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El minutero

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MISÓGINO Y BOQUIFLOJO

 En los últimos años México ha sido castigado por la ola de violencia desatada tras la torpe guerra que el panista Felipe Calderón declaró a los grupos criminales sin tener la “casa limpia” –es decir: sin eliminar la corrupción y los nexos criminales dentro del propio gobierno, no aseó las policías, los juzgados y los ministerios públicos-. Las secuelas de lo anterior son tremendamente dolorosas para el pueblo porque  se cuentan por miles a los muertos y también por miles a los que hoy llaman “desaparecidos”.

 Los hombres y mujeres que han sido privados de su libertad por los grupos delictivos  y que a los que nunca se les vuelve a ver son el peso que carga la conciencia nacional. A ellos se les debe buscar no sólo por cuestión de cumplimiento judicial sino de estatus humanitario. Se dice que en el país hay entre 27 mil y 50 mil personas desaparecidas, todo un genocidio si se considera la posibilidad de que éstas ya no estén con vida. 

 Entonces, son cientos, quizás miles los hogares veracruzanos que hoy viven en la incertidumbre de no saber dónde están sus seres queridos, si viven o no, y  muchos se han cansado de pedir ayuda a las autoridades para localizarlos. Es, sin duda, una tragedia que merece atención y también respeto. Por eso es reprobable que haya funcionarios como el subprocurador regional de Justicia en Xalapa, Marco Antonio Lezama Moo, que minimicen el dolor de esas familias y aún más, se burle de las víctimas.

 Lezama Moo declaró hace un par de días que las mujeres desaparecidas en Veracruz, principalmente en la capital del estado donde los casos se acumulan diariamente, en realidad “se van con el amante o con el amiguito” y luego son reportadas como plagiadas, dando un trabajo de más a la Procuraduría. Vaya, que este señor es lengua de trapo pues acusa a las víctimas de su propia situación. Para él, toda jovencita desaparecida es sospechosa de fugarse con el novio y por ende, culpable de no ser localizada. Boquiflojo e irresponsable.

 No es la primera ocasión en que Lezama recurre a esta insolencia pues ya en el 2011 hizo una  declaración similar. Al parecer algo le molesta al funcionario de las jovencitas y las acusa antes de indagar. ¿Qué pueden esperar los padres de familia de este funcionario de la Procuraduría de Justicia?. Nada, ni voluntad de investigar los casos ni la honestidad ni profesionalismo que debería tener un procurador de justicia y lo peor, ni siquiera el apego a la ley al que está obligado porque todo su desempeño va prejuiciado por la misoginia que lo delata.

 Lezama Moo no debería estar a cargo de una Subprocuraduría de Justicia, es más, ni siquiera al frente de una encomienda pública, los veracruzanos no se  merecen a este tipo de personajes. Aunque claro, exigir su destitución es pedirle al olmo que dé peras pues el titular de la PGJE, Amadeo Flores Espinosa es otro especimen del mismo pelaje. Tal para cual. Por cierto, antes de ocupar la Suprocuraduría en Xalapa, Lezama Moo se desempeñó en el mismo cargo en Córdoba donde dejó una larga estela de corrupción. No hay que olvidar que es uno de los funcionarios judiciales que se mencionan en algunas declaraciones de criminales que al ser detenidos confesaron haber recibido protección de este señor.

 Por ende, Lezama también carece de autoridad moral y sobre todo de ética, no sólo para opinar sobre las desaparecidas sino para estar al frente de una institución pública. El señor debería estar compareciendo ante un juez. Eso sí, aunque se porte mal con las familias que sufren la desaparición de alguno de sus integrantes nadie puede acusarlo de ser un mal padre pues ha hecho todo lo posible por mantener en la comodidad a su hijo, Marco Antonio Lezama Fernández, al cual colocó como secretario técnico del ayuntamiento de Córdoba con un sueldo de lujo.

  ¿Alguien sabe si sigue cobrando en el municipio cordobés, si el actual alcalde Guillermo Rivas conserva esa herencia del terrablanquese Francisco Portilla? Pero no sólo lo incrustó en el Ayuntamiento cordobés sino que son famosas las correrías etílicas del junior Lezama Fernández en los antros de la zona centro donde ha protagonizado escándalos e incluso accidentes viales. Pese a ello,  nunca pisó la cárcel preventiva ni un Ministerio Público pues la sombra del padre lo hace intocable. Es una muestra de cómo se imparte la “justicia” en Veracruz. Las hijas y los hijos ajenos que desaparecen no importan, lo primordial es proteger a la parentela propia, es la frase de batalla de Lezama Moo.

 

DESINTERÉS POR LA ALDEA

 

 Está por concluir la antepenúltima semana de campañas para los que aspiran a las diputaciones locales y las alcaldías. Ayer en el puerto de Veracruz estuvo el sonorense Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, para apoyar a los candidatos del tricolor. Es curiosa su asistencia solitaria pues en otras ocasiones los abanderados locales han sido arropados por toda suerte de líderes partidistas y jefes de corrientes del mismo priismo.

 A dos semanas de los comicios, no han pisado tierra veracruzana el líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz aunque sí ha ido a apoyar a los aspirantes de otros estados. Por si fuera poco, el discurso emitido en Veracruz por  Beltrones no prendió y las declaraciones mediáticas fueron superadas por el tema de la reforma energética y la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) que impulsará el copetón Enrique Peña Nieto. Más que un mensaje promocionando el triunfo de los nominados por su partido, el tema noticioso del legislador fue negar que Pemex vaya a ser privatizado. 

En política la forma es fondo, ya lo dijo uno de los ideólogos del Revolucionario Institucional, Jesús Reyes Heroles -veracruzano de origen- y las ausencias deben también interpretarse. Los bien enterados afirman que los comicios veracruzanos dejaron de ser de importancia para el tricolor nacional y para Los Pinos en aras de sacar adelante los acuerdos del Pacto por México. ¿Será cierto?

 En el PAN están en las mismas, los únicos que han venido a apoyar a sus abanderados locales son el líder nacional, Gustavo Madero, cuya visita desató una andanada de críticas incluso de los mismos militantes, el coordinador de los diputados en San Lázaro, Luis Alberto Villarreal y el ex senador Héctor Larios, éste último un “cartucho quemado” mientras que a Villarreal pocos lo conocen. Ni las figuras históricas del blanquiazul ni la ex candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, que ganó la votación en Veracruz durante los comicios del 2012, se han tomado la molestia de aparecerse por estos lugares.

 Ya ni hablar de los partidos de la chiquillada. Del PVEM ni por equivocación se ha presentado el Niño Verde, Jorge Emilio González para respaldar la alianza con el tricolor al igual que no han llegado los dos principales dirigentes nacionales del Partido del Trabajo (PT) José Narro y  Alberto Anaya pues no le ven futuro a los petistas veracruzanos. En el Partido Movimiento Ciudadano, su  fundador, el ex gobernador Dante Delgado Rannauro, sólo ha acudido a hacer campaña al lado de Dulce María Dauzón, abanderada a la alcaldía de Xalapa, el único lugar donde tiene posibilidades de triunfo y dejó en el olvido a los demás nominados. 

Alternativa Veracruzana contrató al ex dirigente del PAN, Manuel Espino para que le diera oxígeno a sus candidatos pero ahora el duranguense está más ocupado en las denuncias mediáticas contra Miguel Ángel Yunes Linares que en las campañas de los avechuchos,  aunque no ayuda de mucho pues Espino no es garantía ni de triunfo ni de buena fama.  Caso dramático es el PRD pues su dirigente nacional, Jesús Zambrano ha sido  el único que visitó Xalapa y el puerto de Veracruz para respaldar a los nominados aunque en ambos encuentros no logró llenar plazas. 

En la capital del estado apenas si reunió a un centenar de personas y en el puerto jarocho es donde tuvo más audiencia pero de las dos mil personas reunidas, mil 900 eran militantes panistas que fueron convocados para apoyar al ex panista Julio Saldaña Morán, hoy abanderado a la alcaldía porteña. Es decir, Zambrano no “jala” ni a los de su mismo rebaño.

De ahí que la lectura sobre el desinterés del altiplano hacia la aldea veracruzana es que podría deberse a las negociaciones enmarcadas en el Pacto por México y que, presumiblemente, apuntan a dejar solos a priistas, panistas y perredistas en aras de enfriar el contexto.  La respuesta podría conocerse hasta la etapa poselectoral, sobre la mesa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para repartirse las plazas.

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