Providencia.- Desde un bulto de azúcar hasta el pago de becas y prestaciones para seguir con el trabajo eventual, fueron las ofertas que hizo el dirigente obrero del ingenio La Providencia, Francisco Fernández Alonso para obtener mañosamente los votos de más de cien trabajadores, quienes temen por la falta de empleo y que hoy viven como rehenes de esta organización que encabezó en su momento Abel Hernández.
Este par de presuntos defensores de la clase obrera han llevado a los trabajadores a ser los nuevos esclavos del gremio independiente que desde su casa dirige comodamente Abel Hernández, quien anteriormente criticó a Modesto Trujillo Herrera, líder de la sección 23 en Potrero, de enriquecerse ilícitamente y que en la actualidad lleva los mismos métodos de trabajo.
Los personajes en quienes confiaron los trabajadores son ahora sus nuevos verdugos, quienes basándose en “amiguismos” y “compadrasmos”, brindan las horas laborales, quitan becas, recortan apoyos o condicionan la llegada de los bultos de azúcar y de láminas.
Lo que en un principio se vislumbraba como un grupo de choque contra los dinosaurios del sindicato de la CTM, hoy se han convertido en los nuevos represores quienes castigan sin pena a sus adheridos.
SE DIVIDEN ABEL Y
FRANCISCO “BOTÍN”
Se estima que en las varias hectáreas que compraron los dirigentes de obreros para construir las casas a los trabajadores, se logre una ganancia por arriba de los $500 mil pesos, por concepto de la venta de las cañas de azúcar que ahí están sembradas y que fueron vendidas personalmente por este par de líderes.
“Más o menos Abel se llevó como 250 mil pesos y Paco también, cuando presentaron el terreno que compraron llevaba caña, poco después querían tirarla pero no dejaron, porque todo lo vendieron ellos y se repartieron el dinero, pero nadie dice nada porque son capaces de quitarnos el trabajo”, expresaron los obreros.
JosÈ Vicente Osorio
Vargas
El Buen Tono
