Ixhuatlancillo.– Una auténtica cacería humana desataron varios grupos del Ejército Mexicano y elementos de la Policía Ministerial fuertemente armados, con el fin de localizar y capturar al jefe de la banda de secuestradores, José Antonio Porras
Ventura de 25 años de edad.
Trascendió que el líder de los plagiarios probablemente se encuentre escondido en alguna casa de este municipio, por lo que los militares incursionaron ayer en este municipio, ante la expectación y asombro de los habitantes.
Los soldados cubiertos del rostro y que portaban armas largas, a bordo de tres camionetas de las llamadas rápidas, recorrieron esta población en busca del citado delincuente, al cual tienen debidamente identificado y donde existe confianza que de un momento
a otro será arrestado.
La casa de seguridad ubicada en la avenida Álvaro Obregón entre Ignacio Zaragoza y Benito Juárez número 9, donde sepultaron clandestinamente al jubilado Guillermo Chávez Hernández, quien contaba con 59 años, fue sellada por las autoridades correspondientes, pero inexplicablemente no la mantienen bajo vigilancia policiaca.
Al ser interrogados algunos vecinos acerca de estos hechos, se negaron a hablar de ese asunto, tal vez por miedo o por evitar que vayan a ser llamados a declarar.
Algunos otros sólo se limitaron a manifestar que el taxi número económico 1127, donde viajaban al menos tres sujetos, continuamente lo paraban en las afueras de la citada casa, pero jamás se imaginaron que allí tuvieran secuestrada a una persona, pues nunca
vieron nada sospechoso.
Con el plagio y crimen del pensionado, la Unidad Especializada en Combate al Secuestro con base en Córdoba logró desarticular esta peligrosa banda de delincuentes, aunque desafortunadamente el cabecilla aún se encuentra prófugo, pero ya es intensamente buscado por diversas corporaciones en la que participan los militares.
Se conoció que las llamadas telefónicas que los plagiarios le hicieron a la familia de Guillermo hoy finado y a las que la UECS rastreó, y donde lograron establecer que provenían de este municipio fue posible que lograran capturar a los dos primeros secuestradores, los cuales proporcionaron los nombres de sus demás cómplices y la casa de seguridad donde tenían plagiado al jubilado, al cual lamentablemente ya lo habían asesinado a golpes y sepultaron en el patio de ese inmueble.
Leobardo Lima
El Buen Tono
