús Carranza, y se sumará a otro municipio similar en el Norte del Estado, Poza Rica, que sumados a Xalapa, juntos tendrán un presupuesto anual de unos  20 mil millones de pesos. Entonces, Morena ya no necesitará a más “Evas Cadenas” para financiarse localmente ni desviar el dinero del Congreso Local.

 Cuatro, pese a que Morena podría gobernar entre 17 y 20 ayuntamientos, esta cifra es apenas el 10 por ciento de toda la geografía municipal. No se cumplieron las expectativas de crecer exponencialmente como sucedió en el 2016. ¿Será porque ya no tuvieron el financiamiento ni la operación electoral del Gobierno del Estado como el año pasado con Javier Duarte de Ochoa? Seguramente también contribuyeron  los video-escándalos que golpearon al Partido, a su líder, Andrés Manuel López Obrador, y a sus figuras locales como Rocío Nahle, Cuitláhuac García y Amado Cruz Malpica.

 Morena se cayó en municipios como Córdoba y  Orizaba. En este último se habría impuesto el priista Igor Rojí con apoyo del aparato municipal. En  resumen, Morena tendrá varios municipios con presupuestos millonarios y sobre los cuales estará encima el Congreso Local y la Administración yunista para impedir que alimenten económicamente al Partido y a López Obrador en el 2018.

 

PRI, MORIBUNDO, PERO RESPIRANDO

 Cinco, el PRI se desplomó, pero todavía respira. El pronóstico era que ganara apenas 30 Ayuntamientos y según el conteo hasta esta madrugada era que aventajaba en 47, aunque la mayoría en zonas rurales. De los municipios destacables en su haber están Cosoleacaque, Huatusco

–que le arrebataron al PAN-, Orizaba –donde maniobró el alcalde Juan Manuel Diez- y Perote –feudo de los Yunes Zorrilla-. Aun así, el tricolor casi triplicó a Morena en el número de alcaldías.

 Seis. Hay casos a destacar. En Las Choapas perdió Morena, que tenía segura la alcaldía cuando todavía Eva Cadena era la candidata. Allí habría ganado el Partido del Trabajo (PT), o sea que los choapenses no votaron ni por el PAN ni por el PRI ni por el PRD.  En Cosamaloapan también fueron inteligentes los ciudadanos e impidieron que el pillo fidelista Tomás Carrillo, involucrado con la delincuencia organizada, se convirtiera en alcalde. Allí habría ganado la alianza PAN-PRD.

 Por cierto, el innombrable no llegó a votar en Xalapa como lo hizo el año pasado. Anda agazapado, escondido, pues ‘el miedo no anda en burro’, aunque varios de sus candidatos se hicieron de alcaldías disfrazados de verdes, morenistas, de Nueva Alianza y hasta azules-amarillos. Uno de los partido títeres del innombrable, el  PANAL, está a la par de Morena, disputando unas 17 alcaldías.

 También es destacable que aún ‘respiren’ los partidos Movimiento Ciudadano (PMC) y del Trabajo (PT), que habrían obtenido 7 y 4 alcaldías,  respectivamente, aunque se tendrá que hacer la sumatoria para ver si logran conservar el registro a nivel estatal. El Partido Encuentro Social (PES) se habría hecho de cuatro alcaldías y hay tres candidatos independientes posiblemente triunfadores en Coahuitlán, San Andrés Tuxtla y Tlacotalpan.

Estos dos últimos ayuntamientos serán icónicos si se confirma el triunfo de los abanderados sin Partido. Tlacotalpan está gobernado por el PAN y San Andrés Tuxtla por uno de los priistas más ladrones que se conocen: el fidelista Manuel Rosendo Pelayo. La duda surge: ¿El famoso “Chendo Mentiras” -como apodan al edil- recibió voto de castigo o financió a un candidato ajeno a su partido, el PRI?

 Siete. En la zona Centro también está la duda si el exdiputado federal, Víctor Serralde Martínez, –o como se llame en realidad- perdió Huatusco o trabajó a favor de la alianza PRI-PVEM. Además, con el triunfo de Leticia López Landero en Córdoba quedaría exterminada su influencia en la Ciudad de los Treinta Caballeros y su operador local, Iván Espinoza Hermida, en breve  saldrá como ‘tapón de sidra’ del organigrama partidista.

 

EDOMEX,  EN LA MESA

 A nivel nacional parece que Morena no tendrá ningún triunfo. En el Estado de México hay un empate técnico de la candidata Delfina Gómez con el priista Alfredo del Mazo. El triunfo se decidirá sobre la mesa y es casi seguro que los dados se cargarán para el tricolor, pues Los Pinos ni el PRI se pueden dar el lujo de permitir un triunfo de Andrés Manuel López Obrador en el bastión de votos más importante del País. La gubernatura en el  Estado de México, ya se ha dicho, es la aduana para la Presidencia de la República y entonces habrá que esperar el conflicto postelectoral y el papel de los jueces y magistrados.

 En Coahuila y Nayarit al parecer el PAN se alzará con la victoria, lo que compensará el cuarto lugar que su candidata, Josefina Vázquez Mota, obtuvo en el Estado de México, además de la cosecha de votos en las elecciones municipales de Veracruz. Así, visto en lo general, los 17 o 20 ayuntamientos veracruzanos que habría ganado Morena serían los únicos triunfos

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