Córdoba.- Aún cuando desde 1992, cada 3 de diciembre se celebra mundialmente el Día Internacional de las Personas con Discapacidades, la generación de una sociedad incluyente no se ha logrado consolidar, toda vez que las fuentes de empleo se restringen, así como el acceso a la educación.
Sin embargo, las instituciones se mantiene en lucha por la sobrevivencia de cada uno de los infantes y adultos que nacen con algún tipo de discapacidad.
Según el Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las personas con discapacidad en México sumaban los 5 millones 739 mil 270, lo que representó en aquellos tiempos un 5.1 por ciento de la población total.
A nivel local, no se tiene un censo que permita dimensionar el índice de población que presenta algún tipo de discapacidad; visual, motora o intelectual, entre otras.
Sin embargo, se estima que al menos entre los cinco Centros de Atención Múltiple (CAM) y Laboral que operan en la zona, hay una población de 800 integrantes, sin considerar aquellos casos que por ignorancia o desconocimiento se les oculta y aleja de la sociedad.
Ayer, con el apoyo de alumnos del séptimo semestre de la licenciatura en Cultura Física de conocida universidad, se llevó a cabo la primer Convivencia recreativa de inclusión para personas con discapacidad “Un mundo para volar”. La alumna Denisse Zavaleta, explicó que derivado de la necesidad que existe por generar una sociedad incluyente, se tomó la determinación de impulsar este tipo de actividades, a fin de que la población en general conozca que no existen limitaciones físicas.
RECHAZADOS
Pese a los intentos por generar una sociedad incluyente, el CAM 9 registró en este año, tres casos de niños rechazados de sus centros educativos por contar con discapacidad.
Uno de las principales excusas que el personal docente manifestó, fue la falta de preparación y capacitación para atender al menor.
La directora del CAM, Jannel Bravo, indicó que el rechazo se genera principalmente en instituciones de carácter privado. En uno de los casos, se trató de un menor que ya había sido ingresado a la escuela regular, pero que las autoridades le solicitaron lo retirara del plantel.
“Le pidieron a su mamá que mejor se lo llevara, aunque ahora está mucho mejor atendido. Definitivamente nos falta mucho para generar una sociedad incluyente y en educación especial hay mucho camino por recorrer”, dijo.
Se estima que en la región hay sólo 90 escuelas que cuentan con el apoyo de una Usaer, lo que dificulta el acceso de los menores a las escuelas regulares.
