Por: ALELUYA MORENO LORENCES OROPESA / columnista
No hay peor malestar del gobernante electo que la de saberse debilitado en el puesto, impuesto por intereses económicos, políticos y sociales que le sobrepasan.
Malas cuentas de la jornada electorera 2017 entregan el INE y sus operadores nacionales y locales, incluidos los partidos políticos y agrupaciones independientes registradas, al Estado profundo: con un 60 por ciento de abstención nominal, la pulverización del reparto del poder municipal en Veracruz impide que los alcaldes legalmente electos lo hagan con márgenes confiables de gobernabilidad, así como nulos de legitimidad.
Resultados deprimentes anulan el gasto económico (10 mil 932 millones 442 mil pesos presupuestados para este ejercicio democrático/El Universal 15/12/16) y la principal intención del poder político a través de la táctica electiva: organización pacífica, normativa y preventiva de la sociedad para evitar conflictos, resultado de la lucha de clases entre poseedores y desposeídos, controlando a sumisos, inconformes, adversos y contrarios irreconciliables.
El presente análisis no omite los injustos crímenes, amenazas coercitivas, rumores, corrupción, que durante la jornada mencionada se realizaron para coaccionar, inducir e inhibir el voto o la participación en la jornada, ya sea como votado o votador: listar efemérides es imposible porque no hay método ni herramientas técnicas que nos permitan describir al universo en detalles, lo cual es imposible y, ¿Cómo para qué? Por lo que limitamos la crítica del caso al municipio cordobés y breves cuitas de organismos y personajes inmiscuidos en el acto, durante escasos 30 días.
En general, los desastrosos resultados afectan directamente a la dirección del INE, a su estructura, así como a los grupos de poder constituidos en torno de la periódica sustitución de representantes populares electos mediante el voto, para cambiarlos por su natural desgaste, o promoviéndolos por exitosos a puestos superiores de mando público. Por los infelices resultados electorales alcanzados en Córdoba, los personeros y organizaciones involucradas en la contienda electoral pasada, inhábiles e incompetentes, pueden darse por candidatos al despido (Lorenzo Córdova, por delante) o, a procesos de reciclado, a ver si para la próxima mejoran sus resultados.
En especial, mediante el INE, el Estado asignó un millón 983 mil 948 pesos extras para -de acuerdo a la Ley- garantizar la conducción democrática de procesos y resultados; 764 mil 481 pesos, en el caso de Veracruz/El Universal 15/12/16.
Deficientes manifiestos: más les vale ponerse a analizar las causas de sus ridículos logros, cambiar sus instrumentos operativos, ponerse las pilas y potenciar su parca creatividad para lograr en la próxima oportunidad atraer a algo más del 40 por ciento del electorado, la mayoría cautivo, pero, en especial, afánense en tratar de convencer a los millones de mexicanos desencantados de ustedes, al 70 por ciento del electorado nominal.
Detalles del caso de Córdoba. La señora Lety López, propuesta por el PAN/PRD, según las cifras primeras del OPLE ganó con el 13 por ciento de votos del padrón nominal. Su más cercano adversario, obtuvo el mismo porcentaje de votos.
El resto de la chiquillada se repartió el restante 14 por ciento de votos emitidos. Impermeable a campañas electoreras dirigidas y negociadas por extraños masiosares operadores de votos, la mayoría de la población cordobesa en edad de sufragar prefirió abstenerse o anular su boleta electoral.
Soberana e íntima decisión, que, traducida a reglas y normas escritas y no escritas del poder real, la deja en frágil posición gobernante. Difícil será su cabildeo para sacar acuerdos legales que le permitan llevar adelante su programa de Gobierno.
Tendrá que negociar cada decisión estratégica a tomar con dos bloques que controlan cada uno a una tercera parte de la representatividad ciudadana, pero dirigidos por otros grupos de poder local, estatal, regional y nacional.
Si la vida municipal se condujera con principios democráticos verdaderos, la situación sería ideal: el Cabildo futuro, representante de los distintos sectores, habrá de tomar acuerdos a partir de discusiones paritarias entre dos fuerzas principales y alianzas con los partidos minoritarios, que, si se pusieran de acuerdo, en su conjunto manejan una fuerza equiparable.
Pero, en un clima de encono, revanchismo, escasa capacidad de negociación y cultura política endeble, se espera lo contrario: grillas y sombrerazos inter-partidarios y al seno del Cabildo, como se acostumbra en los parlamentos estatales y nacionales. Y ello sin dejar de contemplar una variable interesante de la realpolitk jarocha: el caso único y excepcional del vínculo familiar de Lety, con Tomás, su hermano, militante, dirigente y representante electo por el PRI en numerosos cargos públicos.
Nexos que -acomodándose con prudencia-, auguran lo contrario a la primera percepción de las tendencias desplegadas en la pasada contienda.
Con escasos votos emitidos a su favor, la señora López necesita realizar negociaciones finas y más caras para aumentar el margen de su capacidad y decisión gobernante.
Además, requiere aumentar su rala credibilidad y confianza social; como su triunfo es frágil debido a los escasos votos de diferencia entre los dos primeros lugares, más el hecho matemático de que los votos anulados son superiores a esa diferencia, más la percepción ciudadana de que en casillas ganó Morena, lo que perdió en conteos del OPLE, aun con su acta de Constancia de Mayoría, a seis meses de acceder legalmente al poder su desgaste es notable contraviniendo el sentido de los comicios: elegir a un poderoso y representativo gobernante de todos en unidad con su Cabildo incluyente.
Cuando no es así, se obliga el ungido a negociar al seno del Cabildo y de los grupos constituidos para asegurar aliados tácticos que le faciliten la tarea de gobernar; lo cual a menudo es causa de irregularidades opacas y corruptas.
De no lograrlo justo a tiempo y en términos aceptables, todo se puede esperar de los próximos 4 años en la jarocha Córdoba, menos la paz, tranquilidad y la laboriosidad requerida para crecer en tiempos de crisis, en un clima de libertad, seguridad y justicia.
Dice la voz popular que mucha fue la inversión de recursos económicos, físicos y humanos para lograr el frágil y cuestionado triunfo; así que para mantener y aumentar el grado de confianza social en la primera señora Presidenta Municipal electa, el sistema se obliga a invertir mayores recursos de todo tipo; tal vez, más allá de los inicialmente calculados y disponibles.
Por último, en la pasajera paz de los días postelectorales, a la vez de reponer fuerzas para acceder oficialmente al cargo municipal, integrar su gabinete, formalizar su plan, programas sectoriales y programas operativos anuales (POA’s), seguramente Lety López Landeros (LLL) reclama a su montón de inútiles, desligados de las masas y, auto-sobrevalorados operadores de campaña, por los miserables resultados electorales tan encarecidamente recolectados.
