Mariana Gutiérrez
el buen tono
Orizaba.- La pobreza extrema que se vive en todo el país, no sólo debe ser atendida por las instituciones educativas, sino por todas las fuerzas que se conjugan para ayudar a la niñez, y que se genere en la población infantil un deseo de superación y no de asistencialismo, señaló Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba.
Lo anterior, en relación a los datos revelados por el Coneval, que señalan que de cada 10 niños o adolescentes en Veracruz, seis viven en pobreza mediana o extrema.
“Es cierto que en las distintas realidades que se viven en nuestro estado, sea a nivel urbano, suburbano o en las zonas rurales, se puede descubrir la pobreza que viven muchas familias, y que afecta la educación y el desarrollo de los niños”, expresó.
Dijo que no hace falta ir muy lejos de la ciudad para descubrir que hay muchas familias que están viviendo las carencias materiales de pobreza extrema, y todo eso resulta preocupante, pues si bien es cierto que se necesitan programas de asistencia, lo mejor es tener programas que desarrollen la vida de las comunidades.
Destacó que lo que hace falta es propiciar progreso en las comunidades, que generen mayor educación y salud, y no solo un clientelismo que pueda ser utilizado de modo electoral, pues se necesita un desarrollo que haga que el país se fortalezca, se cultive y sea sano.
