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Historia del Obelisco

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De la Redacción
el buen tono

CÓRDOBA.- En 1894, el Consejo Municipal acordó la realización de un monumento que recordara la victoria del 21 de mayo de 1821, por lo que se abrió un concurso para la presentación de modelos y ganó el ingeniero Rafael M. Pacheco, determinando que fuera de mármol de carrara, importado de Italia, con un presupuesto de 12 mil pesos del que el Gobierno del Estado pondría $1 mil, los vecinos $5 mil y el resto el municipio, adquiriéndose con un crédito a 12 mensualidades.
Se instaló en 1895, originalmente frente a las casas reales, en donde hoy se encuentra el asta bandera, y se le acompañó de los bustos de dos ilustres cordobeses: José María Mena y Francisco Hernández y Hernández.
El monumento presenta una base circular, en la parte media le sobresalen tres adornos laterales que separan el monumento en tres lados, en cada uno se encuentra gravada una inscripción. En la parte superior adquiere la forma de una pirámide triangular donde en cada una de sus paredes se gravó un año diferente: 1821, 1895 y 1824, es decir, los principales acontecimientos
históricos para la ciudad.
Cabe mencionar que ante la importación del material, se consiguió que el ferrocarril no cobrara el flete del traslado de Veracruz a Córdoba, y el ahorro más importante: el pago puntual de las mensualidades ya que pagando las diez primeras se condonaron las últimas dos.
En los archivos municipales se encuentra un documento que es la referencia directa al monumento, decreto 22 del Congreso Constituyente del Estado Libre de Veracruz, del 23 de agosto de 1824, que dice:
“Se levanta en la plaza mayor de Córdoba una pirámide triangular en cuyos lados se gravan tres inscripciones: una alusiva al patriotismo de esta villa y extraordinarios sacrificios e sus habitantes en la Guerra de Independencia; otra consagrada a sus defensores por la distinguida victoria del 16 de mayo de 1821; y otra en la fecha de su erección”.
El tallar las dos fechas del 16 al 21 de mayo, no solamente cumple con el decreto del Estado, y con las preferencias de la población, sino que, al mencionarlo como “jornadas” involucra el cambio de actitud en el tiempo: de huir y esconderme, a perseguir y buscar. No es necesariamente el tiempo de la batalla, ese es más amplio, pero importa la historia.

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