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teatro titiritero

Superiberia

En días pasados en Córdoba se celebró el primer Festival de Títeres, el cual contó con la presencia de dos grandes titiriteros: Carlos Converso y Jesús Sánchez, con éste último tuvimos el gusto de platicar un poco sobre su pasión por el teatro.

 

En la ciudad, Jesús estuvo a cargo del taller de títeres y presentó dos obras. Él es originario de Chiapas y forma parte de la compañía de títeres “La Matatena”.

 

¿Cómo te trató la gente?

“Muy bien, la gente respondió excelente y creemos que este es el impulso con el primer festival”.

 

¿Cómo te iniciaste?

“Nosotros iniciamos en teatro, performance, estatuas humanas, en el 2006 decidimos explorar con los títeres y de forma autodidacta empezamos siendo titiriteros y poco a poco nos fuimos enamorando de los títeres y nos quedamos con ellos”.

 

¿Antes eras actor de 

teatro?

“Sí, actor de teatro, músico y he estado involucrado con la poesía”.

 

¿Y qué te motivó?

“Creo que ya era una afición desde pequeñito y nada más esperaba el momento preciso para dedicarme de lleno, soy ingeniero en sistemas, sin embargo, siempre he estado involucrado en esto”.

 

¿Cómo defines el show

titiritero?

“Yo diría que es un teatro con más posibilidades porque hay cosas que un títeres puede hacer y puede decir, en un actor quizás se vería raro o no aceptable para la sociedad, pero el títere tiene esa ventaja de ser un personaje mágico”.

 

Jesús se ha presentado en distintos festivales de títeres en toda la República mexicana, y en Chiapas es el organizador del Festival Nacional de Títeres. Actualmente trabaja en un montaje dirigido especialmente para adultos, pero tiene una tendencia al teatro dirigido a niños. La base de la compañía son dos, Jesús y Leobardo Aguilar. Aunque todo depende del tipo de obra que presente, en algunos montajes se manejan varios personajes, pero son unipersonales y en otros se requiere de más titiriteros.

 

Es claro que el teatro convencional y el teatro titiritero son diferentes, sin embargo, ambos requieren de preparación estricta.

Para Sánchez: “un actor no puede ser un titiritero de buenas a primeras, aunque así se piensa, pero creo es más probable que un titiritero se vuelva actor pues el actor trabaja con su cuerpo, con su voz, pero aquí ya trabajamos con un elemento externo y tenemos que trasmitirle nuestra energía a este personaje y dependiendo la técnica se complica”. 

 

¿Cuál es su importancia 

a nivel social?

“Con los títeres se puede abordar cualquier tipo de tema, no son sólo para los niños sino para los adultos, lo importante del personaje es que puede abordar temáticas que quizás el actor no lograría”.

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