Para muchas personas en el mundo de hoy resulta extraña la labor de la filosofía y del filósofo, principalmente en un país como México donde la actividad humanística es tomada como algo inútil y se pone por encima la actividad tecnológica y científica-experimental ¿Pero en qué consiste la labor de la filosofía y del filósofo?
En cuanto a qué consiste la filosofía, o de manera más filosófica ¿Qué es filosofía? Resulta ser una pregunta de lo más sencillo en su estructura, pero de lo más difícil en cuanto a su respuesta. Esta pregunta deja sin dormir por un par de noches al filósofo que se la plantea, y más aún, le quita el sueño sabiendo que pese a sus desvelos, lo más probable es que no llegue a la respuesta; ya que la filosofía no son las respuestas, sino el camino para llegar a ellas.
Tradicionalmente se dice que la filosofía es “la ciencia que estudia todas las cosas en sus causas últimas a la luz natural de la razón”, es decir, que la filosofía intenta buscar el fundamento último, el constitutivo primario de la realidad y de todos los aspectos de ésta que afectan al ser humano.
Por lo que la actividad del filósofo es preguntarse por todas las cosas que lo rodean y tener la capacidad de admiración de un niño para evitar la rutina, y así perder su capacidad de preguntarse; o como se dice en filosofía, se deben problematizar las cosas, o sea, poner entre signos de interrogación lo que no rodea; esto es filosofar, la actividad propia del filósofo.
Pero este filosofar no se debe quedar sólo en las mentes y en los escritos de los filósofos, ni mucho menos sólo debe de servir para las tertulias de café de aquellos con pretensiones de intelectuales, sino que el filosofar debe ser actitud de vida y de cambio; así el filósofo debe ser aquel hombre, que desde su perspectiva única de la realidad, actúa como agente de cambio y como profeta de la sociedad. Ya que como dijera Marx en su última tesis sobre Feuerbach “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.
Así, para hacer nuestra sociedad mejor, y por consiguiente fortalecer a México como nación, es necesario tomar en cuenta la actividad filosófica y lo que los filósofos pueden aportar a la sociedad de hoy, ya que un país desarrollado no lo es sólo en su industria, sino también en su cultura.
