in

¿Sirven?

Superiberia

 

El viernes 22 de marzo fue la ansiada salida de vacaciones de Semana Santa, fecha en la que las carreteras se llenan de vacacionistas con prisa de llegar a su destino. A pesar de lo que sucede hoy en Acapulco, muchísima gente se dirigió al puerto ese día por carretera para iniciar sus vacaciones cuando alrededor de las 14:00 horas un grupo de chantajistas profesionales decidió tomar como rehenes a miles de personas para presionar al gobierno del estado de Guerrero y conseguir sus demandas.

No importó si en la carretera venían niños pequeños, gente mayor o gente enferma, los maestros de Guerrero tenían un objetivo y era presionar al gobierno del estado con el sufrimiento de la gente que paradójicamente va a gastar su dinero al puerto de Acapulco, mismo que acabará en las arcas del estado que no hizo nada para desalojar la carretera.

Los maestros de Guerrero, encargados de la formación ética y cívica de los niños guerrerenses, no aceptan una reforma aprobada por el Congreso de la Unión y para dejarlo claro, violan las garantías de la gente que, repito, aporta recursos que luego sirven para pagar sus salarios.

La gente, que pagó el peaje de la carretera, fue la perdedora del encuentro. Estuvo secuestrada (retenida en contra de su voluntad) durante nueve horas y no obtuvo nada a cambio. Al contrario, el pequeño grupo de educadores consiguió que el gobierno del estado de Guerrero se echara para atrás en las medidas que había anunciado contra los maestros, que no se presentan a trabajar sin causa justificada. Así es como el gobernador Aguirre premia la violación de la ley, cediendo a las protestas y solucionando el problema de corto plazo. No ha explicado el gobernador, si entiende que, potencialmente, cualquier grupo de presión de Guerrero que requiera algo del gobierno ya sabe cómo hacerle.

Por otro lado, el gobierno federal decidió desaparecer de la escena, como si una carretera federal no fuera problema suyo. Como si el secuestro de una carretera en uno de los días que más se va a utilizar sólo afectara la porción estatal del ciudadano. Para las autoridades, por si usted no lo sabía, los ciudadanos estamos compuestos por tres porciones que sirven para diferenciar su afectación frente a un evento: la porción municipal o delegacional, la porción estatal y la porción federal.

El problema de esto es que parece que estamos dejando lo elemental en manos poco capacitadas. Está muy bien que el gobierno federal esté logrando acuerdos para reformas estructurales que darán mejor futuro al país, pero lo que parece que nadie entiende es que para que haya mejor país debemos atender y ordenar lo esencial, nuestra convivencia del día a día. En ello tenemos responsabilidad tanto las autoridades, como nosotros como ciudadanos.

Ahora, lo verdaderamente preocupante; vamos a suponer que las autoridades hagan su trabajo y que los maestros que han delinquido purguen las penas establecidas en las leyes y que, súbitamente, los maestros disidentes de Guerrero acepten como está la reforma educativa. ¿Son capaces de mejorar estos maestros disidentes que tiene Guerrero? ¿Son estos maestros, que apedrean congresos y cierran carreteras, los que educarán a los niños de Guerrero? ¿No hay un problema de materia prima mucho más grave que una reforma constitucional?

Volvemos a lo elemental; la educación no es una cuestión de memoria o de recitación, es un asunto de comportamiento, ejemplo y, por lo tanto, de congruencia. La pregunta dura y fría es ¿sirven estos señores (como los de Oaxaca) como maestros para la transformación de niños en ciudadanos?

PUBLICIDAD CANAL OFICIAL

El estilo Kim

En la mira