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El minutero

Superiberia

 

PARA JODER AL VECINO

 Los internautas, especialmente los usuarios de las redes sociales y los lectores de la prensa digital, son geniales. Por ejemplo, muchos han resucitado aquella leidísima sección denominada “Preguntas para joder al vecino” que estuvo de moda en la prensa escrita hace muchos años, es decir, interrogatorios sobre  temas que incomodan a los protagonistas o que ponen en aprietos a los que deben contestarlos. De esta forma, hoy se preguntan:  ¿por qué el copetón Enrique Peña Nieto recibió al cordobés Javier Duarte de Ochoa el mismo día en que también se reunió con los gobernadores perredistas?

 ¿Porque fue el único día que los asesores pudieron acomodar al veracruzano que tenía semanas haciendo antesala? o ¿por qué con los resultados electorales que dio el pasado 1 de julio y el desastre que hay en Veracruz, ya lo considera dentro del cajón de sus opositores?

Podría ser especulación a ultranza pero como decía el ideólogo del viejo priismo, Jesús Reyes Heroles -veracruzano, por cierto-: en política la forma es fondo y lo que se ve, eso es.

 ¿Alcanza el escueto comunicado emitido por el gobierno veracruzano para entender lo que se trató en dicha cita -que los bien enterados afirman que fue “de pisa y corre” porque esperaban los otros gobernadores-?, ¿por qué en la nota difundida por la Coordinación de Comunicación Social no se menciona un sólo tema en específico sobre la charla y todo es general, y sobre todo se desbordan en piropos y lugares comunes para quedar bien con el copetón?, ¿no han aprendido que la vieja usanza de la barbería hastía más que agradar al mismo halagado?

La redacción del boletín está tan llena de piropos que parece que están hablando de la década de los setenta cuando la zalamería era el lenguaje oficial. Y lo peor, ¡¡hubo medios informativos que lo reprodujeron textualmente!!. De ese talante andan las cosas en Veracruz por eso dicen -los mismos lectores de prensa digital- que la frase de batalla del gobierno próspero: “Adelante”, es la misma, fusilada pero mocha, del fatídico expresidente Luis Echeverría: “Arriba y Adelante”.

 Para joder al vecino también está la pregunta que hacen al sempiterno burócrata Guillermo Zúñiga Martínez, cuyo  negocio denominado Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) opera sin registros federales y engaña a los estudiantes. ¿Por qué si dice que la UPAV no necesita los folios de la Secretaría de Educación Pública se decidió de cerrar en Córdoba la matrícula para el área de Ciencias de la Salud pues nadie le da trabajo a los egresados?, ¿por qué ningún hospital público -ni siquiera los que dependen de la Secretaría de Salud en el estado- ni privado aceptan a egresados de la UPAV?

 ¿Por qué los gobiernos de Puebla y Tabasco han advertido que interpondrán denuncias penales contra la seudouniversidad si continúa engañando a los jóvenes poblanos y tabasqueños?. Zúñiga Martínez ya no ha dicho nada sobre los problemas de su negocio en aquellas entidades pues no quiere mover las arenas que están muy movedizas ya que lo pueden engullir. Y si los gobiernos de Puebla y Tabasco están protegiendo a sus estudiantes del fraude que es la UPAV, ¿por qué el gobierno veracruzano no hace lo mismo?

 Respecto a la guerra interna en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), los perredistas rebeldes no sólo se quieren joder a su vecino -léase Juan Vergel Pacheco- sino a lo que trama para el 2013. ¿La supuesta destitución del orizabeño Vergel tiene dedicatoria a la alianza electoral que se anunció con el panismo para el año próximo?, ¿los golpes intestinos contra la dirigencia estatal del perredismo los opera Enrique Ampudia o el ex gobernador innombrable pues muchos de los “disidentes” se les menciona como sus allegados desde el sexenio pasado?

 Y en medio de la tormenta, ¿por qué al zarandeado líder Juan Vergel se le ocurre colocar como su asesor de cabecera al ultra cuestionado Agustín Mantilla Trolle, que es uno de los amarillos más priistas que existe en el estado?, ¿no se acuerda que como dirigente estatal del Sol Azteca fue el primero en proponer una alianza con el PRI? ¿tampoco recuerda Vergel  que vendió alcaldías y diputaciones al tricolor, colocando candidatos débiles para que no fueran competencia real?, ¿no hay memoria de que junto con el mendocino Enrique Romero Aquino y el otro tuxtleco, Elías Miguel Moreno Brizuela conformó el trío de perredistas llamados “perre-priistas”?

 

ENDEUDADORES

 Una sola pregunta desnuda la realidad financiera que hay en varios estados, entre ellos Veracruz, que actualmente tienen deudas casi impagables adquiridas por gobernantes irresponsables: ¿dónde están los beneficios a los ciudadanos que se prometieron para justificar la contratación de créditos o la bursatilización de activos a futuro?. Nadie los ve y nadie los siente. La agencia calificadora internacional Fitch Ratings acaba de emitir una evaluación sobre las condiciones financieras de estados y municipios de México y en ese reporte Veracruz es la cuarta entidad que disparó su endeudamiento desde el año 2009, y sus pasivos actualmente superan los 27.6 mil millones de pesos.  Antes de ella están Nuevo León con 37.3 mil millones, Coahuila con 36.3 mil millones y el Estado de México con 35.5 mil millones de pesos.

 Después de Veracruz siguen Jalisco con 22 mil millones, Chihuahua con 15.2 mil millones, Michoacán con 15 mil millones y Chiapas con 14 mil millones de pesos. Los números anteriores son indicadores de una situación muy descompuesta y pero también dan una radiografía política de esos estados. En primer lugar, los cuatro estados que encabezan la lista respecto al monto de su deuda, Nuevo León, Coahuila, Estado de México y Veracruz, estuvieron y están gobernados por militantes priistas.

Algunos de esos gobernantes y exgobernantes pecan de impericia y otros de malicia.

 Por ejemplo, los analistas comparan al neoleonés Rodrigo Medina de la Cruz con el veracruzano Javier Duarte de Ochoa, ambos inexpertos en el quehacer político y que ahora enfrentan las consecuencias del desfalco económico heredado por sus antecesores, José Natividad González Parás y el innombrable, un par de impresentables que hicieron y deshicieron con el tesoro público.

Sin embargo, tanto Medina como Duarte están impedidos para cuestionar a sus predecesores porque fueron colaboradores suyos. Es decir, fueron parte de la trama que hoy tiene postrados a sus estados. Uno fue secretario general de Gobierno en Nuevo León y el otro secretario de Finanzas en Veracruz por eso optaron por callar y apechugar.

 Pero lo peor es que ambos han seguido endeudando a sus entidades pues Medina de la Cruz asumió la gubernatura en el 2009 y desde entonces la deuda de su estado continuó creciendo. Y qué decir de Veracruz pues Javier Duarte ya lleva contratados varios miles de millones de pesos como deuda en los últimos 23 meses y todavía pretende bursatilizar otros 6 mil millones más en los días venideros. La deuda veracruzana se alza como la espuma y la misma calificadora Fitch Ratings, acaba de rebajar la calidad del estado para solventar sus compromisos financieros. Es decir, le puso mala nota por estar tan endeudado.

 Sobre el estado de Coahuila, la deuda ocasionó un escándalo nacional durante la campaña presidencial pues Humberto Moreira, el autor de la misma falsificó documentos oficiales para engañar a las autoridades fiscales y lograr los créditos bancarios. El revuelo provocó su caída de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su alejamiento del equipo del copetón Enrique Peña Nieto. Ahora su hermano, Rubén Moreira paga las consecuencias del desastre financiero y para asombro de todos quiere contratar más deuda para pagar las otras deudas. Todo un enredo verbal y moral.

 Y al Estado de México quien lo endeudó fue el mismo Peña Nieto, ese que promete que a partir del 1 de diciembre cuando se siente en la silla presidencial transformará al país. Si dejó a su entidad como la tercera más endeudada de México, habrá que imaginarse qué se espera en las arcas nacionales. Para el 2018 si el pueblo no lo detiene habrá vendido o empeñado el petróleo, los yacimientos de gas, la industria eléctrica y hasta Palacio Nacional.

 Las otras dos comparaciones obligadas son que a los actuales mandatarios de Nuevo León y Veracruz ya los han renunciado varias veces. A Medina de la Cruz, que lleva apenas tres años en el cargo le han colocado hasta anuncios espectaculares -respaldados por los empresarios neoleoneses- sugiriéndole que se vaya del gobierno. Algunos han adelantado que se irá como funcionario en el ramo educativo en la próxima administración federal y por más que Medina ha desmentido los rumores, éstos siguen creciendo.

 A Duarte de Ochoa su misma gente lo anda candidateando para irse del estado y también sus malquerientes en su mismo partido -recuerden al Héctor Yunes Landa que apurado salió a desmentir que sea el autor de los rumores cuando vio la lumbre cerca-. 

Unos ubican a Duarte en una subdirección fiscal y otros en Turismo. Pese a ello, el mismo Peña Nieto ha declarado que no lo llamará a su gabinete aunque una cosa si es cierta: el cordobés ­ -y por supuesto  tampoco los veracruzanos que son los que pagan las consecuencias- no ha apagado la veladora para que el copetón reconsidere su decisión y se lo lleve. ¿De casualidad en la charla con Peña Nieto no habrá tocado el  tema de una nueva chamba lejos de Veracruz?. Es la última pregunta “para joder al vecino”. ¿O no?

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