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EL MINUTERO

Superiberia

JUSTICIA CERO
Hubo conmoción y espanto. Hubieron marchas y plantones exigiendo justicia. También pronunciamientos y condenas de organizaciones nacionales e internacionales que exigieron una investigación inmediata y exhaustiva, pero nada se movió. No reaccionaron ni las autoridades federales ni las estatales. Ya pasó un año y el crimen del periodista Julio Valdivia Rodríguez en la zona de Córdoba sigue impune, nadie sabe nada de sus verdugos.

La Fiscalía estatal a cargo de Verónica Hernández Giadáns nunca indagó el homicidio, solo simuló pero con una desfachatez asombrosa. Vaya, el ejemplo más degradante fue que el personal del servicio forense ni siquiera le habría practicado la autopsia al cadáver del colega reportero y lo entregó a su viuda sucio, sin preparación y con la cabeza y cuerpo separados. Lo hizo con el féretro sellado en un intento de que los deudos no lo pudieran abrir y se dieran cuenta de las condiciones de los restos.

Valdivia no es el último periodistas asesinado en Veracruz pero sí el último que padeció sevicia extrema. A él lo torturaron y lo decapitaron con una sierra eléctrica, aunque no se sabe si la mutilación se realizó cuando aún estaba vivo o fue postmortem. Fue el tercer comunicador asesinado en el sexenio que corre. Los otros tres colegas -María Elena Ferral, Jorge Celestino Ruiz Vázquez y Jacinto Romero, el más reciente y cuyo homicidio cumplirá el primer mes el 19 de septiembre- fueron muertos a tiros, solo en Valdivia los criminales usaron la tortura y el ensañamiento.

La constante es que en estos cuatro asesinatos no hay justicia ni esclarecimiento solo simulación y en algunos casos el uso político de parte del gobierno cuitlahuista. Así, mañana jueves se cumplirá el primer aniversario luctuoso de Valdivia Flores. Claro, lo lloran su viuda, Guadalupe y sus cuatro hijos, todos menores de edad -el más grande ahora tendrá 11 años-, y la comunidad reporteril, pero de ahí no pasa el luto ni el interés porque se conozca lo que sucedió y se castigue a sus verdugos.

La esposa y los hijos del reportero siguen en la indefensión. Del gobierno nunca se les apoyó, solo le ofrecieron migajas a cambio de no hablar con la prensa. Tampoco hubo un respaldo asistencial verdadero de la elefantina Comisión para la Protección -risas- de Periodistas cuyos antiguos integrantes -se renovaron a los comisionados en diciembre pasado- solo acudieron a Tezonapa a tomarse la fotografía para el boletín.

El presidente de la actual composición de dicha comisión repitió como consejero al igual que el secretario ejecutivo quien ya era burócrata del entuerto y ambos siguen en la omisión tanto para dar seguimiento al curso judicial del crimen como para asistir a los deudos. Los tipos prefieren gastarse el presupuesto en comilonas y cursillos para sus cuates que en hacer el trabajo que legalmente les fue comisionado.

No hay justicia para Julio ni para María Elena ni para Jacinto ni para Jorge Celestino, como tampoco la ha habido para los más de treinta compañeros asesinados en los sexenios de innombrable, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes. Es la desafortunada tendencia en Veracruz sobre los periodistas en desgracia: muerte, reclamos, marchas, pronunciamientos y cero justicia.

LAS VÍCTIMAS EQUIVOCADAS
Hablando de ninguneados, el gobierno estatal está en un embrollo por la intención de imponer a una persona sin experiencia, sin perfil profesional y sin empatía mínima al frente de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas. Diversos colectivos de buscadores de desaparecidos se manifestaron públicamente la semana pasada en la ciudad de Jalapa rechazando la terna enviada por el gobernante en turno, Cuitláhuac García.

Los nombres de los tres aspirantes fueron mantenidos en secreto hasta el último momento pues era parte del chanchullo ideado por el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, quien busca un coto más y envió a una subordinada de nombre Yuliana Aguilar para que fuera designada. Los activistas anticiparon la jugarreta y el peligro que se avecinaba:inmovilidad, indolencia y burocratismo, así que salieron a las calles a rechazar la intentona.

La movilización logró que se detuviera el proceso para imponer a una improvisada en dicha comisión. Ahora hay una impasse, aunque poca disponibilidad oficial para cambiar las propuestas y optar por un comisionado presidente probo y con perfil adecuado. Tanto e García Jiménez como su secretario Cisneros Burgos se niegan a retirar la terna, solo han parado el proceso, y recurren a argumentos legalistas pues su intención es la misma, convertir a dicha comisión en una instancia inservible que solo sirva -al igual que la paquidérmica Comisión de Periodistas- para la simulación.

Desde ayer se preveía reuniones de García Jiménez con los integrantes de los colectivos inconformes, pero éste los condicionó a encuentros por separado lo que rechazan los activistas quienes piden que los reciba a todos al mismo tiempo. Obviamente, el gobernante le tiene pavor a una asamblea -recuerden como lo zarandaron en Chinameca al inicio de su gobierno y cuando en diciembre del 2019 salió huyendo de Orizaba para no juntar a varios de esos colectivos-. Por eso prefiere la técnica de los interrogatorios judiciales: de uno en uno. O sea, les da un trato de presuntos delincuentes.

Lo que son las cosas, si por García Jiménez fuera pondría de presidente de la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas a Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública en el duartismo y quien hoy por hoy es el prototipo de víctima para su gobierno. En cuitlahuismo las víctimas no solo son ninguneadas sino están equivocadas porque los que reciben el apoyo institucional son los victimarios.

Por cierto, ante la petición de nombrar como encargada de despacho a Lorena Mendoza, la comisionada saliente, el gobernante hacer reír con su respuesta pues alega que no puede violar la ley ni estar por encima del derecho. Lo dice quien retorció todo el marco legal para colocar a su prima -algunos dicen que en realidad es su hermana por la vía paterna- Ailett García Cayetano como magistrada del Poder Judicial en julio del 2020.

García Cayetano, esposa del secretario estatal de Infraestructura y Obra Pública, Elio Hernández, carece de perfil y experiencia en el ámbito judicial. La señora nunca fue ni secretaria de algún juzgado rural, es decir no tiene mérito alguno para el cargo pero aún aí y violando el marco jurídico, el gobernante la hizo magistrada. Ahora se niega a prolongar en el cargo a Mendoza Sánchez alegando que no puede atropellar la ley. Risas nuevamente.

EL TONTO DEL PUEBLO
En el Partido Acción Nacional (PAN) no saben cómo limpiar el desastreo casionado por el porteño Julen Rementería al ponerlos en el espectro de la extrema derecha – un rodeo semiótico que en realidad significa neofascismo- justo en un momento en el que la oposición en México trata de tener un asidero ideológico y de propuesta para competir con otro extremo, el populismo que representa el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y su “cuarta transformación”.

La reunión que Rementería organizó la semana pasada con Santiago Abascal, el dirigente de Vox, el partido español de corte neonazi, generó una crisis al interior del panismo. Ya hubo deslinde de la dirigencia nacional y hasta de varios de los legisladores que firmaron la famosa “Carta de Madrid” promovida por Abascal. En ese control de daños, el PAN recurrió a lo clásico: atribuir a un decisión personal y no de partido el colocarse bajo la influencia de Vox y su agenda xenofóbica, misógina y homofóbica.

En segundo término decidieron poner a Rementería del Puerto como el ‘tonto del pueblo’, el ocurrente, el que puede justificarse por su precariedad mental. Ayer, Rementería tuvo que salir a ofrecer una disculpa pública por haber llevado al Senado a Abascal y embarcar a varios de sus homólogos para que firmaran la adhesión a la “Carta de Madrid”.

Al parecer al ex alcalde porteño le asiste un golpe de suerte porque, según lo trascendido, no sería echado de la coordinación senatorial y encontraron a otro más tonto que él que para que pague el desastre: su coordinador de redes sociales o ‘community manager”, Christian Camacho, veracruzano también y a quien despidieron del cargo en el Senado. Camacho, quien ahora se promociona como panista y partidario de “Dios, vida, familia, patria y libre mercado”, fue durante un tiempo -antes de que lo reclutara Rementería- un operador mediático del ex gobernador Javier Duarte.

Lo apodan “Don Llévelo” pues fue el creador de una cuenta en redes sociales -inicio en Facebook- llamada “Llévelo, llévelo” que estaba al servicio del duartismo para golpear a quienes consideraba sus enemigos políticos y luego saltó a la causa panista, o más bien a la rementerista. Algunos señalan que el que lo recomendó con el panista fue Alberto Silva Ramos, ex vocero del duartismo, a quien el señor Camacho le rendía cuentas.

A “Don Llévelo” le tratan de echar toda la culpa del bodrio junto con otro asesor de redes apodado el “Tumbaburros” de origen tamaulipeco, aunque a ese no lo puede correr porque no tiene cargo burocrático en el Senado ni en el partido. Entonces, Camacho, es el más dundo puesquedó fuera de la nómina y fue exhibido como un pésimo asesor político y mediático que hace caer en el ridículo y ocasionar tiraderos a sus asesorados. ¿Quién lo contratará después de esta bazofia? Solo alguien más lerdo que el senador veracruzano.

Claro, que Julen Rementería – de ascendencia vasca al igual que Santiago Abascal- se salve de cargar con esta culpa y hasta queconserve la coordinación de la bancada panista en el Senado no le quitará el estigma de su tendencia fascistoide que le jugará las contras en futuros comicios. Como ya se dijo, Rementería quiere ser candidato de Acción Nacional a la gubernatura de Veracruz para el 2024, pero muchos estiman que ya perdió esa oportunidad y si el panismo lo abandera se hará el ‘harakiri’. No saldrá indemne.

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