Es uno de los “valientes” regidores que salieron a llevarse las letras de EBT la mañana de ayer, Juan Antonio García Regules, regidor primero, le debería dar vergüenza después de haber recibido hace unos años una de las mayores herencias de aquel entonces en esta ciudad, heredó de sus abuelos maternos empresas que hoy ya no existen, cerró los negocios para dedicarse mejor a vivir de sus “rentitas” en lugar de crecer lo heredado y darle desarrollo y crecimiento a esta ciudad. Hoy, ¿con qué autoridad moral, este conformista y cómodo cordobés quiere venir a dictarle a esta empresa los lineamientos con los cuales debemos trabajar y exigir nuestros derechos como cualquier ciudadano de este país?
Empresa que a dos años de su creación ya ofrece más empleos de los que él heredó de décadas. Juan Antonio García Regules, ¿de verdad crees tener la capacidad y autoridad moral para venir a dar órdenes a El Buen Tono?, ¿qué acaso tu torpeza te ha hecho pensar que como regidor, eres jefe de los cordobeses?
Este funcionario, que después de haber sido nieto de uno de los cordobeses mas prósperos y de mayor respeto en la ciudad, se conformó con venir a “trabajar” a un cabildo y ahora sí, hacernos creer que va a poder hacer por esta ciudad lo que no pudo hacer desde sus empresas heredadas, hoy inexistentes, en el testamento se les olvidó decirle a García Regules que una herencia es un compromiso no solo para con los hijos, también con la ciudad, cerró esas empresas dejando a familias de cordobeses sin empleo, contribuyendo a hacer de esta Córdoba el pueblote que hoy tenemos, gobernada por fracasados, transas y oportunistas. Pero suerte que como este cordobés no somos todos, y El Buen Tono nació para exigir, y hacer respetar los derechos de los ciudadanos, ¡así que o todos coludos o todos rabones!
Esta casa editorial retira sus letras que se encuentran en las jardineras a manera de protesta en el primer cuadro de la ciudad cuando sea retirada la publicidad del coludido, porque bobos vayan a buscarlos a otra empresa, aquí no somos mexicanos agachados, mucho menos esclavos satisfechos, la ley es pareja, y si el Alcalde retro -que hoy saquea a la ciudad desde ese Palacio municipal- quiere pagarle favores al coludido, lo tendrá que hacer desde su casa o dándoles de comer en sus restaurantes, esos que en años lo único que les hemos visto de novedoso son dos sombrillas más en su terraza.
Córdoba es de los Cordobeses no de tres o cuatro oportunistas que piensan que llegaron a sacarse la lotería despachando desde las oficinas del Ayuntamiento, pónganse a detonar el desarrollo de esta ciudad, y dejen de coartar la libertad de expresión y de fomentar una competencia inequitativa y desleal. ¡Si hay permiso para algunos lo hay para todos!
