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Hugo Chávez pidió a Dios un milagro, quiere vivir más.

Superiberia

Con  cierta extrañeza llena de respeto y comprensión, vi al Presidente venezolano, antes de emprender viaje a Cuba, con un crucifijo en la mano, rezando en público a Cristo en el que dijo creer. 

Que le hiciese “el milagro de su salud para bien de su pueblo”.  Tan insólita postura en un reconocido dictador de izquierda, no escandaliza. 

Sí produce conmiseración y sorpresa, viéndolo pedir vida ¡nada de teatro!,  ante la posible cercanía de la muerte.                                          Buen referente para todos y sobre todo la izquierda que se dice “laica”, porque nunca han creído en Dios.

Cuando Yury Gagarín, el primer astronauta ruso regresó a la Tierra, lo primero que dijo; “No vi a Dios en el espacio”.

Lo cierto es que me recuerda a ciertos amigos “masones” que a la hora que la ven cerca, corren a pedir a Dios y a la Virgencita de Guadalupe, que no los deje morir, y en esos últimos días de su vida, se arrepienten.

 ¡Qué gran verdad, es que sólo Dios conoce lo que encierra el corazón de cada hombre!

Hugo Chávez siente su limitación humana, como cualquiera, ante un cáncer galopante que le ha hecho presa. 

Sigue, sin pretenderlo, el camino de otros poderosos, menos creyentes y ateos, pecadores y santos, que se han visto necesitados de acudir al Todopoderoso, ante la cercanía de la muerte. 

Es que el ser racional, es el único animal, consciente de que se tiene que morir y se siente interpelado por el hecho personal, de que llegó a su fin, de que la muerte está cerca. 

Se abre la luz y llega la realidad de que es el fin. 

Esto cobra una nueva dimensión y en los designios de un Dios, que ha muerto y resucitado por todos los hombres, se halla la mano tendida de Dios, para ayudar a bien morir, a limpiar nuestros pecados y darnos la salvación eterna, lo único importante en este trance final. 

Esto es lo que pensamos, sentimos y proclamamos la mayoría de los cristianos.  

Los ateos, los laicos, los masones, se ríen de nosotros, porque ellos sacaron a Dios de las escuelas con Benito Juárez y como no hubo quien supliera a Dios el país está lleno de ladrones y sinvergüenzas en política, la mayoría de ellos practicantes de la masonería y enemigos de Dios.

Tomás Garrido Canabal, gobernador de Tabasco, y al que respeto que hubiese sido laico, pero era tan imbécil, que en sus tarjetas ponía su nombre y abajo, como un título “Enemigo Personal de Dios”.

Así le fue en su gobierno, asesinando y robando tierras a sus paisanos y terminó siendo odiado por ellos.                                                                  

Pues es este el ejemplo clarísimo de un Presidente que ya le llegó su final y no extraña que en sus últimos días, reaccione, abrace el crucifijo, pida más vida y pida perdón por sus malas acciones mientras vivió. “Más vale tarde que nunca”.

Pero el legado de separar a su pueblo del de EU, es algo valiosísimo que a muchos presidentes iberoamericanos, les faltaron pantalones para llegar a esta determinación.

Por el mal camino han ido los presidentes priistas en México, que no tuvieron pantalones para rechazar al Banco Mundial. 

“Todos acabaron locos, asesinaron mexicas, fueron traidores a la Patria y todos masones”.

Recuerdo un López Porpillo, que trajo al Papa y le pidió para su pobre madre que sí era católica, apostólica y romana, recibiese la bendición de su Santidad en persona en Los Pinos.

Y ahí la bola de corifeos masones y  comunistas, no dijeron nada, se quedaron callados, porque López Porpillo les dijo “Échense Perros”.

Pero con Felipe Calderón que es católico y no lo oculta, los masones tiraron excremento a más no poder y ¿saben por qué?, porque al ver la Fe del pueblo mexica, al ver esas cantidades de personas sufriendo horas de espera para ver al Papa, y que “no eran acarreados”, se enferman del alma de la envidia, de la fuerza de la Iglesia católica.

Por el bien de Venezuela, esperemos que Dios haga lo que debe hacer. 

Qué bueno que le llegó el arrepentimiento y que lo poco que le queda de vida, sirva para mejorar a los venezolanos y a prepararlos para una transición pacífica.

Algo que tienen los militares es “el valor del patriotismo”, pueden estar equivocados y ser tercos, pero no traicionan a su patria como lo hacen los políticos, a sabiendas de que le dan en “la torre” a millones de ciudadanos.

Por lo pronto en México tenemos a la “Virgencita de Guadalupe y un 90% de mexicas, no la cambiamos por nadie”.

Para terminar, un chiste…  estaba un árabe arrodillado ante el Altar pidiéndole a Dios un millón de pesos que le urgían.  Junto estaba un ciudadano pobrecito también pidiéndole a Dios, 100 pesitos urgentes; y el árabe se voltea y le dice; ¡¡¡toma los cien pesos y no me lo distraigas, que lo mío es más importante!!! 

Diosito le cumplió al pobre.

Yo también le pido a Diosito  que no permita tanto rata en la política, pues el pueblo es medio indeixo y se deja arrastrar por los malandros.

Desde aquí, una mentada para la Nauyaca Fideliana que tanto daño hizo a todos los jarochos que vivimos en Veracruz. Amén.

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