CDMX.- Debido a la complicidad de los funcionarios corruptos y a una fallida Reforma Energética en nuestro País, al no poder refinar el petróleo nacional para el consumo interno, las refinerías estadounidenses se preparan para el fin de año más fuerte que han tenido en la historia de ventas petroleras.
Lo anterior a pesar, incluso, de que realizaron una temporada de mantenimiento e interrupciones en las plantas de Estados Unidos en el Golfo de México, que fueron azotadas por el Huracán Harvey en el tercer trimestre.
México tiene la necesidad de adquirir 600 mil barriles por día de gasolina, mientras sus propias refinerías “cojean”, y ante esta demanda, las ventas brutas de las refinerías de petróleo de Estados Unidos aumentarán a más de 17 millones de barriles antes de que termine el año, de acuerdo con la agencia Energy Aspects.
“Llegaremos a metas muy altas en los próximos dos meses”, señaló Robert Campbell, jefe de investigación de productos petroleros en Energy Aspects, a Bloomberg. “El balance se ve bastante alcista. ¿Que si Estados Unidos puede exportar petróleo? Sí. Lo va a hacer”, dijo.
La posibilidad de ahorrarse el cumplimiento de las costosas regulaciones de biocombustibles en los Estados Unidos mediante la exportación de combustible es un gran incentivo para las ventas en el extranjero.
Bajo el Estándar de Combustibles Renovables, los refinadores no están obligados a comprar créditos de mezcla denominados RIN, para barriles que se exportan.
En México, desde el año 2000, las reservas totales de hidrocarburos comenzaron a ir a la baja, la producción cayó hasta 50%, la capacidad de refinación se vio rebasada por la demanda interna, al mismo tiempo que se desplomaba el precio del barril de crudo. Si no bastara lo anterior, hay que agregar los privilegios del sindicato petrolero y el surgimiento en la última década del problema de las bandas dedicadas a la ordeña clandestina de ductos que transportan combustible. En suma, un escenario de quiebra técnica.
Los directores que han tenido la petrolera también han contribuido a hacer más grave el problema. En la década de los 80 el entonces senador y exdirector de Pemex Jorge Díaz Serrano fue aprehendido por fraude en la compra de dos embarcaciones. Rogelio Montemayor fue señalado por desviar recursos a la campaña priista de 2000. Raúl Muñoz Leos fue acusado por malversar mil 724 millones de pesos, pero luego de un largo proceso fue exonerado.
Ahora el exdirector Emilio Lozoya Austin se encuentra bajo sospecha, luego de que exejecutivos de la compañía Odebrecht aseguraron que lo sobornaron con 10 millones de dólares para obtener contratos de obra pública.
En tanto, el actual director de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, evadió la primera pregunta que se le hizo sobre el avance en las investigaciones que se siguen contra su antecesor, Emilio Lozoya Austin, a quien exdirectivos de Odebrecht acusan de haber recibido 10 millones de dólares en sobornos, a cambio de su apoyo para obtener contratos de obra pública.
La situación nacional, entonces, se parece mucho a lo que El Buen Tono ha dicho desde hace meses: están entregando la industria petrolera de la Nación, a los empresarios extranjeros.
