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TETELZINGO, INGOBERNABLE

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  / columnista

Ya no hay que extrañar a los grupos de autodefensas de Guerrero y Michoacán que, con un supuesto poderío otorgado por los gobiernos Federal y Estatal, se extralimitaron y cometieron todo tipo de abusos contra la población civil, pues en Veracruz sucede un caso similar en la comunidad de Tetelzingo, en el municipio de Coscomatepec.

Allí, desde el lunes pasado, permanece retenido -secuestrado, pues- un grupo de policías municipales acusados por la turbamulta de asesinar a un lugareño que había protagonizado una riña en la cantina llamada “El Manguito”. Los enardecidos pobladores también hirieron al director de Seguridad Pública Municipal, Miguel Ángel González Contreras, quien se encuentra internado en un hospital de Huatusco.

Ya son cinco días de que los agentes -cuatro policías y un comandante- están encerrados en una prisión provisional habilitada en la sede de la Agencia Municipal, donde duermen en el suelo y son tratados a punta de culata. Pero lo más delicado es que los lugareños amenazan con lincharlos y, pese a ello, hasta la fecha -por lo menos hasta ayer por la tarde en que se redactó este texto- ninguna autoridad ha hecho nada por rescatarlos.

El alcalde de Coscomatepec, el perredista Serafín González Saavedra –a quien sus mismos coterráneos apodan “SeraRuin”- abandonó a sus propios agentes y ha llegado a amenazar a los familiares de estos para que no declaren nada a la prensa.  El Edil prácticamente se desapareció del Palacio Municipal, y a los que han ido a buscarlo para saber la suerte de los policías, les dicen que se trasladó a Xalapa a una reunión con el Gobernador.

Pone de pretexto que el Mandatario Estatal lo requirió para permanecer en Xalapa en lugar de estar en el municipio para atender el problema. Es una mentira, por supuesto, y lo cierto es que González Saavedra puso ‘pies en polvorosa’ y pretende dejarle el asunto a la Fiscalía Estatal. La situación no es menor porque nadie puede ingresar a Tetelzingo sin que lo autoricen los amotinados y bajo el riesgo de ser agredidos.

Ni siquiera los compañeros de la prensa en la zona Centro se han arriesgado a ir, aun cuando hace un par de días hubo una “invitación” de los lugareños para acudir a una conferencia de prensa en el Centro de la comunidad, ya que todo parece indicar que los tipos están dispuestos a retener -secuestrar, pues- a periodistas para aumentar la presión al Gobierno Estatal.

Y en medio del caos, muchos de los hechos se han tergiversado, según algunos lugareños -quienes por medio de terceras personas han hecho llegar hasta este espacio una versión distinta de la difundida por los que reclaman la muerte del señor alcoholizado en el bar “El Manguito”-. En primer lugar, la comunidad está dividida, unos piden que los cinco policías sean entregados a las autoridades y que ella los someta a investigación judicial.

Pero hay un grupo que se opone porque los rehenes se convirtieron en la posibilidad de presionar al Gobierno Estatal para que detenga las pesquisas que pesan sobre varios de ellos por el robo de combustible en ductos y carros-tanque de Petróleos Mexicanos (Pemex). En marzo del 2017, el Gobernador acusó a pobladores de ese lugar de ser los responsables de un ataque al destacamento de la Policía Federal en Orizaba para “rescatar” un carro-cisterna con 14 mil litros de gasolina.

En esa fecha, el Mandatario Estatal indicó que se investigaba una red de “chupaductos” integrada por habitantes de Tetelzingo. Además, no hay que olvidar que los tetelzingueños han protagonizado bloqueos de carreteras, principalmente por obstruir la caseta de peaje de Fortín de las Flores, así como pleitos y agresiones contra taxistas, maestros y servidores públicos que acuden a la comunidad. Vaya, hace unos años hasta amenazaron con apedrear al obispo de Córdoba, Eduardo Patiño, porque ordenó la destitución de párroco del lugar que se involucró en actividades partidistas.

Pues bien, los pobladores que se dirigieron a este espacio afirman que los responsables de la muerte del ciudadano baleado el pasado lunes no fueron policías, sino el hijo del fallecido. Ambos pertenecen a una de las familias ligadas directamente al “huachicoleo” y son sumamente agresivos –tanto que el hijo mató al padre al calor de las copas-. Los amotinados acusan a los policías de haber golpeado al hijo del asesinado, pero hay un informe médico que desmiente tal señalamiento.

Lo curioso es que ahora ese joven se pasea por el poblado con visibles marcas de una golpiza. ¿Qué sucedió? la versión es que se autoinfligió heridas para mostrarse como víctima y no como victimario. Pretende torcer las hipótesis y que no recaiga sobre él la imputación del crimen de su progenitor. A la vez, y lo sumamente riesgoso, es que están montando el escenario para azuzar al resto de la población para hacer justicia por cuenta propia, o sea, linchar a los retenidos si las autoridades no ceden a sus exigencias.

Angustiados, los familiares de los agentes claman por la ayuda externa porque el alcalde González Saavedra se ha negado a apoyarlos, bajo el argumento de que “está en negociaciones con los de Tetelzingo”. “Sólo nos da largas y no hay ningún acuerdo”, “ellos (los policías) tienen alimento, pero están en condiciones deplorables”, fueron algunos de los mensajes que hicieron llegar. El temor es que, si la autoridad sigue sin reaccionar, se puede llegar a lamentar la muerte de los rehenes.

Todo está muy turbio en Tetelzingo. La autoridad está ausente y la ingobernabilidad manifiesta. La cordura pende de un hilo y la tragedia puede llegar en cualquier momento. Y tanto lugareños que están en contra de la violencia ejercida por una parte de la población como familiares de los policías secuestrados repiten una deducción similar: el Ayuntamiento protege a los ‘huachicoleros’ de Tetelzingo.

 

TRAMPOLÍN SENATORIAL

En la 68 Legislatura, que inicia en septiembre, Veracruz tendrá seis senadores, y al menos tres de ellos entrarán en automático a la carrera rumbo a los comicios del 2024 al considerar la inercia que ha prevalecido en los últimos veinte años de que el personaje que ocupa una representación senatorial es considerado un posible candidato a gobernar su terruño.

De esos seis senadores, tres llegarán por el voto directo de los electores: la fórmula de Rocío Nahle García y Ricardo Ahued Bardahuil, por la alianza Morena-PT-PES, que ganó la contienda y el panista Julen Rementería del Puerto, que llegará a la curul como titular de la fórmula de primera minoría. La perredista Yazmín Copete Zapot no se convertirá en Senadora.

Los otros arribarán por la vía plurinominal: la exsecretaría de Desarrollo Social en el Estado, Indira de Jesús Rosales San Román, quien ocupa el tercer lugar de las listas nacionales del blanquiazul, y la joven Claudia Esther Balderas Espinoza, postulada por Morena en la posición número 13, y es casi un hecho de que se sentará en la curul.

También el exgobernador Dante Alfonso Delgado Rannauro se convertirá en Senador por esta vía, y de todos, él es el más experimentado, pues ya ocupó un escaño en el Senado del 2006 al 2012. Ante la obligada recomposición que se dará en la geografía política del Estado, será un ‘candidato natural’ para la renovación gubernamental en Veracruz 2024.

Sin embargo, para ese entonces Dante Delgado tendrá 74 años de edad -hoy tiene 68- y algunos consideran poco probable que se aventure en una refriega electoral. Habrá que esperar porque aun con ello, Delgado es la carta de mayor valía frente al resto de los futuros senadores. Otros dos que están invariablemente excluidos para el 2024 son los morenistas Rocío Nahle y Ricardo Ahued, no por la edad, sino porque no son veracruzanos. La primera es de Zacatecas y el segundo de Hidalgo.

Así, de los seis futuros senadores sólo cuatro son originarios de la Entidad y dos son advenedizos. Salvo que, en la próxima Legislatura Estatal, con mayoría de Morena, se aventuren a cambiar la Constitución Local para permitir la postulación a ese par, ambos están fuera de la carrera por la Gubernatura veracruzana para dentro de seis años.

Por lo tanto, quedarían sólo tres posibles contendientes catapultados desde el Senado -no como un hecho, sino como una posibilidad aprovechando sus respectivas posiciones- para el 2024, que son el panista Julen Rementería, que en seis años tendrá 63 años, y dos mujeres jóvenes, la también panista Rosales San Román y la morenista Balderas Espinosa, cuya única encomienda pública ha sido la titularidad de la Dirección Municipal de la Juventud en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos.

Ella como Indira Rosales tienen escasa experiencia en cuestiones políticas. Rosales representa la corriente yunista en el PAN y eventualmente podría ser proyectada al 2024; mientras que Balderas Espinosa, a pesar de ser una desconocida, también está en una situación parecida, ya que su escasa experiencia no le es un lastre porque Morena ha ganado espacios con caras nuevas. Lo quiera o no, está en las barajas del rejuego venidero.

Claro, Claudia Esther Balderas se enfrentará a toda la nomenclatura de ese Partido, pues decenas buscarán esa postulación; ahora Morena está como en los viejos tiempos del PRI, cuando ganaba hasta una vaca si la postulaban -palabras del inefable Héctor Yunes-. Ya verán que en ese Partido sobrarán los apuntados y los desgreñados por tal candidatura.

Es un hecho que se dará un choque entre las corrientes yunista y julencista en vísperas del 2024 por la postulación, bajo el entendido que para esas fechas el Gobierno de Cuitláhuac García y el de López Obrador estarán lo suficientemente desgastados para que los opositores avituallen las expectativas. Si no es con Rosales, los yunistas azules seguramente impulsarán otro prospecto para el 2024.

 

FIDELIDAD MORENA

Una versión malsana corre por los merenderos políticos: el todavía Diputado Federal, Javier Herrera Borunda, hijo del innombrable, sería nombrado ‘jefe de asesores’ del próximo Gobernador, Cuitláhuac García. Al parecer lo apuntala el actual Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, de quien también fue su asesor a principios de su sexenio, y el cual es cercano a Andrés Manuel López Obrador y al innombrable mismo.

De confirmarse la especie, la fidelidad será resucitada en Veracruz, pero ya no de rojo, sino pintada de marrón, gracias al pacto con Morena. Ojalá se trate de un bulo, pero si no, ¡Dios guarde la hora! diría el clásico.

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ENTREGAN CONSTANCIA DE MAYORÍA A LA DIPUTADA FEDERAL ELECTA CORINA VILLEGAS

!ANDRÉS TE QUIERO!