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El minutero

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LA MADEJA

El gobernante en turno confirmó lo que tanto se había dicho en los pasillos y en filtraciones en la prensa: si se reunió en privado con Miguel Ángel Yunes Linares, su excontrincante en la elección del 2010 y al que, según sus propias palabras – dichas en el único debate realizado entre los contendientes por la gubernatura estatal-, “no se le puede confiar ni una bolsa con aire”.

 Ayer en una entrevista dada en  la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Javier Duarte de Ochoa dijo que no tiene ningún problema en recibir entre sus colaboradores a personas ligadas con el clan de los Yunes. Eso se ve a leguas pues ya lleva  al hilo varios que acepta, el principal es Enrique Ampudia Melo, celebre “mano derecha” en todo eso del espionaje y en el chapaleo de las fosas sépticas de la política.

 La reunión Duarte-Yunes trascendió hace tiempo en el cotilleo político, algunos columnistas le llamaron El Pacto de Vía Muerta pues en algún punto de esta avenida de Boca del Río se habría efectuado el encuentro, mismo que inauguró un periodo de remanso entre ambos personajes, o más bien de detención de los ataques mediáticos de Yunes Linares hacia el cordobés y su administración.

 Se habló que iniciaba una “luna de miel” entre ambos, y eso se comprobó cuando a principios del mes de febrero de este año, Miguel Ángel Yunes Márquez, primogénito del panista y coordinador estatal del programa Oportunidades, fue blanco de un atentado entre los municipios de Castillo de Teayo y Álamo, al norte del estado, y tanto en el comunicado de la familia como en declaraciones del agredido, se  agradeció  al gobernante estatal el apoyo recibido.

 Pero menos de seis meses después, tras concluir los comicios del primero de julio y conocerse los resultados a favor de Acción Nacional en cinco distritos, Córdoba, Veracruz, Boca del Río, Huatusco y Cosamaloapán – léase: a favor de los candidatos yunistas- así como la votación global en beneficio de la abanderada  presidencial del blanquiazul, Josefina Vázquez Mota, se dijo que el pacto había sido roto porque a los Yunes les dieron la mano y se llevaron medio cuerpo. Dejando mal parado a Duarte de Ochoa con el copetón Enrique Peña Nieto porque le hicieron perder la votación estatal.

 Ahora, en la etapa de confesiones en la que ha entrado Duarte de Ochoa – ya hace un par de días también reveló que se ha reunido con exgobernadores e incluso con Patricio Chirinos en la Ciudad de México durante un evento social-, se corrobora que si existió tal reunión con Yunes Linares, a quién incluso le lanzó un piropo al decir que lo que vio en su excontrincate fue “compromiso, profesionalismo y capacidad”. ¡Tanta melcocha abruma!.

  ¿De qué hablaron ambos personajes que tanto se atacaron en los días tormentosos de la campaña electoral del 2010?, ¿hablarían del exgobernante innombrable, enemigo jurado de uno y maestro del otro?, ¿del fraude electoral que tanto se acusó  en el 2010 y que llevó al cordobés hasta palacio de gobierno?, ¿de las casas en Miami, aviones y propiedades que Yunes atribuyó a Duarte en ese tiempo?, ¿o más bien prepararon el arribo de yunistas al gabinete estatal? .

 Solo ellos lo saben pero lo acontecido en los últimos meses indica que en ese encuentro se acordó parte del asunto electoral y obviamente la incorporación de yunistas a la prosperidad, lo que significaría que todos los rompimientos y alejamientos de los excolaboradores del panista son una farsa. En fin,  es todo un caso para la araña panteonera pero  la madeja ya fue exhibida por el mismo Duarte de Ochoa y entonces, la permanencia o ruptura de ese pacto se confirmará en los acontecimientos venideros.

 

APAGONES  

INFORMATIVOS

 Por cierto, en los últimos días el cordobés anda exigiendo a los periodistas locales que hablen bien de Veracruz y se queja que las noticias sobre agresiones a los comunicadores acaparan el espectro estatal, nacional e internacional. Es más, ayer en el puerto de Veracruz se atrevió a calificar como un “intento de estigmatización” a la difusión de este tema.  Y vaya que sigue apurado, desmintiendo a diestra y siniestra la realidad que lo hace enojar.

 Sin embargo, sus argumentos son pequeños intentos de tapar lo que a nivel mundial resalta: que Veracruz  ocupa uno de los primeros sitios  en el mapa de sitios de peligro para ejercer el periodismo.  La Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Prensa (WAN-IFRA) acaba de emitir un reporte anual, fechado en el mes de septiembre, sobre la situación del periodismo en México, y en el documento, Veracruz abre la primera página con los colegas asesinados durante la prosperidad.

 Titulado “Una amenaza de muerte para la libertad”, el texto expone: “Violencia, control y silencio. El aumento histórico de la violencia contra los medios. La primera mitad de 2012 se ha caracterizado en México por un número importante de ataques contra periodistas y medios de comunicación. Del 28 de abril al 14 de junio, cinco periodistas fueron asesinados: Regina Martínez, de la revista Proceso, Gabriel Huge, fotorreportero de Notiver, Guillemo Luna, fotorreportero del portal Veracruznews, Marco Antonio Ávila García, del periódico El Regional de Sonora y Víctor Manuel Báez del periódico Milenio en Jalapa”.

 El reporte es bastante fuerte porque señala directamente al gobierno federal y a las administraciones estatales de ser corresponsables del clima de agresiones contra la prensa y resalta que en México hay regiones enteras que “hoy viven apagones informativos absolutos” por esta situación, es decir, cuando se calla a los reporteros  y a los medios “la población es desconectada del mundo exterior por la imposición de un silencio de plomo”.

 La organización internacional también habla de un “periodismo de resistencia” que las empresas periodísticas y los redactores están ensayando para sobrevivir, y entre las medidas destacan no firmar las notas o utilizar seudónimos, retomar reportes de agencias nacionales o en su caso circunscribirse a los comunicados oficiales de instancias policiacas, militares o procuradurías de justicia, “lo cual implica publicar información sumamente superficial”. Tal hecho sucede especialmente en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz.

 La conclusión del WAN-IFRA es desoladora: “La prensa mexicana se enfrenta a una crisis de dimensiones históricas. El simulacro institucionalizado por vía de mecanismos y órganos ineficaces e insuficientes – en Veracruz, entiéndase la Comisión Estatal para la Protección de Periodistas que tanto presumió Duarte ayer-, la colusión con el crimen  organizado y la opacidad y autoritarismo a sus tres niveles hacen condenable el rol de las autoridades”.

 “Mientras persista la impunidad, todas las demás medidas que dispongan las autoridades o los medios no serán más que paliativos de reducción del riesgo. El peligro será una realidad para los reporteros, la erosión de la libertad de expresión continuará y la sociedad mexicana permanecerá en la oscuridad”, concluye el reporte. El documento completo se puede consultar en la dirección: www.wan-ifra.org/pressfreedom.

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