Orizaba.- Aunque en Orizaba se tiene cierto control de vándalos y grafiteros, no se ha erradicado el problema, porque nunca falta quien, con un plumón u otro objeto, daña propiedades privadas o el equipamiento urbano, reconoció el director de Gobernación, Juan Ramón Herebia Hernández.
Es una conducta que se ha moderado, no puede evitarse porque se necesitaría colocar un policía por cuadra en toda la ciudad y eso es imposible. Sin embargo, cuando un menor de edad incurre en esta falta y se le detecta, se le remite a la Comisaría de Policía, pero se llama a sus padres.
Una vez que esto sucede, se cita a la parte agraviada y los padres o tutores acuerdan la reparación del daño y lo solucionan. Cuando es un adulto quien comete la falta y es detectado y detenido por la autoridad, debe pagar una multa administrativa del orden de mil 100 pesos, indicó.
El daño de un grafitero y los de un adolescente con un plumón es el mismo, sin embargo su realidad frente al Bando de Policía es distinto, dijo.
Por ejemplo, indicó, hay casos con una connotación distinta a la conducta que asumen los adolescentes, “hace algunos días producto de la manifestación un grupo de personas encapuchadas hizo pintas de corte político al calor de su descontento, no hubo detenidos, tampoco quien se responsabilizara ni reparara el daño”.
Los ciudadanos conocedores de sus derechos, muchas veces hacen las denuncias en el momento, porque se pueden dar cuenta cuando los adolescentes pasan y a propósito manchan la pared, eso es difícil de erradicar.
Matilde De los Santos
El Buen Tono
