Zongolica.- Debido a que la región de Zongolica está considerada como un punto rojo y que pudiera surgir un movimiento armado, los campesinos afiliados a la Tinam denunciaron el acoso y persecución de elementos del Ejército Mexicano.
De acuerdo con Adolfo Tlaxcala, en las comunidades de Zapoapita, del municipio de Fortín de las Flores, así como en las de Nexca y Zapoapan, de Ixtaczoquitlán, la presencia de militares se ha intensificado, debido a que los miembros del Tinam han hecho presencia para rechazar la instalación de la hidroeléctrica de El Naranjal.
Precisó el entrevistado que el Gobierno federal teme un posible levantamiento armado en la sierra, y por ello, han enviado a los soldados a infiltrarse entre los habitantes para intimidarlos, pero dejó en claro que no acopian armas ni nada por el estilo, y sí hay manifestaciones, pero éstas son pacíficas y lo han hecho por el hartazgo social ante los múltiples escenarios de inseguridad social y desapariciones en los que ha incurrido el país.
Señaló el entrevistado que el Gobierno ha hecho uso de los grupos paramilitares “disfrazados de delincuencia organizada” para intentar contener las muestras de rechazo popular a la política de Estado.
Dijo que los fracasos de infiltrar los movimientos sociales obligan al Estado mexicano a buscar “reventar” la ola de manifestaciones que empieza a cundir por el país.
Pero descartó que por ello vaya a surgir un movimiento armado en la zona serrana, pero temen que el Gobierno Federal implemente un estado de agresión en contra de quienes demuestran un creciente hartazgo de autoridades.
Cabe recordar que en el municipio de Astacinga se detuvo a los hermanos Tzompaxtle Tecpile, debido a que los relacionaron con el Ejército Popular Revolucionario (EPR) pese a que los delitos jamás se les pudieron comprobar y más tarde fueron puestos en libertad.
También de esta zona, se detuvo a Gloria Arenas Agís y a su esposo Jacobo Silva Nogales, fundadores del Tinam y del Ejército Revolucionario del Pueblo Popular Insurgente (ERPI), acusados de rebelión, que tampoco resultaron
responsables.
Redacción
El Buen Tono
