Tal parece, que muchos medios de comunicación tratan de ocultar los nombres de los autores de la catástrofe económica en todos los renglones del Estado de Veracruz, cuando los veracruzanos que sí tienen memoria, recuerdan perfectamente que el saqueo a manos llenas comenzó con el sexenio de Miguel Alemán Velasco, quien al final de su mandato gubernamental solicitó un préstamo de tres mil quinientos millones de pesos, situación que aprobó la Legislatura Local y, supuestamente, jamás se supo en que fue empleada esa cuantiosa cantidad de dinero.
Por cierto, Miguel Alemán Velasco ha venido declarando públicamente que todo el pasado se debe olvidar, es decir, que los Gobiernos no deben “barrer para atrás”, pues es perder el tiempo, por lo que se debe ver hacia adelante.
Es de recordar también, que en el sexenio de Miguel Alemán Valdés, siendo Presidente de la República, período donde hubo bastante obra material en el País, como por ejemplo la constitución de la Comisión del Papaloapan, con grandes planes de proyección nacional, pero desafortunadamente y a causa de los ríos de dinero que fluyeron para esas obras, también debe decirse que en esa época prácticamente se instituye la espantosa corrupción, donde surgieron una gran cantidad de nuevos ricos.
Si toda esa cantidad de dinero, que supuestamente robaron los funcionarios que intervinieron en esas grandes obras, se hubiera empleado correcta y honradamente, se hubiera avanzado más, pues se llegó a decir que la Comisión del Papaloapan con todos sus programas agrícolas, ganaderos, surgimiento de la Seguridad Social, educativos, etc., se hubieran proyectado hacia todo el País, otra situación distinta sería en la actualidad.
Por eso la clase política alemanista, siempre pensó y así lo aplicó en la realidad, donde como ejemplo, lo tomó el Partido Revolucionario Institucional, de jamás “barrer para atrás”, y así ha venido transcurriendo la vida política del País, y se ha llegado a observar en esta época que la consecuencia de la debacle en todos los renglones, es esa la razón en que México ya no encuentra el camino para nuevos y verdaderos horizontes, donde la luz surja nuevamente y alumbre el amplio territorio mexicano con gobernantes con nueva mentalidad de verdadera preocupación por el pueblo.
Indiscutiblemente que todos los que han pertenecido al partido oficial, hasta hoy, en todos los niveles, son responsables de la situación por la que atraviesa el Estado de Veracruz y el País, desde Regidores, Síndicos, Presidentes municipales, Diputados Locales y Federales, Senadores, Gobernadores, Presidentes de la República, porque sí es verdad que algunos levantaron la voz, siempre han sido acallados por la corrupción que ha imperado ayer y hoy, pero lamentablemente se mantuvieron en ese instituto político con la esperanza de seguir brincando a otros puestos de elección popular.
La historia política del País, la verdadera, siempre nos dirá que mientras impere la corrupción, México no avanzará, sin embargo, el pueblo mexicano tiene la esperanza de que todo cambie, porque la situación se vuelve cada día más inaguantable, donde vemos a la juventud mexicana, veracruzana, en muchas ocasiones, tomar caminos equivocados que la más de las veces los llevan a la destrucción.
Cuando algún gobernante se ve perdido, como está ocurriendo actualmente en el Estado de Veracruz, ya no vislumbra el terrible mal que ha hecho, y así lo vemos seguir destrozando a las instituciones que conforman la vida política veracruzana, y hasta ahora se está viendo que el tiempo sigue transcurriendo, esperando que las autoridades encargadas de las investigaciones actúen más rápidamente, pero parece que siguen haciendo tiempo para ver si esta situación tiene salvación.
Todo esto que está ocurriendo con la agonía del Partido Revolucionario Institucional en el País, y el destrozo del Estado de Veracruz con todas sus instituciones, es un grito que deben escuchar todos los veracruzanos, todos los mexicanos, porque es ahora o nunca cuando se debe aprender la lección, y si no se entiende así, no se sabrá que seguirá ocurriendo.
Los veracruzanos y los mexicanos tienen la palabra y la solución en sus manos.
