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“Guerra sucia”… por la CNDH

Superiberia

 

Inminente como es la apertura del proceso sucesorio en la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) derivó ya en una suerte de “guerra sucia” impulsada desde organizaciones (supuestamente) representativas de la sociedad que, en un primer momento, no parece tener más propósito que impedir la eventual reelección de Raúl Plascencia Villanueva al frente de la misma.

La difusión, la pasada semana, de una carta en la que, amparada por el logotipo de casi un centenar de otras tantas organizaciones —¡pero con la firma de sólo media docena de dirigentes!—, sus promotores exigen someter al ombudsman en funciones a juicio político por supuestos actos de omisión y/o el uso de la CNDH en su beneficio, los cuatro últimos años, generó más dudas que certidumbres entre los senadores que, apenas inicie octubre, deberán emitir la convocatoria y, luego, sugerir la sustitución del imputado o, en su caso, su permanencia en el cargo.

Y esto, porque si bien es cierto que la gestión de Plascencia al frente de la Comisión pudiera, en opinión de algunos, parecer polémica, es por demás claro que, como él mismo asegura, “nunca como en la actualidad el tema de los derechos humanos está (ha estado) en la agenda política nacional… (amén que se ha) generado que algunos puedan tener (hoy) más interés en el mismo que el que manifestaban en el pasado”… lo que, sin duda, no es producto del azar.

Ello, aunado al hecho de que nadie entre los cercanos al proceso sucesorio ignore la pública pretensión de personajes tales como Raúl González Pérez, actual director jurídico de la Universidad Nacional Autónoma de México y de sus promotores al más alto nivel de decisión de la institución o, en paralelo, la del exombudsman capitalino, mandamás ahora en la Comisión Interamericana (CIDH), Emilio Álvarez Icaza, de alcanzar la posición, mueve a pensar en una “campaña orquestada” en la que “están buscando otro tipo de intereses distintos… y no privilegiar a las víctimas o a los familiares”.

Ahí, está, como ejemplo de ello, el correo electrónico enviado por Maite Azuela, de la organización Dejemos de Hacernos Tontos en el que no sólo sugiere no apoyar la eventual reelección de Plascencia Villanueva sino que, incluso, promueve entre sus similares “una suerte de machotes de cartas (una dirigida a senadores y a diputados, vienen adjuntas) para, con sus particulares consideraciones, (acopiarlas y) hacer la entrega en las semanas restantes de este mes, junto con todas las que recabemos”.

Complicado proceso entonces éste en que, además de la necesaria valoración del trabajo realizado del actual ombudsman, y de las cualidades de otros aspirantes a sucederle, deberán valorarse intereses (políticos) externos al mismo…

Asteriscos

* Antes de lo que pudiera estimarse, se afirma, el no-perredista Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunciará los primeros cambios al más alto nivel del gobierno capitalino. Habrá sorpresas, dicen.

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