A propósito de la conferencia que nos dieron en Rosa Mística sobre que “El humo de Satanás entró en la Iglesia Católica” , lo dijo Pablo VI, y los que no fueron a la conferencia, se la perdieron.
Hubo preguntas de una increíble altitud mental, que pensé que la Monja que dio la conferencia se iba a salir por la tangente, pero no, a todos les contestó muy bien y me da mucho gusto ver que a estas juntas, no van ricos ni pobres, van gentes estudiosas y que leen mucho. De inteligencia.
Les voy a contar una anécdota sobre este Papa italiano Pablo VI.
Corrían los primeros años de 1960 cuando, en un noble gesto de solidaridad para con los pobres, el Papa Pablo VI puso en venta su tiara pontificia, la “corona” de oro del Papa.
Se trataba de un acto de singular valor.
Cuando el Cardenal Montini fue electo Papa, los fieles de la arquidiócesis de Milán, de donde él era obispo, le regalaron la tiara. O sea, esta tiara pontificia era doblemente “suya”, ya que era un regalo para el nuevo Papa Pablo VI y para la persona que había sido pastor de los católicos de Milán. El valor afectivo de la tiara era más que comprensible.
Esta tiara pontificia fue comprada por el cardenal Francis Spellman, arzobispo de Nueva York, y hoy se encuentra en exhibición en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington.
El monto de la compra se destinó a poblaciones africanas.
He recordado esta historia a propósito de la visita al Vaticano del célebre líder “Bono”, de la famosa banda de pop irlandesa “U2”.
Bono estuvo en el Vaticano el 16 de noviembre de 2012 y se entrevistó con el Cardenal Turkson, Presidente del Consejo Justicia y Paz y por más de una hora platicaron. Y es que Bono fue al Vaticano para agradecer el papel de la Iglesia en la campaña mundial “Deja la deuda”, o sea , le pidió a los Judíos de Wall Street, que ya dejaran de sangrar a los pueblos pobres, así que se cumplió el objetivo que los países ricos de la Banca Mundial, perdonen la deuda a los países pobres. Fíjense el peso de nuestra Iglesia Católica, que logró fuera perdonada esta deuda criminal.
Radio Vaticano recoge que Bono reconoció que la Iglesia merece un reconocimiento increíble en esta campaña que ha conseguido que 52 millones de niños vayan a la escuela y añadió que los católicos deben estar conscientes de que su fe es importante en estos esfuerzos.
Las justas palabras de gratitud de una estrella mundial de la música parecen estar en contraste con esas frecuentes mentiras e invenciones que aquí y allá se hacen sobre las supuestas riquezas de la Iglesia y la mal intencionada frase de, “¿por qué no vende todo y se lo da a los pobres?”.
Más allá de responder a esas personas invitándoles a “comenzar con el propio ejemplo” y para decirlo evangélicamente valdría esa parte de Lucas, “Haz tú lo mismo”.
Resulta significativo que este tipo de declaraciones pasen desapercibidas en la gran prensa. La ignorancia de algunos también se debe en buena medida a la falta de información.
No dudo que si las palabras de Bono fuesen en la dirección contraria habrían llenado de titulares los periódicos y la TV y seguirían alimentando la imagen de que la Iglesia no hace nada por los pobres.
Pablo VI fue el último Papa en usar una Tiara Pontificia.
Ha pasado más o menos lo mismo con los cien mil dólares que Benedicto XVI donó recientemente, a nombre de toda la Iglesia, para la acción caritativa en Siria (Ayuda del Papa a las probadas poblaciones de Siria).
Volviendo a lo de la tiara, es evidente que la pobreza no se acabó con la venta de ese objeto.
Tampoco sucedería con la venta del Vaticano completo, que por demás es un contrasentido pues en virtud de un acuerdo con el Estado Italiano, OJO… el Vaticano no puede vender piezas de arte que, además, son patrimonio de la humanidad.
Grávenselo bien, los Tesoros de la Iglesia, son Patrimonio de la humanidad.
La pobreza se acaba, educando a las personas, y eso es precisamente lo que hace la Iglesia en tantos lugares del planeta, con cientos de miles de escuelas, colegios y universidades. Además de miles de Hospitales en zonas de mucha pobreza.
Ciertamente la Iglesia no se dedica a buscar altavoces de su loable acción caritativa. Quizá porque rige ese principio evangélico del “que no se entere tu mano derecha de lo que hace la izquierda”.
Pero de que existe y, además, es eficaz, no cabe duda. No porque lo diga una estrella de la música mundial como Bono, aunque desde luego no es para dejar pasar desapercibidas esas declaraciones.
Hoy tenemos un Nuevo Papa, Francisco I, y como buen Jesuita, lo primero que predica es la humildad y la relación directa con los católicos de todos los estratos sociales.
Yo no estoy de acuerdo con el Papa, que desprecie la seguridad de usar un carro blindado, pues ya lo vimos con Juan Pablo II, que un desquiciado mental le metió un tiro por andar al descubierto.
Es el Jefe de la Iglesia Católica y es de mucha necesidad.
Su vida, yo diría que ya no le pertenece, es de los miles de millones de católicos que habemos en todo el mundo y a los que él nos dirige espiritualmente. Ojalá recapacite.
Le reconozco su trabajo y el esfuerzo por nuestra religión, pero además tiene algo a su favor que hace años no se veía, “tiene carisma”.
Como Yo estudié con los Jesuitas, me siento más contento que los argentinos, que ya es decir, de tener un Papa latinoamericano y Jesuita.
Lo que más defiende la Iglesia Católica, es a la familia, y es lo que más atacan los gobernantes mexicanos masones, pues quieren destruir a la familia a como dé lugar, autorizando matrimonios homosexuales y que adopten hijos, eso es antinatural y eso es destruir a México.
La familia la forman un hombre y una mujer, casados, y para continuar con el crecimiento de la raza. Por eso hay macho y hembra. Y en los aceros, hay polos positivos y negativos. Polos iguales se repelen, polos distintos se atraen. O sea que Ebrard en el DF tiene todas las cualidades para ser enemigo de la iglesia, es masón, homosexual y político anti mexica.
Todas estas corrientes de modernismo ateo, nos las mandan del exterior, principalmente de Wall Street, que ellos si quieren esclavizar a todo el mundo y crean guerras y revoluciones en México y nos han hecho más pobres y en número mayor a 70 millones de infelices.
En cambio la Iglesia Católica, tan mal informada por sus enemigos, hace todo lo contrario, no crea guerras, crea hospitales, no hace revoluciones, crea colegios para que aprendamos y se nos quite la pobreza moral.
Viva la Santa Madre la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Amen.
