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LA ANIMALADA

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  /  columnista

Ayer hubo una manifestación chusca en la Capital del Estado: los organizadores de peleas de gallos y corridas de toros marcharon por las calles xalapeñas y se plantaron frente al Palacio de Gobierno. Reclamaron al mandatario Miguel Ángel Yunes que haya vetado las reformas a la Ley de Protección a los Animales que permitían los espectáculos en los que se tortura a los animales. Los manifestantes gritaron que no eran delincuentes y que el gobernante prefería a los animales que a las personas.

Pero lo anterior es un silogismo a conveniencia, lo mismo cuando alegan que prohibir las justas de gallos o los encierros taurinos atentan contra el sustento de muchas familias y dan una cifra mítica de 500 mil empleos generados, o sea ellos, los galleros y taurómacos logran lo que no pueden  ni Pemex ni los tres recintos portuarios más importantes del litoral costero -Veracruz, Tuxpan y Coatzacoalcos- ni la empresa Tubos de Acero de México (Tamsa) que serían los empleadores más fuertes actualmente.

Todo es falso. La animalada que marchó en Xalapa ni da esa cantidad de trabajo ni son monjas de la caridad. También intentan engañar a la opinión pública disfrazando sus negocios como “fiestas tradicionales” de Veracruz, pues es sabido por todos lo que abunda en los palenques o las corridas de toros: lo ilegal. Es decir, la venta de alcohol y droga, la prostitución, las apuestas ilegales y el ‘lavado’ de dinero.

En un magnífico trabajo de investigación realizado a finales de la década de 2000 sobre la llamada “narco-cultura”, el Colegio de la Frontera Norte hizo la siguiente pregunta: ¿Dónde nacieron los narco-corridos? Pues en los palenques, que además de ser lugares para negociar lo ilícito también son espectáculos de agrado para los mismos capos del crimen organizado, que quieren verse inmortalizados en una canción coreada o bailada por la multitud.

Uno de los investigadores llamó a esos palenques como una especie de “templos de culto” para los narcotraficantes, donde se bebe, se canta y se consume estupefacientes en honor a quien se ha convertido en un delincuente supremo, a la par que se echan gallos a pelear con navajas amarradas, hasta que una ave mate a la otra. Es como un ritual donde la sangre y la muerte sellan el “narco-culto”.

Eso es lo que busca impedir el veto contra la Ley que permitía los lugares de apología a  lo delictivo y todos los males que conlleva. Por eso, quienes se atreven a defender tales espectáculos son los verdaderos “animales” porque se guían por instintos primitivos: la sangre, el placer y la vida (dinero) fácil. A ellos lo que menos les importa es que se envenene o se mate a quienes asisten a esos espectáculos sangrientos, ni mucho menos que el resto de la sociedad viva en el terror permanente por esos ‘nidos’ de delincuencia.

A ellos se les debe decir: “No”. Las prácticas de tortura y muerte de seres indefensos no son tradiciones sino distorsiones. Los veracruzanos deben estar vigilantes y castigar a los diputados que pretendan insistir en esa Ley nociva. Los legisladores fueron electos precisamente para proteger a la sociedad de este tipo de amenazas.

ACTO SUICIDA

En temas políticos, muchos priistas, sobre todo aquellos que pese a todo se han mantenido leales a su partido, no han de saber si reír o llorar al enterarse de quiénes son los operadores y asesores de los que se ha rodeado el senador José Yunes Zorrilla, quien hoy es su precandidato más aventajado -es decir, el menos peor- para disputar la Gubernatura en el 2018. Bueno, en realidad el más idóneo para pelear el segundo lugar y no descender al tercero en la votación.

Los promotores mediáticos de Yunes Zorrilla promocionan que ya tiene acuerdos con personajes como el diputado federal con licencia Fidel Kuri Grajales, la exdiputada local y actual delegada de Sedesol,  Guadalupe Ingram, la exalcaldesa xalapeña y actual delegada del ISSSTE, Elizabeth Morales y el alcalde de la capital del estado, Américo Zúñiga, por citar algunos, para que lo ayuden en la promoción política. Vaya tribulación del Senador, porque a esos más que presumirlos debería esconderlos porque están tan desprestigiados que exhibirse a su lado es arriesgarse a que se le pegue el rechazo popular.

Dos de ellos, dicen, serán los ‘operadores estrella’ del Senador en la conurbación Veracruz-Boca del Río, donde se concentran más de 700 mil electores: Fidel Kuri e Ingram Vallines, es decir,  cartuchos quemados. Siendo perdedores de antología ¿qué podrán hacer para acarrearle votos a Yunes Zorrilla si no fueron capaces de acopiarlos para ellos mismos? Y se destaca que son perdedores de antología porque hay diferentes formas de perder. A veces se pierde dando la batalla hombro a hombro y otras vergonzantemente.

Esto último es lo que distingue a Fidel Kuri, que fue un candidato a la Alcaldía porteña surgido de un chanchullo, pues ni siquiera era residente del municipio y además fue arrasado en la votación por sus competidores. Ni el dinero repartido a manos llenas en las colonias populares ni el uso faccioso del equipo Tiburones Rojos lograron que los porteños le dieran el voto.

La señora Guadalupe Ingram mordió el polvo en el 2015 y de manera fea, cuando intentó burlarse de los electores jarochos ante quienes se había comprometido a terminar su gestión como Diputada Local y faltó a su palabra -la cual incluso plasmó ante un notario público-. Favorita de Javier Duarte en su momento, Ingram se refugió en un supuesto padrinazgo con un funcionario federal, lo que quizás le garantice que logre la candidatura -dicen que al Senado- pero es seguro que no ganará. Vaya, si no pudo ganar la diputación en su Distrito, menos lo hará en una votación estatal.

En Xalapa, la capital del Estado, las cosas están igual para los promotores del peroteño. La exalcaldesa Elizabeth Morales, a quien también promocionan para buscar la candidatura al Senado, es una perdedora ignominiosa. En el 2015 también fue ‘barrida’ cuando intentó buscar la Diputación federal por Xalapa. ¿Entonces en que ayudará  a la campaña de Yunes Zorrilla, aparte contagiarlo de mala fama y del rechazo ciudadano?

Del todavía alcalde Américo Zúñiga, quien fue uno de los motivos para que los xalapeños votaran masivamente contra el PRI en las pasadas elecciones municipales y que entregara la Alcaldía a un gobernante de oposición, el cual seguramente presentará las denuncias penales en su contra por el saqueo del dinero público. ¿Qué hará Yunes Zorrilla si coloca a Zúñiga en la dirigencia estatal del tricolor o lo convierte en uno de sus operadores, y salga a la luz -y a los tribunales- las denuncias por el latrocinio contra las arcas municipales?

¿Cómo justificará el peroteño ante los ciudadanos que uno de sus cercanos o el dirigente del priismo estatal sea acusado de robarse el dinero del Ayuntamiento xalapeño? ¿Cuando se sepa abiertamente de los sobornos que recibió de las empresas Nestlé y Proactiva del Medio Ambiente para asegurarle negocios a cargo de las arcas municipales o instalación de ductos que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos?  En resumen, ninguno de esos operadores de Yunes Zorrilla tiene la cara limpia y colocarlos en su campaña será un acto suicida.

CANDIDO RÍOS

El reportero Cándido Ríos Vázquez fue asesinado en el municipio de Hueyapan de Ocampo, al Sur del Estado. Según los reportes, el periodista fue herido durante un atentado contra un expolicía en el poblado de Juan Díaz Covarrubias y pereció mientras recibía auxilio médico. Así, se eleva a 21 el número  de comunicadores que son víctimas de la violencia en Veracruz. Se condena, por supuesto, el asesinato y se exige a las autoridades que den con el paradero de los agresores y se les juzgue por el crimen.

Después de la violencia y la represión desde los poderes facticos, el segundo flagelo para la libertad de prensa es la impunidad. No debe haberla, no más. No deben volver esos tiempos de plomo cuando matar a un comunicador no traía consecuencias legales para quienes lo hacían. Que cacen a los asesinos materiales y también a los autores intelectuales. Que no se criminalice a la víctima ni se banalice el caso. Que haya justicia.

Es el tercer periodista que asesinan a pesar de contar con esquemas de protección. Los dos anteriores fueron Rubén Espinosa y Pedro Tamayo. El primero tenía el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación, y el segundo tenía -supuesta- vigilancia cautelar de la Fiscalía estatal y supervisado por la paquiderma Comisión Estatal para la Protección -risas- de Periodistas. Ambos mecanismos fallaron.

¿Qué debe hacerse? El gobernador Miguel Ángel Yunes debe actuar rápido y dar prioridad a la búsqueda de los asesinos del colega sureño. Si le ha dado resultado la táctica de ofrecer recompensas, que haga lo mismo para localizar a los sicarios que atentaron contra Ríos Vázquez. Su muerte lastima más que la del comisionado de la Policía Federal asesinado semanas atrás, porque el agente sí contaba con esquemas de protección -que tampoco le funcionaron- pero el reportero vivía en el desamparo.

Yunes Linares le debe al gremio reporteril y a la sociedad veracruzana, afectada severamente cada vez que se silencia a un periodista, el esclarecimiento del crimen y el castigo a los responsables. Que emita la recompensa y ordene la cacería, como lo ha hecho en otros casos que le resultaron exitosos. Está obligado a hacer lo que sus dos antecesores nunca quisieron: acercar justicia y evitar la impunidad para los agresores de periodistas.

Para empezar, en las redes sociales se difundió un video del propio periodista Ríos Vázquez, en el que acusa al exalcalde de Hueyapan de Ocampo, el priista Gaspar Gómez Jiménez, de ser un “psicópata” y que “manda a matar y desaparece (gente) y nunca es investigado”. También menciona al diputado priista Jorge Carvallo de ser su protector y compadre. Y más aún, señala que ellos han enviado “emisarios” a los reporteros -¿para amenazarlos?- y se han encargado de “manchar dignidades, honras y honores” de los periodistas. Es más, en el Sur afirman que Gómez Jiménez había amenazado de muerte al reportero.

La videograbación debe ser material para las investigaciones judiciales porque el periodista señala también a otros funcionarios municipales y a candidatos a la Alcaldía, entre ellos uno de Morena, y hasta al papá del diputado local Vicente Benítez, a los que reprocha una serie de raterías y chanchullos. La videograbación fue hecha el 13 de agosto y al parecer fue la última denuncia pública del periodista martirizado. “La verdad no ofende, simplemente incomoda”, dice el reportero antes de terminar la grabación con un silbido. Descanse en paz el compañero periodista.

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