Lyn May, una de las pocas vedettes que se mantiene vigente en México, recordó uno de los episodios más difíciles de su vida: los tratamientos mal aplicados en su rostro que la llevaron a considerar el suicidio.
La vedette fue engañada por dos supuestas cosmetólogas que prometieron resaltar su belleza con un tratamiento de moda en Cuba. Sin embargo, el resultado fue desastroso, creándole bolitas en el rostro y perjudicando su piel. Lyn May confesó que el shock al verse en el espejo fue tan grande que varias veces quiso atentar contra su vida.
Esta experiencia la sumió en una gran depresión, pero gracias a su madre, quien la detuvo en su intento de suicidio, logró superar este difícil momento. Ahora, Lyn May aconseja a las mujeres que viven inconformes con su aspecto físico a acudir con un experto y, si deciden inyectarse, hacerlo después de los 50 años.
A pesar de haberse sometido a múltiples cirugías para deshacer el daño en su rostro, Lyn May no ha podido recuperar por completo su belleza anterior. Su historia es un recordatorio de los peligros de los tratamientos estéticos mal aplicados y la importancia de aceptarse a uno mismo.
