Orizaba.- De nada sirve una pena impuesta si no hay resarcimiento al daño hecho, afirmó el Vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, luego de que se diera a conocer ante la opinión pública que catearon las propiedades del gobernador con licencia, Javier Duarte y la demanda de diversos sectores es que se hagan efectivos los pagos pendientes.
“El Papa Francisco habla del amor medicinal de la pena, que es un modo de educar, pero dar también lo que se merece es todo lo que se adeuda. Los afectados necesitan recibir sus pagos, necesitan recibir sus liquidaciones, el subsidio para sus empresas; yo creo que también de nada serviría castigar a los responsables si no restituyen lo que se hayan llevado, si no se devuelve, se paga o se recupera lo que se ha perdido”.
Cuestionado sobre la cantidad de 11 mil millones de pesos, que solicitó el gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, para el pago de adeudos, dijo que es una cantidad que posiblemente no alcance para pagar todo el dinero que se debe, además de lo tardado que resulta la tramitología para obtenerlos.
Ante las dudas externadas por diversos grupos, que no confían del todo en que habrá de aplicarse la Ley para castigar a los responsables de la crisis que hay en Veracruz, el presbítero consideró que esto obedece a malas experiencias que se tienen y se incurre en prejuiciar y creer que cuando se habla de un proceso judicial, penal o legal, no se va a realizar bien.
“Yo creo que le debemos dar la oportunidad a las instituciones que demuestren su capacidad, demuestren su objetividad para lo que han sido formadas y en lo cual nosotros también los ciudadanos confiamos. Yo creo que también hay que darles un tiempo de espera y pues los resultados serán los que nos hablen a nosotros”.
Orar por las misiones
Por otra parte, el Obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, hizo un llamado a los fieles para orar por las misiones, como parte del exhorto que hace el máximo jerarca de la Iglesia Católica, en donde no necesariamente significa irse muy lejos sino más bien empezar por uno mismo, dando un buen testimonio y predicar la Palabra de Jesús, entre la gente más cercana.
