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Olla de grillos

Superiberia

 

A la escuela con hambre

Cuántos niños y niñas llegan a la escuela con el estómago vacío, débiles, desnutridos, enfermos porque este maldito sistema los condenó desde antes de nacer a la pobreza y a la miseria. 

Cuándo entenderán los culpables de tanta hambre y tanta miseria (50 millones de mexicanos en pobreza y 20 millones más en pobreza alimentaria, estos últimos compiten en los grandes basureros con los perros para ver quién toma primero algo para “comer”) que ninguna reforma “educativa” prosperará si no reformamos antes este estado de cosas.

 

Reforma camuflada

“Las letras no entran cuando se tiene hambre”, dice una canción popular. ¿Por qué entonces los maestros tienen que aceptar dócilmente una reforma administrativa camuflada de “educativa”? misma que se diseñó y ordenó desde las oficinas de la OCDE, BM, FMI, y “Mexicanos Primero” que no toma en cuenta las condiciones reales, contextos culturales, políticos, económicos, lingüísticos y de infraestructura que inciden y condicionan todo el proceso de enseñar y aprender.

 

Discurso de Chuayffet

La perversidad está más que a la vista, con el discurso te convierten dicha reforma “educativa” en bondades (atrás quedó el discurso de Chuayffet de odio, provocación y despido, ahora hasta él asegura no se correrá a nadie) pero en los hechos han reformado la Constitución, para que el despido vía examen (que no evaluación) estandarizado no lo detenga nada ni nadie.

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