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EL DEDO DE TOMMY

Superiberia

Por: Andrés Timoteo / columnista

Es sorprendente la capacidad de los que integran el Ayuntamiento cordobés para cometer desaguisados y hartar la paciencia de los ciudadanos. La nueva ocurrencia del alcalde Tomás Ríos Bernal fue desembolsar medio millón de pesos –según se especula- para adquirir la escultura de una mano haciendo una señal obscena –con el dedo intermedio extendido en clara alusión a un acto sexual-, la cual mandó a colocar en el llamado Caminatorio de la Calle 1.

No obstante, si bien es un exceso gastar esa cantidad de dinero que es de los cordobeses para pagarle al escultor Jaime Sánchez  por tal adefesio, al final de cuentas la escultura resume el cuatrienio de Ríos Bernal, describe lo que le hizo a los cordobeses: se los jodió. Por eso dicha obra debería llamarse “El dedo de Tommy”, que todos los ciudadanos padecieron, aunque otros opinan que será la “uña”, pues bien que arañó de las arcas municipales.

Córdoba es una ciudad con una extendida herencia histórica, fue protagonista de eventos que marcaron el destino del País, entre ellos la firma del tratado que puso fin a 300 años de colonia española. También ha sido la cuna de personajes ilustres, es un motor económico de la región y aún conserva –pese a los intentos de quienes la gobiernan para  sumirla en la ignominia- su belleza arquitectural.

Entonces, ¿por qué no darle monumentos que sirvan para su gloria? ¿por qué no plasmar en piedra a los hombres y mujeres cordobeses que hicieron historia? ¿por qué no inmortalizar sus leyendas? ¿por qué desperdiciar el dinero público en babosadas como ese armatoste? ¿no es eso seguir jodiendo a los cordobeses? En fin, los cordobeses se están tardando en darle un escarmiento popular a Ríos Bernal, pasearlo montado en un burro y luego sentarlo en el propio dedo que mandó a colocar en el famoso Caminatorio. ¿No creen?

WITHOUT IMMIGRANTS

De Nueva York a California y de Arizona a Washington se escuchó ayer el grito latino en los Estados Unidos. Fue la primera jornada de una rebeldía que irá creciendo hasta convertirse en gritos ensordecedores de repudio al Gobierno xenófobo del presidente Donald Trump.  Ayer fue el “A Day Without Immigrants” (Un día sin inmigrantes), la resistencia a la política nazista de detener y deportar a migrantes indocumentados que puso en marcha el republicano que ocupa la Casa Blanca.

En esta primera movilización el impacto fue meramente comercial, pues cientos de negocios cerraron sus puertas, especialmente restaurantes, además de que  los latinos no llevaron a sus hijos a escuelas y miles de ellos se volcaron a las calles para sumarse a marchas. Después tendrán que venir acciones más duras como el hacer que la economía norteamericana se paralice, demostrando que la mano de obra latina, y principalmente la indocumentada, es la que mueve los engranes de la industria, la actividad agrícola, los servicios y el comercio en esa nación.

A la par de las calles, en el mundo virtual también se sitió la movilización, pues las redes sociales fueron el foro para convocar, expresarse y unificar a las masas –las cibernéticas- contra Trump. Claro, la defensa apenas es incipiente, comienza y será una lucha larga que debe tener sus batallas más importantes en la calle, en el mundo real, en el impacto económico para dejar en claro que Estados Unidos no se entiende sin los migrantes mexicanos y latinoamericanos.

Es cierto, Trump es el supremacista blanco que no sólo declaró la guerra comercial contra México, sino que inició una cruzada policiaca contra la población latina, pero ésta se le volverá en contra. Hay que atender lo que dicen los estudiosos de la geopolítica, entre ellos el doctor Alfredo Jalife Rahme, una de las mentes preclaras de México: Estados Unidos se encuentra al borde de una guerra civil al provocar y atacar  a los latinos, quienes no dejarán –y eso se espera- que en la llamada ‘tierra de la libertad’ se reproduzca lo sucedido en la Alemania de Adolfo Hitler.

BLANDENGUES

Y  CONVENENCIEROS

Mientras los connacionales que radican en Estados Unidos están al pie de la lucha, en México tenemos un presidente blandengue ante las embestidas de Trump. Vaya, al canciller Luis Videgaray hasta lo ponen a escribir los discursos del mandatario norteamericano, y nadie dude que le ordenen que barra y trapee los pasillos de la Casa Blanca.  Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray son una vergüenza nacional.

También son una vergüenza los Senadores de la República que constitucionalmente tienen la encomienda de velar por la política exterior. Ellos están impávidos, dejando que Videgaray y Peña se sometan a un gobierno extranjero.  En lugar de llamarlos a cuentas al recinto senatorial, de exigir que se imponga una visa a los estadounidenses que quieran entrar al país e impuestos a productos importados, los legisladores convocaron a agarrarse de las manos para formar un muro simbólico frente a Trump.

Lo harán hoy, en Tijuana, Baja California, donde los desocupados y blandengues Senadores formarán el “Muro humano, puente entre las naciones”. Vaya, seguramente Donald Trump temblará… pero de risa. ¡Qué enanez de la clase política y gobernante de México! Y se repite lo que ya se ha dicho: hoy quisiéramos tener a un Benito Juárez, a un Lázaro Cárdenas, a un Gilberto Bosques que defiendan la Soberanía Nacional, que no se sometan ante las potencias extranjeras y que honren la diplomacia, pero con dignidad y entereza.

También se quisiera a un Pancho Villa que ha sido el único en la historia que ha invadido a los Estados Unidos, y lo ha derrotado en el campo de batalla. Sucedió el 9 de marzo de 1916, cuando el llamado Centauro del Norte ingresó con su ejército, “Los Dorados de Villa”, a Nuevo México y en el poblado de Columbus les puso una revolquiza a los militares gringos, humillándolos en su propio terreno, como represalia porque el presidente Woodrow Wilson apoyaba al Álvaro Obregón, declarado enemigo de la Revolución Mexicana.

Hoy, ya quisiéramos un Pancho Villa que defienda a la Nación y devuelva la frontera como reza el corrido de “El Siete Leguas”, pero en su lugar tenemos a marionetas como Peña y  Videgaray, y a los timoratos legisladores, a los que nada más les falta que convoquen  a una lluvia de flores sobre Donald Trump, en lugar de las mexicanas ‘mentadas de ma…’.

Pero  no sólo a nivel federal se tiene ese espectáculo bochornoso de esos bisoños, sino también en Veracruz abundan los blandengues. En el puerto de Veracruz se anunció el carnaval que inicia el próximo miércoles 22 de febrero, será una fiesta despersonalizada, descafeinada y la paradoja –o paranoia-: con la mordacidad jarocha amordazada. Esto porque no quemarán a nadie para exorcizar al Mal Humor pese a que sobran candidatos, esos que fastidiaron a todos.

No castigarán a Javier Duarte ni al innombrable ni a ninguno de la manada de ladrones de los dos sexenios anteriores. Tampoco achicharrarán al Grupo MAS ni a Bermúdez y sus policías que desaparecieron a cientos de jóvenes, ni al Suegro del Sexenio ni los Porkys ni a Peña Nieto, ni a los enanos del tapanco.

Es más, ni siquiera tatemarán al gringo Trump. Los blandengues que llevan la organización del carnaval porteño requisaron, en ‘réunion d’intimes’ –o ‘petit comité’-, el derecho de los veracruzanos a la catarsis colectiva  y eligieron para el espectáculo algo que aún es inexistente: el muro que se pretende levantar en la frontera entre México y Estados Unidos.

Dicen que no le hacen a la política y prefieren disparar balas de salva para no meterse en problemas –hablan por ellos, claro, no por el pueblo- y así, como este año quemarán el “muro” al siguiente pueden quemar la cruz en la que clavaron a Jesús, pero nunca tocarán ni al rey Herodes ni al cesar Tiberio ni a su pretor, Pilatos, ni a los sumos sacerdotes de Judea, responsables directos del ajusticiamiento del profeta.  No se meten con el sistema, ni de guasa.

Ah, pero eso sí: para la apología del crimen están más listos y por el bulevar costeño pasearán al actor Mauricio Ochmann, protagonista de la narcoserie de moda “El Chema Venegas” que es, en la vida real, Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo del Cártel de Sinaloa, uno de los responsables del baño de sangre que registran los mexicanos desde hace más de diez años. ¿Ya ven? por eso el mismo Trump dice que en México hay puro “bad hombres (sic)”. Con lo que pasa en el Carnaval de Veracruz ni cómo desmentirlo.

GARRAS VS MANDÍBULAS

La semana cierra con el enfrentamiento entre el priista orizabeño Fidel Kuri Grajales y el alcalde panista de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, por el pago de impuestos municipales en la venta de boletos para los partidos que se realizan en el estadio Luis “Pirata” Fuente. El edil boqueño acusa a Kuri de negarse a pagar las contribuciones –que superan los 100 mil pesos por partido- y pretender que se le siga solapando como en el gobierno de Javier Duarte que le entregaba 100 millones de pesos por año, supuestamente para financiar al equipo de fútbol Tiburones Rojos.

A su vez, Kuri asegura que hizo un “acuerdo verbal” para sólo pagar 60 mil pesos en cada partido y sostiene que no le dará un peso de más a las arcas del municipio. Entonces la advertencia fue hecha por el hijo del Gobernador: hoy viernes que los Tiburones Rojos se enfrentan al equipo los Tigres de Monterrey, se clausurarán las taquillas o se liberarán los accesos para que los fanáticos –los que no hayan comprado boletos aún- entren gratis al estadio.

Habrá que ver  en qué termina el duelo entre el  tiburón priista –por eso de que le hinca el diente al dinero público- y el tigrillo panista. Hagan las apuestas sobre si se impondrán las mandíbulas o las garras, o viceversa,  hablando del jaloneo político -financiero, no de cuestiones deportivas- en un partido que es, por mucho, de interés para los aficionados, pues los Tigres vienen de ser campeones del Torneo de Apertura 2016 en la Liga del Fútbol Mexicano. Lo cierto es que el Gobierno Estatal que encabeza el panista Miguel Ángel Yunes Linares tiene cuentas pendientes con Fidel Kuri y ya comenzó a cobrárselas.

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