Córdoba.- En un “abrir y cerrar de ojos”, la familia Mendoza Carvajal, perdió todo lo que materialmente había logrado construir en casi 30 años de trabajo.
Un vela, ocasionó el incendio en su departamento, la tarde del pasado miércoles; tres días después, la familia clama el apoyo de la ciudadanía.
EL RECUENTO
A fin de honrar la memoria de los familiares de la señora Luz María Carvajal, durante estas fiestas de Todos Santos, colocó el altar de muertos adornado con veladoras. Según explicó, ante el reciente fallecimiento de su madre, por la tarde acudió en compañía de su esposo Antonio y su menor hija de seis años, Luz Alexa, a visitar el panteón.
Por descuido, las veladoras del altar se quedaron prendidas, ocasionando el incendio del lugar. La familia habita en el tercer piso de un condominio en la unidad habitacional Arboledas, donde hasta este momento permanecen por miedo a perder lo poco que les han ido regalando.
ENTRE EL OLOR A QUEMADO
Debido a la intensidad de las llamas, las ventanas y las puertas quedaron desechas, al interior del pequeño departamento las paredes aún presentan las marcas de humo; el olor a quemado es tan penetrante que causa dolor de cabeza, razón por la cual Alexa, permanece la mayor parte del día con los vecinos.
De las pocas pertenencias que no fueron consumidas por las llamas, poco se ha logrado rescatar, pues inclusive los colchones de las camas quedaron completamente mojados por el agua utilizada para apagar el fuego. La ropa, los juguetes y los útiles escolares de Alexa, también se perdieron.
AYUDAN LOS VECINOS
Aunque durante este tiempo han recibido apoyo de los vecinos, quienes les comparten sus alimentos e inclusive les han dotado de algunas prendas de vestir. Las necesidades de la familia son incuantificables, pues no tienen ni dónde comer. Del DIF municipal, les ofrecieron resguardo en el albergue ANCO, sin embargo, Luz María, asegura que no aceptaron tal invitación, ya que temen que ante la falta de puertas y ventanas, maleantes ingresen al departamento y se roben lo poquito que han comenzado a recolectar.
La familia recibe todo tipo de apoyo, pero aseguran que lo que más desean es ropa talla ocho y 10, calzado del número 18 para Alexa, así como ropa de hombre tallas 36 y 30.
INSTALACIONES INADECUADAS
Cerca de seis mil viviendas de la localidad están en condiciones de riesgo por las malas condiciones eléctricas y de gas, con las que cuentan.
De un estudio entre 12 mil viviendas de la localidad, al menos el 50 por ciento requiere rehabilitar sus sistemas de cableado, para evitar afectaciones o accidentes por fugas y sobrecalentamientos. Según explicó el coordinador municipal de Protección Civil, José Luis Ávalos, mediante el programa “Casa Segura”, se han detectado que los hogares con antigüedad superior a los 30 años, requieren rehabilitar sus sistemas de cableado, principalmente aquellas consideradas con mayor riesgo de siniestralidad por haberse edificado con materiales de fácil destrucción como madera o lámina. Hasta el momento, de las viviendas detectadas en condiciones de riesgo, sólo 200 han sido rehabilitadas, en este caso se consideraron por su antigüedad y susceptibilidad a registrar un incendio ante sobrecalentamiento de los apagadores, fallas en los propios sistemas de abastecimiento eléctrico.
“Hay muchos factores de riesgo, a veces son las viejas instalaciones que hay en viviendas de hasta 15, 20 o 30 años de antigüedad, o se trata de casas de madera y otros materiales. Así como el uso de los multicontactos genera la sobrecarga”, dijo.
EXTREMAR PRECAUCIÓN
Dentro de los principales riesgos que se consideran por la temporada, es el uso excesivo de series navideñas, artículos luminosos y decorativos durante las fiestas decembrinas.
José Luis Ávalos, explicó que durante estas fiestas es común entre las familias hacer uso excesivo de las luces navideñas, lo que puede ocasionar un sobrecalentamiento de los árboles de navidad, principalmente en los artificiales y con ello, originar un incendio.
Otro de los factores que se deben considerar, es evitar la compra de productos chinos, pues la mayoría no cumple con las normas de calidad e incrementan los riesgos.
