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orgullo fortinense

Superiberia

El joven talento estudia la Licenciatura en Música, un chico que ama las artes, practica baile, lee, escribe, hace fotografía y, por supuesto, canta ópera, la que es su pasión y lo ha llevado muy lejos.

Leonardo nos cuenta que su familia lo incursionó desde muy pequeño en el ámbito musical, pues su padre tiene un posgrado en la ciudad de Nueva York, en la cual se empapó del arte y, al escuchar todos los días música regional, él a los 16 años se unió a un grupo musical cordobés llamado Takirari, de estilo folclórico y era uno de los cantantes.

Algo curioso fue que realizó una carrera técnica en enfermería e incluso hizo el examen para medicina y fue aceptado, pero su amor al arte hizo se inclinara por el canto e ingresó a clases particulares los fines de semana en Coatepec con el maestro y grande de la música: Genaro Sulvarán; en ese momento Leonardo se dio cuenta que cantar ópera era lo suyo, pero también sabía que se convertiría en un reto, pues a partir desde  ese entonces inició a practicar más de cuatro horas diarias.

El fortinense nos cuenta que la voz es un instrumento muy personal y muy delicado, lo tienes que cuidar, pues tienes que llevar una dieta, dormir bien, evitar el cigarro o el alcohol. Nos contó que la ópera se estudia de dos maneras: una es repasar la música que vas a cantar en tus partituras, y el otro es tu técnica. Él siempre está estudiando sus nuevos tes, ya sea leyendo sus partituras o escuchando en su iPhone ópera y casi siempre carga con un pequeño piano para no perder el ritmo.

Recientemente asistió al Encuentro Internacional de Ópera, el cual se llevó a cabo en Saltillo y en éste tuvo la oportunidad de conectarse con muchas personas de países diferentes como: Israel, Rusia, Argentina, Estados Unidos y Brasil; conocer gente y viajar es lo que más le gusta de ser tenor, pues le ha abierto los ojos; gracias a esto ha conocido culturas diferentes y también ha aprendido varios idiomas, él actualmente habla inglés, italiano y al mismo tiempo está aprendiendo francés pues, estos son los que más abundan en el estilo musical que él canta; una anécdota que nos platicó fue que una vez tuvo que cantar una pieza en ruso y se la tuvo que aprender en 15 días y el no lo habla.

“Cuando hay una humanismo en una formación artística, la gente es sensible y cuando la población es así las personas no optan por la violencia, esto solucionaría muchos de los problemas en nuestro País”, nos dijo cuando le preguntamos qué pensaba sobre México.

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