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Toca la Ley de Herodes

Superiberia

astrid elías quiso renunciar… le dijeron ¡no! y, huyó

Muchos titulares y extitulares de despacho, así como jefes de organismos desconcentrados y alcaldes que supieron y se daban cuenta de las rapacerías que se orquestaban y ejecutaban desde las mismas entrañas de Palacio, no se quisieron ir con las manos limpias y desprestigiados de a gratis… y le metieron la mano al cajón de lo lindo.

Aún más, viendo cómo desde el Orfis les tapaban sus “pecadillos” administrativos y financieros de los ejercicios del 2010, 11, 12, 13 y 14; se confiaron y le hincaron los dientes y hasta las muelas, a las chequeras públicas estatales y federales.

Muchos ¡Pero muchos! En las principales oficinas y hasta en modestas jefaturas de departamento, pero sobre todo los Jefes de las Unidades Administrativas, están apanicados. Quieren correr, huir, esconderse y si me apuran algunos hasta morirse. La Cuenta Pública del 2015 refleja parte de todo ese desorden que hicieron.

Muchos titulares se quejan que desde Palacio les enviaban personas inexpertas en el manejo administrativo, llegaban a robar y a llenarse las bolsas, se quejan algunos. Otros por conservar la chamba, veían cómo desde Sefiplan les “ordeñaban” las disponibilidades presupuestales y callaban. Otros más, quedaban mal con los beneficiarios de programas, porque desde Sefiplan los succionaban a título de “préstamos”, como fue el caso del Tribunal Superior de Justicia, Sedarpa, el Fideicomiso del 3% a la Nómina, institutos tecnológicos, Icatver, Sistema Nacional del Empleo y muchos más que callaron. Sólo la Rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara y algunos Ayuntamientos, sobre todo de oposición, pusieron el grito en el cielo y demandaron a tiempo, por la vía penal, la falta de radicación de los dineros federales. A estas alturas del sexenio, son muchos los que se comen las uñas, que buscan afanosamente a funcionarios de bajo pelo para que les firmen documentos que los exculpen y son muchos los que quieren renunciar para escaparse del incendio. La mayoría no lo ha logrado. Plantar una renuncia en los escritorios de los jefes equivale a la velada amenaza de que a él le cargarán los muertos y por tanto no se las aceptan. Algunos lograron renunciar en los últimos días del desgobierno de Duarte, a otros les pintaron su raya.

Es el caso de la directora del DIF Estatal, Astrid Elías Mansur, hace una semana solicitó audiencia urgente al Gobernador Interino, Flavino Ríos Alvarado y fue recibida de inmediato. La joven funcionaria le dijo que no había razón para que continuara en el cargo y le planteó que le aceptara su renuncia. Flavino Ríos le respondió pausadamente que “lo prudente, lo honesto y lo leal para la dependencia, pero también para sus jefes y amigos, Javier y Karime, era permanecer en el cargo hasta el fin del Gobierno”. Eso nos aseguran comentó enojada a sus allegados en el DIF y sus amigos en fuga.

Cinco días después la joven regresó y le dijo al Gobernador que si no le permitía renunciar, al menos la dejara pedir una licencia por 30 días.

La respuesta de Flavino no dejó lugar a dudas, pues le dijo que en todo caso tramitara su licencia ante la Junta de Gobierno del DIF, que por Ley era la única con facultades para autorizarla. Sin embargo, como Astrid sabía que eso no iba a suceder, prefirió huir y no presentarse más en sus oficinas, eso es lo que nos comentan fuentes internas del DIF. Lo cierto es que doña Astrid ha dejado de responder sus teléfonos a la prensa y más de uno sospecha que en realidad se ha escapado.

El DIF es una de las dependencias con mayores problemas de corrupción, adeudos a los trabajadores y programas incumplidos. Hace años que dejaron de pagar las pensiones a adultos mayores establecidos por Ley. Y en el ránking del terror, puede que sea la oficina con más contratos falsos y “empresas fantasmas” del Gobierno de Javier Duarte. ¡Ya saldrá eso en su momento a la luz pública! Se sabe que el Reforma tiene extensos expedientes que irá sacando a cuentagotas para tenernos cautivos y en cualquier momento le pasarán factura.

Astrid fue toda una figura al principio, después toda una figurona de la política estatal. Todo resolvía, todo ordenaba, en todo estaba. Era el ajonjolí de todos los moles de Palacio. No importaba el nivel de los funcionarios, a todos ordenaba por “instrucciones” de la señora.

Astrid es cordobesa, prima hermana de otro de los protagonistas del horror, Pepe Toño Mansur; su esposo fue funcionario de la Sedarpa y su hermana la secretaria privada de doña Karime, durante buena parte del sexenio.

Así son las Figuras y Figurones de la política veracruzana.

Ni modo, eso y más le fue permitido a los Virreyes en Veracruz.

Son historias de terror político que, desafortunadamente, ni siquiera se puede esperar ilusamente que se hayan terminado. Hoy son muchos los que abrigan grandes esperanzas, son muchos los ingenuos que están dispuestos a dar un cheque en blanco y al portador, y sin reserva alguna se declaran unos románticos de la renovación que viene. Eso es algo que aún está por verse. Durante años lo incomprobable se cernía sobre nuestras cabezas, periodistas y analistas escuchábamos historias increíbles que a falta de certeza era imposible denunciar. Ahora todo flota, la mierda flota, el lodo desborda y nos vemos incluso rebasados en la rapidez de la información, que vamos perdiendo la capacidad de asombro. ¿Qué queda? Queda esperar que nada de eso se repita, porque ¿Está usted seguro de que con Duarte todo ese sistema Virreinal se terminará? (Tomado de Politicaaldia.com)

POR: Francisco Licona 

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