Córdoba.- A una semana del terremoto del 19 de septiembre, persiste el miedo entre padres de familia por daños severos en los centros educativos.
Hasta ayer, se reanudaron las clases en el Jardín de Niños “Antón Semiónovich Makarenko”, sin embargo, aún no hay respuesta de las autoridades en la reubicación ni del apoyo para el cambio de las láminas de asbesto que integran el techado.
El Jardín de Niños está ubicado en la unidad habitacional Jardín, los 104 alumnos de segundo y tercer grado, suspendieron clases desde la semana pasada en consecuencia del mal estado en el que se encuentra el edificio. Debido a que presenta un techado con lámina de asbesto, educadoras y padres de familia temen se colapse.
Las clases se reanudaron bajo la restricción de acceso al área de salones, por lo que los niños tienen que permanecer entre los pasillos, a un costado de la dirección y cocina.
Padres de familia han considerado atender las necesidades del plantel por cuenta propia, ya que no lograron el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba y el proceso para la reubicación o compra del inmueble propiedad del IPE, consideran será “tardado” por los trámites burocráticos.
MINIMIZAN DAÑOS
Otro de los preescolares que presentan daños en su estructura es el jardín de niños Antonio Arenas. En un reporte a EL BUEN TONO, un padre de familia pidió la intervención de las autoridades educativas y de Protección Civil, al considerar que los daños se han “minimizado” para evitar la reubicación a las nuevas instalaciones en la unidad habitacional Rincón del Bosque.
De acuerdo con expertos, para diagnosticar el daño de un inmueble, es necesario un análisis completo de gabinete, que permita analizar planos de cimentación. Este tipo de dictámenes sólo los pueden expedir los ingenieros que cuentan con la patente de Director Responsable de Obra (DRO), quienes deben estar debidamente acreditados por organismos como los colegios.
En este caso, el DRO deberá revisar el diseño urbano arquitectónico, instalaciones y, principalmente, la seguridad estructural, para lo cual también se debe acompañar por un ingeniero civil, arquitecto, ingenieros municipales, entre otros especialistas en materia de construcciones.
