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El Z-40 ¿Casino Royale? Las autoridades lo señalan también como uno de los responsables de aquella tragedia en 2011

Superiberia

“Como si el límite entre la pusilanimidad y la tragedia fuera precisamente la cerca. De este lado los mediocres, allá los trágicos, los que aman la vida porque aman la muerte…”, escribe Eusebio Ruvalcaba en Todos tenemos pensamientos asesinos. Aunque ante personajes como Miguel Ángel Treviño Morales, pienso entonces que más que amar la vida, algunos aman el poder y el dinero. Se convierten en presas de su propio entendimiento de la vida, uno por completo distorsionado, originado por quién sabe cuántos.

¿Qué tan espesa debes tener la sangre para derramar otra tanta sangre, por completo ajena? Mirar los ojos tus víctimas, oler su miedo, como lo hacen los animales salvajes, aunque ellos para seguir un instinto, no para cometer asesinatos, como lo hacía El Z-40, como mero alimento para un ego tan oscuro, tan enfermo.

Las vidas con las que este sujeto terminó se cuentan por cientos. El modus operandi identificó a su grupo criminal como uno de los más sanguinarios de todos. Lo mismo mataba a los traidores, que a quien le estorbaba en su camino, incluidos migrantes que, literalmente, cruzaban el territorio donde “los suyos mandan”: 265 en San Fernando, Tamaulipas; luego otros 145. También, 46 personas más en Nuevo León. Todos muertos por orden suya.

¿Casino Royale? Las autoridades lo señalan también como uno de los responsables de aquella tragedia en 2011. En el video es claro que no se toca el corazón para dar fin a sus enemigos; sus sicarios, apenas con una parte de maldad.

El sucesor de Heriberto Lazcano Lazcano, el que por estos meses estuvo a la cabeza de Los Zetas, el que vimos el lunes por la noche siendo escoltado. El que llegó sin cadenas, el que detuvieron sin un solo disparo.

El que se mostró como lo hacen los que no se arrepienten, los que se creen esa grandilocuencia falsa sobre la que construyen un poderío que piensan que jamás nadie les va arrebatar.

Fue la Marina, no el Ejército, quien logró su captura. Lo que recuerda aquello revelado por WikiLeaks, hace un par de años, cuando delató que Estados Unidos tenía preferencia por el trabajo de la Marina sobre el del Ejército Mexicano, a quien, según el cable filtrado, califica de lento, torpe y temeroso al riesgo del ejercicio de funciones. Y sí, fue la Marina quien logró esta captura sin derramar una sola gota de sangre, vaya ironía tratándose del Z-40.

Que el destino de este criminal, esperamos todos, sea el que merece. No habrá tiempo para verlo pagar cada uno de sus crímenes, y eso que sólo pensamos en los asesinatos y no en los demás delitos que le serán imputados como líder de una banda criminal.

Tan distorsionado su concepto de poder y su forma para ejercerlo, que no son demostraciones de fuerza o ambición por dinero, sino esquinas agusanadas en la mente de alguien que hace tiempo se quedó sin alma.

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