Córdoba.- Ana Huerta Rodríguez, de 35 años, ama de casa y comerciante, con domicilio conocido en la congregación Cacahuatal, se presentó ayer a esta casa editorial para manifestar que su familia, y su menor hijo, de 13 años, no cometieron el homicidio del niño Gabriel Humberto Romero Velázquez, quien tenía 11 años, y fue ultimado a golpes el 8 de abril del año 2011.
El pasado lunes, el ama de casa María de los Angeles Velázquez Marín, de 33 años, y su esposo, llegaron a las instalaciones de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), para solicitar informes sobre el avance de las investigaciones, en el caso del homicidio de su hijo Gabriel Humberto.
Los padres del menor explicaron que éste acudió a la escuela primaria “Alvaro Obregón”, de Cacahuatal, donde sostuvo un problema con otros menores, quienes posteriormente lo sacaron de la institución, y tras llevarlo a una finca, propiedad de la familia Huerta Gallardo, lo agredieron y golpearon, hasta quedar muerto en un cafetal, a unos cuantos metros del camino, a la entrada del poblado.
Ayer, la señora Ana Huerta Rodríguez, acudió a esta casa editora, para rechazar los señalamientos, y pidió que ella y sus familiares sean sometidos a un detector de mentiras, pero con costo para la parte interesada.
La declarante recordó que el día de los hechos, su hijo Lucas se encontraba en la escuela, de donde fue sacado junto con su compañero Gabriel Humberto, como castigo porque alguien dijo malas palabras.
Ana y su marido, iban de compras a Córdoba y alcanzaron a darse cuenta de la situación, por lo que dialogaron con el profesor y lograron el reingreso de los menores al aula.
Sin embargo, tras haber terminado la aplicación de un examen, les fue permitido retirarse, y se dirigieron a la casa de Lucas, pero en el camino, cuenta su madre, se encontraron a 3 sujetos, quienes después se quedaron dialogando con Gabriel.
Más tarde, el hoy finado invitó a Lucas a ir al poblado La Loma, pero éste prefirió quedarse y vio retirarse a su amiguito, observando como los 3 sujetos lo interceptaron y empezaron a golpear, aparentemente con unas manoplas.
Según la versión de Lucas, Gabriel le logró decir el nombre de uno de los sujetos, quienes eran sus conocidos y quienes aparentemente tenían problemas con uno de sus primos.
“A nosotros no nos gustan los problemas, ya mi hijo declaró lo que tenía que declarar y las autoridades hicieron sus investigaciones, nosotros no nos fuimos huyendo, sí salimos y mi esposo luego se va a acarrear caña hasta 3 días, pero no nos escondemos, porque el que nada debe nada teme finalizó.
Antonio Osorio
El Buen Tono
