


Pina Morayta Galán, directora de teatro desde 1989, actriz, madre y sobre todo amiga, es quien nos abre su corazón para compartirnos acerca de su trayectoria teatral, la cual nació gracias a la conjugación de su pasión por el teatro y su imaginación.
Pina Morayta nos acerca en esta entrevista a parte de su vida personal y desde luego a su maravillosa experiencia en este arte y mundo multifacético.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?
“Me pasó, tal vez como a muchos que desde niños ya sabían lo que querían ser; teniendo 5 ó 6 años me gustaba actuar y crear personajes, en ese entonces tuve la fortuna de estar rodeada de familiares envueltos por ese arte. Mis primeras apariciones en público fueron al lado de mi tía, Rosita Galán Callejas, quien me invitada a sus tertulias de poesía por lo que desde ese momento me visualicé como actriz. Gracias a eso y al talento que observaron en mí, a los 15 años tomé mis primeras clases con el maestro Lorenzo Chelius”.
¿Cómo describes tu pasión por el teatro?
Increíblemente profunda.
Háblame de tu trabajo como actriz
Mi trabajo como actriz empezó muy chica ya que participé en muchas obras y tuve la fortuna de ser la protagonista en la mayoría, eso bastó para que Luis Castro, director de teatro del grupo descubriera en mí un gran talento que más tarde, en el año 1989 me concedió estar como asistente de dirección y por supuesto, actriz.
¿Cómo surge Grupo Teatral Foro 4?
A mediados de 1985 conozco a Luis Castro, y tras dos meses de conocernos y de compartir la misma pasión por el teatro creamos un grupo al que denominamos “FACIES”, desafortunadamente, a los pocos años él muere haciéndome cargo del grupo al que decido nombrarlo “Foro Cuatro” comenzando así una nueva etapa.
Háblame de tu trayectoria, ¿cuántos años tienes como directora de teatro?
En 1989 comencé a realizar trabajos sencillos, a los dos años en 1991, dirigí mi primera obra grande, siendo desde ese momento a la fecha.
A lo largo de estos años, ¿cuántas obras has montado?
Más de 100 obras, entre pastorelas, teatro clásico y piezas.
En este ámbito seguramente has tenido la fortuna de conocer a grandes actores, ¿a quiénes has dirigido?
El primer actor que dirigí en una comparecencia por parte del Tec de Monterrey fue a Sergio Klainer, de ahí a María Rojo, Manuel Ojeda, Demián Bichir y César Évora, también fui asistente de Susana Alexander.
Como directora; ¿qué es para ti un actor?
Es el conjunto del director, del dramaturgo, de la puesta en escena. Un director sin el actor no crea, debe de existir un profundo respeto hacia el actor, saberlo preparar, saber cuándo se le debe exigir pero ante todo el respeto. Un actor siempre va a admirar al director y se va a dejar guiar por él, entonces, te conviertes para el actor en su centro, y lo que debe de saber el actor es que el centro del director, es el actor.
Actualmente, ¿cómo calificas el desempeño teatral dentro de la ciudad?
Sinceramente, me encantaría que hubiera más grupos de teatro en Córdoba, tener una gran cartelera de teatro para todo tipo y gusto de público. Que las escuelas, el gobierno, etc., impulsaran más este maravilloso arte.
¿Qué opinas acerca del nivel de cultura que existe en la ciudad en este momento?
Se necesita impulsarla más, no falta cultura en los cordobeses, lo que sucede es que se tiene que dar a conocer más y sobre todo, poner en claro que la cultura no tiene clase social. El teatro no tiene estatus social, ni color de piel, el teatro y la cultura es para todos. Lo que falta en Córdoba no es la cultura de tener cosas artísticas, sino impulsar más la cultura y llegar, en este caso del teatro a todos los rincones de la ciudad.
Dentro de los diversos géneros del teatro, ¿cuál es el que más te gusta y el que más trabajas?
Me gustan todos, pero tengo una inclinación hacia la farsa.
¿Cual de tus obras ha sido la más importante?
Cuando tienes o estas trabajando una obra, los personajes, el guión y la producción son las cosas más importantes del momento.
¿En cuántos festivales internacionales has participado?
Pues concursado para representar a México en festivales internacionales y pasando esa primera y fuerte etapa, en: Aruba, Holanda, Cuba, dos ocasiones a Canadá, dos en Chile, Alemania y la India, es decir 9 festivales. El pasado 5 de septiembre fuimos ganadores ya que participaríamos en el Festival de Canadá, con la obra “Ni princesas ni esclavas” pero al estar en huelga los empleados de la embajada de Canadá en la ciudad de México, todo se complicó por lo que fue muy triste abrir la página del Festival y ver la siguiente leyenda: “México, Grupo Teatral Foro 4, Ni princesas ni esclavas NO VISA”.
¿Has sido acreedora a becas?
Sí, gracias a mi trabajo y esfuerzo en el año 2003 gané una beca otorgada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de la ciudad de Madrid, España, en donde realicé los estudios de dramaturgia y dirección teatral en la “Casa de América” teniendo como profesores a: José Sanchis Sinisterra, Arístides Vargas, Juan Mayorga, Sergi Belbel, Tony Cásares, Ricardo Bartis, Guillermo Heras, Mauricio Kartún, Miguel Ángel Camacho y Federico León a los cuales agradezco infinitamente todo su apoyo.
¿Quiénes han sido pieza importante para que Pina Morayta sea hoy una mujer de éxito?
Lorenzo Gómez Chelius, Francisco Beverido, José Solé, Irina Botcharova Alkatorva, Philippe Amand Peña, Mork Clar, Berti Hendriks, Nilo Berrocal, Oscar Arzamendi, Coral y Dardo Aguirre, Jacqueline Corral Blanes.
Siendo directora teatral, ¿cómo es para un actor ponerse en la piel de un personaje histórico?
Un reto, tanto para mí como directora como para la actriz que en esta ocasión interpretará a Frida Kahlo, mi próxima puesta en escena en un guión extraordinario del dramaturgo mexicano Humberto Robles. Sin duda, es un trabajo difícil donde el director y la actriz tienen que analizar profundamente cómo era la vida de Frida Kahlo.
Háblame de “Frida Kahlo, Viva la Vida” monólogo a presentar el próximo 17 de octubre.
Como te mencionaba antes, el texto es extraordinario. Robles habla de Frida a tal grado, que pareciera como si hubiera vivido con ella. La obra se desarrolla en un día de muertos, Frida Kahlo espera a sus invitados mientas cocina, evoca a Diego Rivera, Rockefeller y Trotsky, expone su opinión sobre los artistas, sobre México, Estados Unidos, Francia y surge inevitablemente el recuerdo del accidente y la presencia de la muerte… Un monólogo ante el dolor, la pasión y el humor.
Mónica Chico
EL BUEN TONO

