Córdoba.- La privación de la libertad y asesinato de dos personas, entre ellas un sacerdote y un sacristán, en la ciudad de Poza Rica, no tiene ningún vínculo con la delincuencia organizada, dijo ayer el Fiscal General del Estado, quien resaltó que el caso está esclarecido.
Durante su visita a esta ciudad, la tarde de ayer, el encargado de la Procuración de Justicia, dijo que “este asunto se deriva de un pleito en el que se concluye que los ahora finados convivían con su verdugo dentro de la parroquia”.
A decir de Luis Ángel Bravo Contreras, durante los hechos se robaron las limosnas y se llevaron dos vehículos, “tenemos identidades y en víspera de acudir ante el Juez, sólo nos falta ubicar a los objetivos que son probables autores”, señaló.
Reiteró que las víctimas y los victimarios se conocían, incluso estaban conviviendo e ingiriendo “licor, además de que no eran dos sacerdotes como se ha dicho, sino uno, un sacristán y un auxiliar de la parroquia”.
José Alfredo Juárez de la Cruz y Alejandro Nabor Jiménez, fueron sepultados en su lugar de origen, uno en Martínez de la Torre y el otro en Xoquitlán, Estado de Puebla.
