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Pirotecnia: atracción peligrosa

Superiberia

Orizaba.- La popularidad de los juegos pirotécnicos o cohetes, como son llamados en México, han cobrado un gran auge en todo tipo de eventos, principalmente en actos populares, sociales o religiosos.

Sin lugar a dudas, el Grito de Independencia, celebrado el 15 de septiembre, es donde se usan grandes cantidades de pólvora, aplicada en infinidad de juegos pirotécnicos y cohetes.

En el ámbito religioso, el evento principal son las llamadas peregrinaciones, que inician a principios del mes de diciembre y culminan con su acto cumbre: los festejos a la Virgen de Guadalupe.

Todo esto ha derivado en lamentables tragedias, que han cobrado la vida de cientos de personas, muchas veces por descuidos o la falta de conocimiento a la hora de manipular los artefactos, lo que para algunos parece “cosa fácil”, aunque esto implica el poner en riesgo la integridad física y la vida misma.

SIN REGULACIÓN

A pesar de que la fabricación, distribución y venta de artefactos explosivos está regulada y controlada por la Sedena, a través de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, su adquisición y uso sigue siendo un tema a tratar por las autoridades.

Y es que los puestos informales de venta de cohetes en la región va en aumento e inundan grandes espacios de los municipios, a pesar de los operativos que se realizan por parte de distintas corporaciones policiales o dependencias de Gobierno, para evitar la venta y consumo de la pirotecnia.

Por desgracia, los consumidores no están del todo conscientes del uso y manejo de los cohetes adquiridos, además de que no existe una cultura sobre la correcta manipulación de estos artefactos, ya que únicamente se suelen aplicar los tres pasos que conocemos: prender, aventar y esperar a que estallen.

De acuerdo a las medidas de seguridad que se explican en el Reglamento de Protección Civil, el uso de cohetes debe realizarse en lugares abiertos o con buena ventilación, y sobre todo: nunca se deben accionar cerca de instalaciones de gas o eléctricas, a fin de evitar un efecto colateral.

Tragedia

Un ejemplo del mal uso y la falta de medidas de seguridad a la hora de utilizar la pirotecnia, se registró el pasado 11 de diciembre en Nogales, en donde un cohete que no “levantó” correctamente cayó debajo de una camioneta que participaba en una peregrinación y provocó una tremenda explosión que cobró la vida de dos menores de edad.

De igual forma, otras 15 personas resultaron heridas, muchas de éstas con quemaduras de segundo y tercer grado.

A pesar de que aún no se han definido las causas exactas que provocaron este fatal accidente, el mal uso de estos artefactos y la falta de medidas de seguridad, son las principales razones.

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