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Persiste la marginación

Superiberia

Orizaba.- En un recorrido por la ciudad se apreciaron colonias con extrema pobreza, específicamente en Rincón Chico, en donde hay casas de madera, con techos de lámina e incluso calles sin pavimentar, algunos vecinos señalaron que urge el alumbrado público.

El contraste con el Centro Histórico es visible, a pesar de que en algunas áreas sí hay calles pavimentadas, tras la banqueta el entorno es diferente, con pisos de tierra, paredes de madera en donde se cuela el frío y el calor por igual, con leños para cocinar en alguna parte fuera de la casa.

Son viviendas en donde las familias carecen de lo más básico para alimentarse, y las láminas o tabiques hacen de cerca para proteger sus hogares, aunque no tengan cosas de gran valor.

Rodeadas de vegetación, entre árboles de naranja y papaya, con un pozo para abastecerse de agua, algunas familias logran que sus láminas del techo no se vuelen, con tabiques encima.

Margarita X, una de las vecinas de Rincón Chico, dijo que les hace falta electricidad, sobre todo porque en las noches es muy peligroso salir a comprar, así como también visitar a algún familiar o amigo por una emergencia, pues de hacerlo es en penumbras.

Otra de las habitantes,  Martha Morales, indicó que son ignorados por las autoridades, pues los apoyos llegan a colonias como la Libertad Agrarista, zona irregular y a pesar de ello, sus habitantes reciben tortivales, despensas, láminas y otros productos.

Sin embargo, la gente de los alrededores somos olvidados, “siempre los vienen a apoyar, aquí nosotros casi no recibimos nada, como si no existiéramos, seguido están en la Libertad Agrarista donde entregan láminas, pollo y tortivales, muchos de por ahí sí tienen, pero otros no tenemos, aquí también en esta colonia tenemos necesidades”.

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