in

Se olvidan de las viudas

Superiberia

Atoyac.- La esposa de un obrero del ingenio El Potrero que falleció hace un año y medio, vive en una situación deplorable debido a que no le alcanza la pensión que le dejó su esposo al morir.

Catalina Amador León, viuda de Evaristo Ortigoza Machuca, con 75 años de edad, cuenta muy triste al lado de su hija, que luego de más de 31 años de servicio en el ingenio hoy recibe una pensión aproximada de unos mil 300 pesos mensuales, mismos que no le alcanzan para vivir y menos para atender sus enfermedades.

Recordó que en 1972 su esposo Ortigoza Machuca ingresó a laborar en el ingenio, donde desempeñó diversas actividades como operador de bombas en zafra y como titular de cabo de sanidad en temporada de reparación; luego el Comité ejecutivo lo descendió de categoría a portero, último cargo que obtuvo y con el que se retiró.

“A mi esposo lo cambiaron de cargo por diferencias con el comité, por castigo, por esa misma situación no le pagaron su jubilación y él ya falleció hace año y medio”, expresó la mujer que se encuentra mal de salud.

Su casa se encuentra sin revocar, ella misma reconoce que se filtra el agua y a sus 75 años, se acrecentan sus problemas pues el dinero no alcanza para su manutención aún cuando en su juventud y edad adulta fue una persona de trabajo.

“Hemos tenido mala suerte, a pesar de no ser personas que peleen, pues mi compadre se quedó con el terreno de la casa de mis padres donde salí de blanco, aunque yo pagaba el predial”, expresó la mujer quien hace 27 años perdió 4 millones de pesos en una caja de ahorro porque quebró.

Ella requiere de atención médica y lo que recibe no le alcanza para atender sus gastos personales y vive en pésimas condiciones, ha solicitado apoyo y requiere que las autoridades estatales le otorguen una pensión para que pueda atender su alimentación, pues no le importa no vestir adecuadamente.

Catalina Amador, sufre de caídas repentinas porque se le “baja” el azúcar, cae en hipoglucemia, un médico altruista le proporciona consulta y medicinas, las vecinas un poco de alimento pero lo poco que ella puede comprar se complica con el alza del combustible y energía eléctrica, pues si de por sí no le alcanza la pensión que le dejó su esposo, ahora menos, pues ésta no incrementa cuando los precios de alimentos sí.

Así como ella hay otras viudas en la Villa General Miguel Alemán -Potrero Nuevo-, quienes requieren de verdaderos programas de apoyo que les permita obtener lo necesario para vivir, pues ya no pueden trabajar ni valerse por sí mismas, por la edad y sus enfermedades, requieren de atención, situación que esperan atienda el actual Gobierno del Estado.

CANAL OFICIAL

Exterminal es refugio de los ‘borrachitos’

Caficultores esperan apoyos