POR: Ciro Di Costanzo / COLUMNISTA
El hoy gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, advirtió que cuando tomara posesión del cargo, haría sendas revelaciones que “cimbrarían a México”.
Y sí. Tomó protesta como Gobernador de Veracruz, hizo sus revelaciones y la tierra se sacudió.
Sólo que fue al día siguiente, 2 de diciembre, cuando se registró un sismo de 4.9 grados con epicentro en Guerrero.
¿Qué revelaciones hizo Yunes?
Pues que se habían recuperado mil 250 millones de pesos de todo lo que se han rateado en Veracruz, incluidos ranchos, autos, helicópteros y hasta un avión.
Buena noticia, aunque el monto palidece frente a los cien mil millones de pesos, que es en lo que el flamante Gobernador veracruzano cifra la afectación patrimonial a su Estado por las alimañas que “gobernaron” previamente la Entidad.
Quizás no cimbró a México, pero es una cifra de locura que nos debería escandalizar. En sus tiempos, nos rasgamos las vestiduras por la afectación que Humberto Moreira había dejado en Coahuila, con una deuda de 34 mil millones de pesos. ¿Y ahora nos salen que Javier Duarte había hecho semejante boquete de más del triple? El que verdaderamente sacudió a Veracruz, fue Javier Duarte. ¿Cómo diablos llegamos a esos niveles de corrupción que sí cimbran a México? Y de hecho, que lo siguen haciendo.
Cimbrando a México.
PIATTO FORTE: CARSTENS
NO CIMBRA,
PERO SACUDE
Nuestro futuro inmediato no es, ciertamente, muy alentador. Nuestro petróleo, otrora palanca de desarrollo, está cacheteando las banquetas, por los suelos.
El dólar, moneda de referencia en el mundo, por los cielos. Ya cruzó la barrera de los 20 pesos y sigue subiendo, signo inevitable de nuestra debilidad económica.
Los ataques que el Presidente del País más poderoso del mundo que, resulta que es nuestro vecino, no nos auguran un paseo por las nubes.
Y en este contexto, el respetado gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, renuncia.
Ciertamente no puede dejar pasar la oportunidad de dirigir el BIS ( Banco de Pagos Internacionales), sino que además constituye un reconocimiento muy relevante de los titulares de los Bancos Centrales más poderosos del mundo.
Desde luego, por la confianza que inspira en el mundo de las finanzas, los mercados reaccionaron negativamente y el dólar volvió a alcanzar los 21.05 pesos por dólar.
No cimbró más a México, porque la renuncia tendrá efecto hasta el 1 de julio de 2017, por lo que tenemos 7 meses para encontrar alguien con un perfil similar, que transmita esa tranquilidad que posee Agustín Carstens, por su destacadísima trayectoria.
Sin embargo, no se puede negar que en los últimos años el optimismo y las cuentas alegres del Gobierno, han contrastado con el realismo del Banco de México, que por momentos parecía franco pesimismo, cuando aseguraba que si llegaba Trump a La Casa Blanca, esto sería un huracán.
Y no se equivocó. La expectativa de crecimiento ha sido recortada más que un “origami” y con la llegada del huracán Trump ya se sienten los vientos huracanados cerca.
Cimbrando a México.
DOLCE: TRUMP
“EL CIMBRADOR”
Con perdón de don Agustín y don Miguel Ángel Yunes, pero el verdadero cimbrador de México se llama Donald y se apellida Trump.
Todavía no es Presidente de EU y ya nos está cimbrando. Sin estar aún en el Despacho Oval, ya frenó una inversión norteamericana en Santa Catarina, Nuevo León, que crearía en México al menos mil puestos de trabajo.
Y eso no es todo. Más de la mitad de la inversión extranjera en México viene de… Estados Unidos.
Todavía no llega a los jardines de La Casa Blanca y ya mató al crucial Acuerdo Transpacífico y no ha dejado de poner la mira en el TLC, que para nosotros representa el 80% de nuestras exportaciones. Ni más, ni menos. El verdadero y auténtico cimbrador.
Cimbrando a México.
Bebamos café, hermanos. Bebamos.
