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Terminaron los pactos del Poder

Superiberia

CDMX.- La captura de los exgobernadores de Veracruz y Tamaulipas, Javier Duarte de Ochoa y Tomás Yarrington, “demuestra la cloaca de corrupción que somete a México, donde la impunidad es el principal ingrediente”.

En el editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México considera que los agravios son evidentes cuando la opinión pública conoce del patrimonio exorbitante y de los caudales de recursos que cebaron a los delincuentes en feudos corruptos para solapar negocios y proteger amigos; los allegados (de los exgobernadores) se beneficiaron de cargos inexistentes, cuentas fantasma, licitaciones o compensaciones a nombre del Estado, sin mayor explicación o transparencia.

En el texto, titulado “Hediondez del poder”, la Iglesia Católica considera que después de la alternancia y fin del autoritarismo presidencial terminaron los pactos del poder, y los exgobernadores encontraron el perfecto filón de oro para satisfacer voraces ambiciones sin responder a nadie y ejecutar el pago de favores.

La Iglesia católica mencionó que en México existe un binomio de corrupción y democracia, los cuales permiten el empoderamiento de los gobernadores corruptos.Algunas cifras publicadas durante el pasado proceso electoral federal 2012 mencionaban que, para el caso de una campaña para Gobernador, la autoridad electoral habría puesto topes de campaña de entre 40 y 50 millones de pesos; sin embargo, se necesita más recursos para amarrar el cargo. Una campaña ganadora requiere de entre 400 y 700 millones de pesos.

De acuerdo con la Arquidiócesis de México, esto indicaría el “engaño y fraude a la ley para fondearse de recursos ilegales, de fuentes no permitidas, incluso del poder corruptor del crimen organizado, a través de contabilidades dobles”, aseveró.

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