Reconoce Diez a dictador

Orizaba.– El presidente municipal, Juan Manuel Diez Francos, en una reunión con líderes de opinión (rectores, campesinos, obreros, doctores, arquitectos, ingenieros y empresarios), les externó: “Pienso donar, de forma personal, una estatua de don Porfirio Díaz, quisiera saber su sentir, sobre los efectos que tendría para Orizaba”, ante un auditorio enmudecido.

 

El primero que se puso de pie —recuerda— fue César Silva, líder regional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), y del Sindicato de Trabajadores de las Fábricas Textiles de Río Blanco, donde se gestó una de las más importantes luchas obreras de México durante la dictadura porfirista.

 

“Es un patriota y merece y tiene todo el respaldo”, le contestó el dirigente sindical ante la mirada incrédula de la autoridad municipal. A los pocos segundos, se paró de su asiento un “diputado” de las Logias Masónicas y recordó a la concurrencia: “Porfirio Díaz fue un masón”.

Tras una votación, la mayoría, si no es que la totalidad, le dio su respaldo al munícipe para emprender lo que llevaba en mente desde años atrás.

 

Ahora, en esta región, se rendirá homenaje a uno de los personajes de la historia mexicana más controvertidos: el general José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, conocido popularmente como Porfirio Díaz.

 

Y lo harán con una estatua de bronce de cinco metros de altura que será colocada en pleno centro de Orizaba.

 

Con el respaldo de los líderes de la región y con el aval del Cabildo en pleno, el Presidente municipal decidió pagar de su bolsillo la gran efigie que será colocada en la ciudad.

 

Desde su despacho principal, reconoce que seguramente recibirá críticas de algunos sectores, pero considera que ha sido “injusta” la manera en que han calificado la actuación del general Porfirio Díaz.

 

“Para mí es un personaje como todos, con cosas buenas y malas (…) puso orden al país, creo que fue una persona que entró en un momento difícil, es el individuo que vino a darle soberanía a México”, afirma.

 

Con parte de su salario, decidió mandar a hacer la estatua de quien ejerció el cargo de Presidente de México en nueve ocasiones, al polémico escultor poblano Bernardo Luis Artasanchez, autor de monumentos como el del ex presidente Vicente Fox.

 

“Para Orizaba fue una persona importante, le dio modernidad, prosperidad; aquí nació la educación con Enrique Laubscher (quien en 1883 fundó la Escuela Modelo de Orizaba) y modernizó la ciudad con la industria textil, ferrocarril y la cervecería Moctezuma que nació con Porfirio Díaz”, relata orgulloso.

 

Cabe indicar que durante las administraciones del actual Alcalde, la ciudad pasó de tener dos museos a 10 y de contar con dos patrullas y media (porque una sólo tenía dos llantas) a cerca de 200 unidades de la Policía municipal, entre otras situaciones.

 

Refirió que dialogó con los integrantes del Cabildo (seis regidores), quienes le dieron su aval para que la estatua sea colocada en la Plaza Bicentenario, construida en 2010 a un lado del ex Convento de San José y que se ganó el primer lugar como mejor rescate de espacios públicos del país.

 

Rechaza que haya sido la historia quien dejó mal parado a Porfirio Díaz, sino algunos “historiadores pagados por políticos” que no les interesaba que el régimen porfirista se reconociera y que sólo brillara la Revolución. Al final, recuerda, la historia la manejan los vencedores.

Y mientras la estatua en bronce se encuentra casi lista, con todas las condecoraciones militares y de gobiernos extranjeros que recibió Díaz en su pecho, el Alcalde recuerda palabras que le dijo su padre: “la ingratitud es la amnesia del corazón”. (Tomado de El Universal)