Orizaba.- La mayoría de los abuelos está en extrema pobreza y en situación de abandono, a pesar de que tengan compañía, pues involuntariamente se encuentran solos porque ya no pueden realizar las mismas actividades que antes, indicó la tanatóloga Josefina Peralta y Galicia.
Dijo que es necesaria la voluntad política y social para crear instituciones y programas para que los jóvenes aprendan a tratar a los adultos mayores, porque debido a que han perdido su autonomía física se quedan relegados y abandonados, y para ello urge la creación de campañas de adopción, por parte de niños o jóvenes.
Solos… aunque acompañados
La especialista explicó que muchos de los abuelos viven solos, a pesar de que se encuentran en un entorno familiar, esto ocurre por las diversas ocupaciones de sus hijos, ya sea por el trabajo o por obligaciones en el hogar, en cambio, sus nietos por la escuela y actividades propias, además de herramientas como el celular, las redes sociales y otros dispositivos móviles, se crea una distancia, a pesar de estar en la misma habitación y con ello se evita la convivencia.
Expresó que a lo largo de su experiencia se ha encontrado con casos en donde viven en situación de extrema pobreza, las personas están solas, no obstante de que sus familiares se esfuerzan por estar cerca de ellos, sin embargo, “debido a que los hijos trabajan y los estudiantes están fuera, ellos se quedan muy solos”.
Comentó que la mayoría de los adultos tiene el entusiasmo de transmitir su experiencia, sus vivencias y conocimientos, pero no es posible porque no hay alguien que escuche y que esté dispuesto a aprender.
Indicó que basta ver el parque Castillo, un lugar que se ha convertido en un punto de reunión para hombres mayores de 60 años, “están viendo pasar la vida, porque lo que más extrañan es la dinámica de la comunicación, o cuando acuden a un café buscan platicar, contar historias y vivencias”.
“No se deprimen por temor a la muerte, saben que en cualquier momento llegará por ellos; les encanta salir, pero no tienen quién los acompañe y ellos lo dicen, que tienen miedo de salir, de caerse, de que les pase algo y por eso no lo hacen”, refirió.
Indicó que lo más propio sería la creación de casas de medio camino, lugares en donde los jóvenes pudieran llegar y estar con ellos, o bien con el apoyo de padres de familia, maestros y directivos, así como autoridades gubernamentales y asociaciones civiles, promover campañas de adopción de un abuelito, y no para darle cobijo, sino para pasar tiempo con él e involucrarse y aprender de su experiencia.
9 de cada 100, mayores de 60 años
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México la tasa de crecimiento se mantuvo en 1.4 por ciento anual, cerca de 119 millones 530 mil 553 personas, de esas 10.5 millones son mayores de 60 años, es decir, nueve de cada 100 mexicanos se encuentran en este grupo.
Sin embargo, la tasa de niñas, niños y adolescentes ha disminuido dos puntos porcentuales y ha aumentado la de adultos y ancianos, estos últimos pasaron de 6.2 por ciento en 2010, a 7.2 en 2015.
Desafortunadamente, el 82 por ciento vive algún grado de pobreza, ya sea monetaria o alimentaria, en el caso de las mujeres, sólo dos de cada 10 mayores de 65 años cuenta con una pensión, en contraparte, tres de cada cuatro varones entre 60 y 64 años trabajan y uno de cada cuatro, mayores de 80 años, se encuentra laboralmente activo, con el salario mínimo.
Además, el Inegi ha reconocido que la mayoría de las personas mayores que trabajan no cuenta con prestaciones mínimas, es decir, seguridad social, sueldo base, aguinaldo o seguro contra accidentes, sin olvidar que están aquellos que en sus hogares son utilizados como niñeros o empleados domésticos, sin recibir un sueldo.
Siguiendo con las cifras, se estima que el 16 por ciento sufre algún grado de maltrato, como golpes, ataques psicológicos, insultos o robo de sus bienes, además del abandono y en donde la Secretaría de Salud (SS), indica el 62 por ciento de los accidentes de un adulto mayor ocurre en casa y el 26 por ciento en la vía pública, ante la falta de alguien que los acompañe, los cuide y se encuentre al pendiente de ellos.
difícil emplearse
Proveniente de Nogales, Rafael Herrera Domínguez, de 60 años, señaló que debido a su edad y a su condición física (sufrió una amputación), conseguir un trabajo le ha resultado sumamente difícil.
Mencionó que su familia, sus dos hijos y su esposa, viven de lo que pueden conseguir de comer, él se ayuda pidiendo una moneda en la calle, o bien sus vecinos, amigos o familiares los apoyan.
Indicó: “tengo que salir a buscar un pancito, mi mamá todavía me ayuda, ellas es muy grande, pero mi hermano mayor vive en Estados Unidos, él le manda sus centavitos cada 15 días y de ahí nos vamos ayudando”.
Con lágrimas, dijo que su tristeza más grande es no poder conseguir más dinero, “cuando era joven trabajaba, nada más estudié primaria, pero desde hace seis años pido ayuda en la calle porque no me dan trabajo”.
Es triste vivir
en soledad
Madre de cuatro y abuela de ocho, Alicia López dijo que en ocasiones es triste estar un tiempo sola, pues a pesar de que recibe en su casa la visita de sus hijos y de sus nietos, se extraña la compañía, el poder platicar con alguien y el ya no tener la misma actividad de antes.
Con la edad, mencionó que “se siente uno más decaído, ya no es lo mismo, que cuando estaba joven, además de que ya no se puede salir sin la compañía de alguien”.
“Sí me deprimo, creo que por la soledad”, sin embargo, dijo que de solicitarle algo a sus hijos o nietos es que cuando esté más grande y ya no pueda andar, “que me cuiden, que vean por mí, que no me dejen en un asilo”.
28 de Agosto
En México, cada 28 de Agosto se honra a los abuelos, instituido por el expresidente de la República, Lázaro Cárdenas, sin embargo, en los 90’s surgió una nueva versión atribuyéndole esta conmemoración a Edgar Gaytán, quien dirigía un programa de radio dedicado a los adultos mayores.
Lo realmente importante, es tener en cuenta que ellos siempre están dispuestos a escuchar, aconsejar y brindar su cariño, que estar en muchas de las familias a cargo de los nietos los convierte en personajes clave, para el bienestar familiar.
