Por: Elsbeth Lenz / columnista
La noche del sábado corrió como reguero de pólvora la noticia de que Gina Domínguez había sido detenida, la primera versión de la detención fue que en unas oficinas de la avenida Orizaba, posteriormente fue desmentida ya que fue interceptada cerca de su casa en Briones; los grupos de whatsapp de reporteros y comunicadores muy activos, así como las redes sociales, nadie lo lamentó, muchos lo celebraron y empezaron a hacer recuento de sus fechorías.
La vida de Gina Domínguez fue un mito y ella misma se encargó de engrandecerlo, esa historia de su supuesto hijo con Mario Villanueva, no es más que una leyenda urbana, el muchacho es hijo de un músico xalapeño; su relación con el exgobernador quintanarroense hoy en prisión, no fue exactamente como la cuentan, es decir ni fue la mera mera en el gabinete, ni en ningún otro lado; años después regresó a Veracruz exactamente como se fue, con una mano adelante y la otra atrás.
Ya de regreso en Xalapa trabajó en algunos medios de comunicación como el diario AZ y Milenio, en aquellos años por cierto se ennovientó con cierto columnista bastante más joven que ella y medio rockerón, que la trajo loca durante mucho tiempo; Gina siempre tuvo afición por los músicos; su look de antaño mucho más relajado, proclive a la mezclilla hasta estos días, en aquellos años además usaba minifaldas; nunca fue guapa, tampoco de buen cuerpo, ni en el pasado en que el presupuesto no daba para cirugías, ni en los posteriores; supongo que ningún cirujano le entró, porque no tenía remedio la mujer; dueña de una nariz de dimensiones estratosféricas, unos ojos inmensos pero saltones, de boca mas bien menuda y con un cabello indomable que con los años le dio por teñir como si de un Festival del Mole se tratara, unos tonos de rojo que acentuaron mucho más sus toscas facciones.
La Luz la vino a ver Gina Domínguez con doña Rosa Borunda en tiempos de Fidel Herrera a quien conquistó con chismes e intrigas; doña Rosa a su vez la dejó muy bien colocada con el Delfín de Fidel, quien con los años se convirtió en Ballena o sea Javier Duarte; al gordo, Gina siempre le habló al oido y la historia se convirtió algo así como la novela del Amante Lesbiano de José Luis Sanpedro bastante más light por supuesto.
La debilidad de Duarte de Ochoa siempre proclive al berrinche y evadido de su realidad, fue aprovechada por Gina quien llegó a convertirse en la Vice Gobernadora, no había acción de gobierno que ella no controlara, ni funcionario que no aplastara.
Durante tres años Gina fue quien realmente gobernó el Estado, su empoderamiento fue tal que todos los secretarios de despacho pasaban con ella buscando su misericordia, si alguno no se cuadraba lo reducía a cenizas; todo esto ocurrió en tanto doña Karime andaba distraída pariendo niños y cuidándole la cola al marido, que por cierto, por esos años andaba bastante enamoriscado con una chica muy guapa del Puerto de Veracruz, tan enamorado que si la dejó fue porque Karime sacó las garras, volvió por sus fueros y expulsó a Gina del Paraíso, sin embargo, el daño ya era irreparable la imagen de Duarte de Ochoa estaba por los suelos.
Íntima y verdadera de Arturo Bermúdez, con quien por cierto salió peleadísima; comadre de Gabriel Deantes e inseparable de Juan Antonio Nemi, Gina se enriqueció como nunca soñó, de vivir en un departamento arriba de la casa de su mamá en una colonia popular, se mudó a una casa en Briones decorada enteramente por Liverpool (aparte de todo naca), compró franquicias de medios de comunicación y radiodifusoras, se hizo con locales que convirtió en restaurantes y cafeterías y hasta mandó al hijo a estudiar a una universidad muy cara en Puebla, todo eso en tan sólo tres años de ejercicio endemoniado del poder.
Hoy Domínguez Colío habrá de pasar por lo menos un año de prisión preventiva, como lo dictó la juez Verónica Portillo Suazo ya que se considera estaría en riesgo de fuga; ella, que destruyó la carrera de tantos compañeros comunicadores, que no se tocó el corazón para pedir el despido de reporteros incómodos, sin importarle siquiera como estos saldrían adelante.
Hoy a Gina le cayó el karma, ella que siempre fue tan creyente del Feng Shui, el Reiki, la buena vibra, los ángeles, las velas potenciadoras de buena fortuna y quien sabe cuanta doctrina más, en la búsqueda por llenar ese vació que lamentablemente la gente como ella siempre tendrá; triste su calaca encerrada justamente con su peor enemigo, Arturo Bermúdez quien lo iba a pensar.
Cosas de la vida y menudencias
El viernes pasado a la salida de un restaurante me topé con fulanito que me preguntó si yo escribía “La política en rosa”, le dije que sí y el sujeto tuvo a bien hacer toda una teoría de mi vida bastante machista y desagradable; confieso que mi estupor fue tal, que no atiné a contestar; en realidad me pareció de muy mal gusto su agresión pero quedé con una duda enorme ¿Con que derecho un desconocido se atreve a agredirme verbalmente de ese modo? Pues con el derecho que le otorgan algunos de nuestros legisladores, justo ahora entiendo porque Veracruz es el único estado con dos Alertas por Violencia de Género, porque simple y llanamente la impunidad está a todo lo que da en cuanto a violencia de género se refiere.
Aquí en Veracruz por citar un ejemplo quedó impune el alcalde de Fortín Armel Cid, quien propinó tremenda golpiza a una mujer, que le dejó como saldo la pérdida de dos dientes, tres costillas rotas, además de tirarla de un vehículo en movimiento a media carretera por la noche.
Armel Cid quedó impune ya que no fue desaforado por nuestros diputados locales y la justicia no lo puede tocar, al no desaforarlo nuestros diputados dejaron un mensaje de impunidad que le da el derecho a cualquier pelado de agredir a cuanta fémina le venga en gana.
En este caso en particular difiero del Fiscal Jorge Winckler no sólo son Diputados Corruptos, son “inches Diputados” consecuentando la impunidad de un golpeador de mujeres, pasándose por el arco del triunfo la doble Alerta de Género que tiene Veracruz.
En fin queridos míos empezamos semana y al parecer seguirá el calor.
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