Orizaba.- No hizo nada igual con ninguna otra Nación y fue con un mensaje cristológico de reconciliación y de paz llamando al hombre a vivir con fe y esperanza.
En tiempos en que se apareció hace 483 años, nuestra Nación también estaba dividida entre los habitantes de esta tierra y los que venían a encontrarse con ellos, dijo en la homilía del 12 de diciembre el rector del templo del Calvario y vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
Así, en aquellos tiempos la división como ahora, por un lado aquellos que causan violencia y otros transmitiendo los valores del reino que son: justicia,
verdad y paz.
Santa María de Guadalupe vino para unir a los pueblos que estaban enemistados y entonces lo hizo como es constante en la historia de la salvación a través del más humilde de sus hijos, Juan Diego, indicó.
En esta misa se pidió a la Emperatriz de América haga realidad en los mexicanos sus palabras de unión, de paz y amor entre todos como hermanos.
En cada una de las misas celebradas este doce de diciembre se hizo la consagración de forma individual, familiar y nacionalmente a la Virgen de Guadalupe, pidiendo su protección y la conversión de quienes han olvidado que somos hermanos y causan tanto dolor como muerte.
La consagración es en respuesta al llamado de los obispos de México que en días pasados convocaron a todo el país a realizar un Docenario de oración por la paz y que hoy concluyó con esta consagración.
En el templo más antiguo de la ciudad, el del Señor del Calvario, el padre Helkyn Enríquez hizo la consagración y la tradicional Bendición de las rosas, que después las familias se llevaron como signo de bendición.
Lo mismo hizo el administrador diocesano Francisco Aguilera Medrano, quien durante los últimos veinte días habría recibido más de 400 peregrinaciones y al menos unas cien mil personas.
Este doce de diciembre, tanto el santuario diocesano La Concordia como los templos dedicados a la Virgen de Guadalupe en toda la región, lucieron repletos de feligreses que en un gran número llevaban a sus hijos vestidos de San Juan Diego, de la Virgen y de inditas, todos recibieron la bendición y se unieron a la oración mundial por la paz.
Matilde De los Santos
El Buen Tono
