El pasado sábado en la Catedral de San Miguel Arcángel varios pequeñitos vivieron uno de los días más importantes de toda su vida, pues cumplieron con su primer sacramento que es el del bautismo.
Cada uno de ellos fueron llevados por sus papás y padrinos hasta este recinto religioso y el sacerdote fue el encargado de oficiar la ceremonia religiosa, la cual se realiza para explicar a todos los presentes la importancia de este acto de fe.
Los presentes escucharon atentos la misa y uno de los momentos más emotivos fue cuando los pequeños fueron bañados con las aguas bautismales, ya que los rostros de sus papás se llenaron de alegría y los padrinos se comprometieron en velar por los peques como si fueran unos
segundos padres.
Al finalizar la misa seguramente cada uno de estos encantadores niños fueron festejados por tan especial acontecimiento y es que este tipo de momentos sólo ocurren una vez en la vida.
Edy Méndez
EL BUEN TONO
