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“Cuando se oyeron los disparos, todos corrieron”: comerciantes

Superiberia

Córdoba.- “Cuando se oyeron los disparos, todos corrieron, -las personas- pasaban corriendo, no vimos bien cómo pasó todo”, contaron vendedores del mercado Revolución, todavía asustados por los momentos de pánico que vivieron cuando el comerciante de discos, Néstor Daniel Abril Morás, fue acribillado a balazos.

En la banqueta del mercado, frente a unas casetas de telefonía pública, quedó la silla de un bolero, y abajo varios charcos de sangre ya coagulada, con gasas y guantes que dejaron tirados los paramédicos, en el área que fue cercada por las autoridades, con la tira amarilla y la leyenda “Prohibido el paso”.

Un bolero que después del evento se animó a regresar, mientras lustraba el calzado de uno de sus clientes, le contó a unas mujeres, “no vimos ni cómo salimos corriendo”, pero ante las preguntas de cómo fue el hecho, el hombre ya no quiso responder: “la verdad no sabría yo decirle, todo fue rápido”, mencionaba mientras ceñía con un lienzo el calzado.

Una mujer de unos 35 años, dueña de una de las fondas que se encuentran a menos de 3 metros del sitio donde ocurió la agresión, contó “los disparos se oyeron muy feos, fueron varios disparos, de pronto todos empezaron a correr, nos tiramos al piso y ya no volteamos, hasta que oímos que se
calmó todo”.

Aún pálida y temblorosa, la cocinera sostenía en sus manos una olla con agua y chiles y tomates hervidos, “aquí estábamos cuando pasó todo, había gente que estaba comiendo, cuando empezaron los disparos, quien sabe cuántos sujetos eran los que le llegaron a pegar al señor, porque empezaron a gritar y de pronto la gente empezó a correr, fue algo espantoso, había mujeres y niños que estaban llorando enmedio de los comedores”.

Horas después de la balacera, decenas de personas, entre vendedores, clientes, mujeres, hombres y menores, permanecían cerca de la tira de acordonamiento, sacando fotografías con sus celulares y preguntando qué era lo que había pasado.   “Parece como si hubieran matado un marrano”, exclamó una mujer, al ver la cantidad de sangre regada
en la banqueta.

Adentro del mercado, permanecieron cerca de 2 horas elementos de la AVI, vestidos de civil y con sus rifles colgando, custodiando a 3 mujeres jóvenes, peritos criminalistas que encararon a los reporteros, al verlos tomando fotos con celulares, como si por un momento la psicosis se hubiera hecho
presa de ellas.

Luego, abordaron sus patrullas, que fueron estacionadas sobre la calle 9, entre las avenidas 8 y 6, junto al sitio de taxis.

Horas después, decenas de personas que acudían a realizar sus compras por las festividades de Todos Santos pasaban por la banqueta del mercado, todavía acordonada, y se quedaban observando extrañados, preguntándose qué era lo que
había sucedido.

 

DE LA REDACCIÓN

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