Por: Andrés Timoteo / columnista
La semana pasada, el Partido Acción Nacional (PAN) develó los nombres de quiénes llegarán al Senado de la República por la vía plurinominal -es decir, sin hacer campaña ni someterse a la votación- y la lectura de esa lista tiene una implicación directa con Veracruz, pues indica la influencia del actual mandatario, Miguel Ángel Yunes Linares, en el proyecto nacional del blanquiazul y también que a nivel Local hay un proceso de renovación generacional en la actual clase política.
Ello explica por qué la exsecretaria de Desarrollo Social en la Entidad, Indira de Jesús Rosales San Román, ocupa la tercera posición de ese listado, sólo después de la excandidata presidencial, Josefina Vázquez Mota y del todavía jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. Un lugar privilegiado que le asegura la curul y un futuro político de largo plazo. En un análisis simplón, muchos se han concentrado en cuestionar y hasta descalificar a la exfuncionaria veracruzana, criticándole que no tiene experiencia partidista ni cargos de elección popular en su currícula.
Es más, algunos hasta le inventaron el padrinazgo de un tío empresario “amigo del presidente Enrique Peña Nieto” que logró que desde Los Pinos la acomodaran en las candidaturas panistas, pero el contexto es más sencillo. Rosales San Román forma parte del grupo de jóvenes que el gobernador Yunes Linares llevó consigo al Gabinete Estatal, colocándolos en posiciones estratégicas y que son la cimiente de ese proyecto de renovación generacional.
Hay que recordar que en octubre de 2016, el entonces Mandatario Electo presentó a su staff más cercano de colaboradores y cuya edad promedio oscilaba en los 33 años. Cuatro meses antes, a mediados del mes de junio, apenas concluida la elección estatal, Indira Rosales San Román, de 30 años de edad en ese entonces, ya había sido designada como Jefa de la Oficina del Gobernador Electo. Luego, al rendir protesta como gobernador en funciones, Yunes Linares la designó como Secretaria de Desarrollo Social.
Al igual que esos nueve jóvenes del staff inicial, muchos otros se incorporaron al Gabinete Estatal. Otros más ya habían sido convidados a cargos de elección popular; diputados locales y otros tantos fueron catapultados a las alcaldías. Pues bien, en cuanto a la lista de los candidatos a senadores por la vía plurinominal, que Rosales San Román esté entre los primeros lugares, la obviedad es que representa una posición del Gobernador en turno y que su rejuego es de primera línea, tanto en el panismo como en la alianza “Por México al frente” que integran el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.Yunes Linares orbita en el círculo que toma las decisiones en ese proyecto nacional, lo que remite a que si el queretano Ricardo Anaya gana la Presidencia de la República, el veracruzano quedará en las mejores condiciones políticas. Es más, ya se ha especulado en los merenderos políticos que una vez concluida su gubernatura, Yunes Linares podría ser llamado al Gabinete Presidencial. De ahí que son irrisorias esas versiones de que hay un pacto con Los Pinos para hacer perder a Anaya en Veracruz y que Palacio de Gobierno opere para que gane el priista José Antonio Meade.
Apostarle al abanderado tricolor, Meade Kuribreña –quien no logra remontar el tercer lugar en las preferencias electorales-, sólo anticipa que habría buena relación entre el Gobierno Federal y la Administración veracruzana, pero el proyecto de Anaya significa ascender a las primeras esferas del poder. ¿A cuál opción le apostaría Yunes Linares? No es difícil de responder tal pregunta.
Por otro lado, al convertirse en senadora, Rosales San Román queda incluida automáticamente en la carrera por la Gubernatura en el 2024 y sería, teóricamente, una que daría competencia al interior del panismo a otras opciones, entre ellas el exalcalde porteño y exsecretario de Infraestructura y Obra Pública, Julen Rementería, quien también competirá, pero por la vía uninominal –por el voto directo-, para sentarse en la curul senatorial.
A sus allegados, Rementería les ha presumido que el Senado será su trampolín para disputar la candidatura blanquiazul en el 2024, aunque podría pasarle como a la lechera del cuento, quien caminando con su olla de leche, imaginó un futuro prometedor: que vendería esa leche para comprarse unos pollos, los cuales también vendería más tarde para comprar un marrano, luego un becerro, luego un hato y cuando estuviera convertida en una próspera ganadera encontraría un buen partido, un príncipe azul con el cual se casaría, se iría a vivir en un palacio y sería feliz para siempre.
Caminando distraída, la soñadora lechera tropezó, dejando caer la olla de leche que se hizo añicos y derramó el contenido. Hasta ahí llegaron sus sueños, y así podrían quedar los de Julen Rementería porque su proyecto se haría añicos al estrellarse con la nueva generación de políticos panistas que impulsa el Mandatario en funciones. En el 2024, Rementería ya tendrá su credencial del programa “60 y Más”; mientras que los jóvenes políticos formados bajo el yunismo azul estarán en la pujanza productiva. ¿Les aguantará el paso para enfrentarse a ellos?
Otra que está en esa nueva generación de políticos es la periodista y diputada local, Marijose Gamboa, quien actualmente busca la relección en el Congreso Estatal por el Distrito de Veracruz Urbano, pero que es un prospecto para que en el 2021 busque la Presidencia Municipal de Veracruz, sucediendo al actual alcalde, Fernando Yunes Márquez. A su vez, el diputado local Juan Manuel de Unanue, quien también busca la reelección, sería candidato a la Alcaldía de Boca del Río dentro de cuatro años.
Por otro lado, también se acaban de difundir los listados de los diputados que por la vía plurinominal llegarán a San Lázaro. Por la Tercera Circunscripción –que incluye al estado de Veracruz- quedaron entre los primeros cinco lugares dos veracruzanos, ligados obviamente al yunismo gobernante. Uno es el actual secretario general del Comité Directivo Estatal del PAN, Carlos Alberto Valenzuela González, exregidor primero de Boca del Río y muy cercano al candidato a la Gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez –entiéndase: forma parte de la nueva generación azul-.
Esos son algunos ejemplos de lo que hoy se cimienta desde la Administración yunista para los años venideros. El trabajo de Yunes Linares no sólo es recomponer la vida pública de la Entidad, tras el desastre heredado de la fidelidad, sino, como ya se dijo inicialmente, empujar a la renovación generacional de la clase política actual, al menos de la panista.
LOS BLANDENGUES
Pues se confirmó que el exalcalde panista de Córdoba, Hugo Fernández Bernal, se echó para atrás y no será candidato a la Diputación Federal, abanderado por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Las razones se especulan, pero todos coinciden en que no se aventuró a enfrentarse al poder estatal ni a la operación municipal. Blandengue como siempre, el señor Fernández dejó “colgando” a los Morenos.
Pero el que ya salió a hablar con la prensa fue el diputado local, Zenyanzen Escobar García, quien inicialmente fue marginado para imponer al exAlcalde cordobés. El maestro Escobar aseguró que él está dispuesto a sacrificarse por Morena y el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, asumiendo la candidatura para la Diputación Federal. Alguien tendrá que decirle al diputado Escobar que también el quehacer político requiere de dignidad. Es lastimoso verlo ahora ofreciéndose como “plato de segunda mesa” cuando en su momento no tuvo la valentía suficiente para rebelarse a la imposición. Otro blandengue, pues.
En el contexto nacional y estatal, ayer se dieron a conocer los coordinadores regionales del PRI para operar la elección presidencial. En la Tercera Circunscripción fue nombrada la exgobernadora de Tlaxcala y exdirigente nacional de la CNC, Beatriz Paredes Rangel, muy ligada a la fidelidad e incluso ella se decía madrina política de Javier Duarte de Ochoa. Ah, para ayuda del priismo. Paredes Rangel es también amiga cercana –y cómplice- del innombrable, quien en su sexenio le regaló un departamento de lujo en la famosa Torre Platino, ubicada en el bulevar costero, con vista a la Isla de los Sacrificios.
Finalmente, en los acomodos que se dan dentro del rejuego electoral, cabe agregar que además de la panista Indira Rosales San Román, Veracruz ya tiene otro Senador asegurado que es el cordobés Dante Alfonso Delgado Rannauro. El exGobernador veracruzano ocupa el segundo lugar en la lista de candidatos plurinominales del Partido Movimiento Ciudadano y su pase a la curul es inminente.
BAJO LAS PIEDRAS
Desde hace tiempo las organizaciones de familiares que buscan a sus desaparecidos han señalado hacia la Academia Estatal de Policía como uno de los puntos donde habría restos humanos sepultados clandestinamente, pero también muchos secretos de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en los dos sexenios anteriores. Lo dijeron mucho antes de que hubiera un registro en expedientes judiciales sobre ese tema, antes de que exagentes policiacos confesaran –en calidad de testigos protegidos- lo que allí sucedió.
Los activistas hicieron el trabajo de investigación sobre el tema de los desaparecidos aun con el Gobierno en contra, y fueron quienes localizaron y comenzaron a excavar terrenos donde se inhumaron clandestinamente a las personas que eran detenidas y asesinadas, tanto por las bandas delictivas como por la Policía aliada de éstas.
Fue gracias a los Colectivos que se pudo hallar el enorme cementerio clandestino en Colinas de Santa Fe de donde se han extraído casi 300 cadáveres, pero donde se presume que hay muchos más. Lo mismo en otros predios en diversos puntos de la Entidad que fueron usados para enterrar ilegalmente más restos humanos. Los integrantes de los Colectivos se las ingeniaron para conseguir información que ayudó a localizar las fosas clandestinas.
Han sido exitosos en eso sin o con escasa ayuda de las instancias judiciales. Ayer, varios de los Colectivos solicitaron formalmente a la Fiscalía General del Estado realizar una búsqueda forense en las instalaciones de la Academia Estatal de Policía, hoy llamada Centro de Estudios de Investigación en Seguridad y que se ubica en el poblado El Lencero de Emiliano Zapata. La exploración del lugar es insoslayable.
Los testigos protegidos ya confirmaron lo que los activistas denunciaron tiempo atrás, pero aseguran que la ubicación de los restos humanos se disimuló con planchas de cemento, pues sobre las fosas clandestinas se levantaron edificios. ¿Hay que derribarlos? es la pregunta que ahora entrará al debate. Los asegunes son el costo monetario y la inversión perdida, pero aún con ellos, la respuesta es sí.
Los desaparecidos y asesinados lo merecen. Las piedras no pueden tener prioridad sobre los humanos y sí ellos –entiéndase, sus restos- están debajo, habrá que levantarlos. Si no se realiza una búsqueda exhausta en la Academia Estatal de Policía hasta localizar a los desaparecidos o confirmar que no están allí, la duda quedará para siempre al igual que la deuda de justicia para con ellos y sus familiares. Los integrantes de los Colectivos tienen razón: si es necesario habrá que derribar la Academia con tal de encontrar a los que faltan y quitarle a ese sitio el estatus de mausoleo.
