in

Los bloqueos, los acuerdos las reformas y la política

Superiberia

¿Cuándo podremos los mexicanos separar los intereses políticos de los verdaderos intereses del país? Hagamos un análisis pequeño: Los bloqueos en las carreteras por ejemplo, causan un gran costo económico, laboral, de tiempo e inclusive en algunos casos hasta de salud, a muchísimas personas, no sólo a los transportistas o a los simples paseantes que se encuentran con un paro perpetrado por grupos que ¡nada tiene en contra! de los personas afectadas cuya única culpa es la de que tuvieron el error de pasar por ese lugar, grupos que nada tienen en contra del organismo que controla las autopistas. Es decir nosotros protestamos y nos importa un caramba quién nos la pague.

¡Entiéndase no estoy diciendo que no se tenga derecho a manifestarse y pelear por lo que creemos es nuestro derecho! Lo que quiero decir es que si alguien se siente lesionado por algo, debiera manifestarse con el responsable, no con quién no tenga nada que ver. Por ejemplo un grupo de señoras que dizque por no tener agua en su colonia. Sacan sus ollas y se paran en la esquina de cualquier avenida importante y la cierran, afectando la actividad de todo aquel que necesite transitar por ahí. Cuando este grupo de irrazonables inconformes, debiera acudir a las oficinas del encargado de la distribución del agua y ahí sí, que la cierren, que la bloqueen, que retengan al o a los encargados si lo consideran necesario. Pero como bien sabemos esto nunca sucede así.

¿Y las autoridades que deben proteger a la ciudadanía? ¡Bien gracias! Éstas no van a quitar el bloqueo, van a suplicar a las señoras que dejen transitar. Y si el bloqueo persiste, se llama a un representante de gobernación a que con la hipocresía característica, prometa una serie de prebendas para la colonia (muchas de éstas ni siquiera tendrán que ver con el movimiento inicial) para que se termine el problema. ¿Y por qué no actúa la fuerza pública? porque las indecisas autoridades pertenecen a un partido político que no quiere usarla por un posible alto costo político. Es decir me importa más el voto futuro que el bienestar de la ciudadanía, a pesar del gran costo económico que causan estas acciones. Claro a nadie nos gustaría mirar que la emprendan a garrotazos contra los ciudadanos, quizás tampoco nos gustaría ver que cuelguen a los secuestradores, pero si colgarlos detiene los secuestros pues, que los cuelguen.

Ah, por cierto ahora que está de moda la reforma energética, sucede lo mismo: nadie quiere abiertamente defender la necesidad de la inversión privada en PEMEX, por temor de que un López Obrador afirme que el gobierno está entregando la riqueza nacional al capital extranjero. Lógicamente para denostar ante los ojos de los ignorantes (y que me perdonen los ignorantes pues ésta no es su culpa) al partido en el poder y asegurar la derrota en elecciones futuras.

¿Cuándo? (y pareciera que ésta es la pregunta que siempre nos haremos los que queremos a México) ¿cuándo? estaba diciendo, será el día en que las autoridades, las fuerzas políticas, las asociaciones etc. se sienten a analizar los problemas del país y las soluciones se basen en lo que realmente nos conviene, no en una conveniencia partidaria.

CANAL OFICIAL

El Z-40 ¿Casino Royale? Las autoridades lo señalan también como uno de los responsables de aquella tragedia en 2011

Catarsis animal